Señal de alerta
por Elisabeth Cavalcante em STUM WORLDAtualizado em 27/04/2008 10:58:50
Traducción de Teresa - [email protected]
La perplejidad ha venido adueñándose de nuestro país desde hace varias semanas, ante el asesinato brutal de una pequeña. Infelizmente, esta no fue la primera y tampoco será la última víctima de un acto violento que muere precozmente.
No sólo en el Brasil, sino que en todo el mundo, los niños vienen siendo víctimas indefensas de la insania humana. Y es exactamente este el punto que quiero enfocar: el componente agresivo que existe en todos nosotros, pero que en algunos, por diversas razones, alcanza un grado extremadamente grave y peligroso.
Aunque todavía no se haya llegado al fin de las investigaciones, hasta el momento todas las evidencias del caso apuntan a un episodio de violencia doméstica, lamentablemente más frecuente de lo que nos gustaría constatar.
Las frustraciones, las angustias y la inseguridad de muchos adultos vienen descargándose en los críos por motivos banales.
La más significativa lección que, a mi modo de ver, podemos extraer de este triste episodio es que la locura no se manifiesta repentinamente, sino que da señales a veces clamorosas. Pero éstas, por lo regular, son pasadas por alto por las personas cercanas, o vistas como cosa natural, resultado inevitable de las presiones diarias de la vida.
Los comportamientos patológicos como celos enfermizos, posesivismo exacerbado, reacción exagerada y violenta ante cualquier discordancia o dificultad en lo cotidiano, no son naturales, ni deben ser tomados con displicencia por aquellos que conviven con estas personas.
Éstas deben ser persuadidas de forma enérgica a buscar ayuda y a someterse a un tratamiento terapéutico, so pena de llegar a un grado tan avanzado de esa patología, que puede conducirlas a un lapso de conciencia y a una violencia de la cual se arrepentirán durante el resto de sus vidas.
Criar un hijo no incluye apenas darle condiciones materiales, educación y esparcimiento. Formar un ser humano saludable requiere responsabilidad y atención permanentes. El amor fortalece la autoestima y ayuda a la criatura a desarrollarse confiando en sus cualidades y, por tanto, a no temer que otra persona amenace ni robe su felicidad.
Pero también es fundamental la transmisión permanente e ininterrumpida de valores como: el guardar los límites, el respeto a la individualidad del otro, la capacidad de ponerse en lugar del otro, la sensibilidad para con el sentimiento ajeno, el combate al individualismo y al egoísmo.
La sociedad tiene derecho a exigir que se haga justicia, pues esta es una regla esencial para una convivencia civilizada. Al fin y al cabo, todos, sin excepción tenemos que asumir las consecuencias de cada acto practicado, incluso los cometidos en un momento de desequilibrio, en que la conciencia ha estado temporalmente ausente.
Mientras tanto, la compasión jamás puede dejar de estar presente en estos momentos. Si los sentimientos como el odio y el deseo de venganza predominan, quedaremos a merced de nuestro lado oscuro, tanto como aquellos que han cometido un acto violento, y en nada contribuiremos a alcanzar la paz con que todos soñamos.
“Puedes vivir muy superficialmente, puedes evitar la noche oscura del alma, pero si tú evitas la noche oscura del alma, estarás evitando todos tus tesoros. Estarás evitando el propio significado de tu vida y existencia.
De ese modo, el hombre inteligente asume el desafío y entra en el túnel oscuro, que parece no tener fin. Pero se terminará un día. Si vas con coraje, sabiendo que hay personas que han ido más allá de él, - esa es la belleza de estar con un maestro, porque sabes que, por lo menos, un ejemplo está ante ti y contigo, alguien que está esperando fuera del túnel y que está llamándote constantemente para que entres en el túnel... porque a menos que entres, no puedes salir de él. No hay cómo desviarse de él.
Hay miles de impostores en el mundo, y su trabajo es el de deciros cómo desviarse de la oscuridad y del sufrimiento y de la tristeza y simplemente convertirse en un iluminado. Basta una meditación trascendental, repitiendo cierto nombre, y te convertirás en un alma realizada. No hay ninguna conexión en esto, no hay ningún trabajo auténtico. ¿Qué pasará con tu inconsciente? ¿Qué ocurrirá con tu inconsciente colectivo? Estás intentando desviarte de ellos, simplemente abandonándolos. Ese no es el camino”. OSHO – SOBRE EL TRABAJO INTERIOR.