¿Será Inmutable la Naturaleza?
por Wilson Francisco em STUM WORLDAtualizado em 24/04/2007 15:31:29
Traducción de Teresa - [email protected]
La película brasileña “O RAP DO PEQUENO PRÍNCIPE CONTRA AS ALMAS SEBOSAS” ha representado recientemente a Brasil en el Festival de Cine de La Habana.
En él se narra la vida de dos críos, Helinho y Garnizé, ambos nacidos en Camaragibe, en la Gran Recife, considerada la periferia más pobre del país.
Pequeño Príncipe es el apodo dado a Helinho, cuya infancia violenta lo ha transformado en el mayor justiciero de Camaragibe, con 70 asesinatos. Vive hasta hoy en la Penitenciaría de Pernambuco.
Alma sebosa, en la jerga de esa comunidad empobrecida, es todo individuo que no es bueno, que causa mal a los habitantes de la periferia y por ello merece ser despachado de esta para la mejor. Helinho hacía eso, con eficiencia.
El otro personaje de la película, Garnizé, creció en el mismo lugar y tuvo también una infancia miserable.
No obstante, se convirtió en un muchacho del Bien, actuando como líder de una banda de Rap denominada Faces do Suburbio y lleva una vida honrada hasta hoy.
Examinadas estas dos criaturas, ambas surgidas de los escombros de un rincón infernal, se puede percibir que no siempre el medio predomina sobre el ser. Sin embargo, queda claro también que, abandonado a su suerte, es decir, sin el apoyo de la comunidad, cada individuo se desarrollará según sus propuestas internas, las que él mismo defina y busque. Y en ese caso existe el riesgo de la que persona tenga que luchar sola para establecer la opción entre un camino u otro.
El pedagogo brasileño Paulo Freire, decía que “la naturaleza humana se construye histórica y socialmente.”
Él consideraba que se podría alfabetizar a las personas a través de palabras generadoras que deben sugerir situaciones significativas para los grupos sociales. Ingenio, fue la palabra-clave para los trabajadores de los cañaverales del nordeste; ladrillo, fue utilizada para los trabajadores de la construcción civil.
Esto que ha hecho Paulo Freire, tiene que ver con el pensamiento de Erich Fromm, cuando decía que “Ninguna idea puede sobrevivir si no está incorporada en individuos cuyas vidas sean el mensaje.” O sea, la elaboración de la naturaleza humana se da a través de acciones conjuntas y no de teorías.
En un encuentro realizado con educadores de la FEBEM, en una época en que esta institución todavía era un lugar de reintegración social, Freire dijo: “Imagino las noches mal dormidas de muchos de vosotros, los momentos dramáticos de reflexión en que se preguntaban si las cosas en que se implican no tendrían que ver con una cierta naturaleza inmutable.”
Él, no obstante, siempre ha creído en la mutabilidad del ser, habiendo trabajado incansablemente en la elaboración de pedagogías y experiencias educacionales de gran envergadura.
En verdad, la naturaleza humana no es inmutable. Todo se transforma en el Universo. En el cuerpo humano, 7 millones de glóbulos dejan de existir cada segundo, siendo sustituidos por otros 7 millones, mientras que la estructura ósea es reconstruida cada 7 años.
Esta mutabilidad existe mucho más en la esencia del ser, que es el elemento inteligente del Universo, creado por Dios para ejecutar misiones, en todos los planetas.
Por sí solo, el ser espiritual crece, decide caminos, buscando su propio desenvolvimiento.
No obstante, es siempre bueno el apoyo y tú puedes actuar como facilitador del Bien, impidiendo que el mal domine las almas todavía fragilizadas. En cuanto a estas almas sebosas, que existen en la sociedad, podemos, sí, despacharlas de esta para una mejor, corrigiéndolas, destruyendo en ellas lo que hay de imperfecto y motivándolas para la Justicia y el Amor.
Que cada cual, en el lugar en que se encuentra, cree la palabra-clave que pueda rescatar a niños y jóvenes, para una vivencia sana e inteligente y que florezcan en la sociedad actual otros y muchos Garnizés
