¿Será que estás deprimido, pero no te has dado cuenta?
por Silvia Malamud em STUM WORLDAtualizado em 23/09/2016 08:17:36
Traducción de Teresa
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La depresión es una enfermedad que afecta al organismo como un todo. Altera la percepción de realidad de la persona, cómo siente, su disposición, sus emociones y placer para la vida.
Está caracterizada como dolencia afectiva o del humor.
La persona que está deprimida hasta es consciente de las cosas buenas de la vida, pero aun sabiendo que podría ser peor su situación, su estado emocional la deja incapaz para conseguir cambiar sus sentimientos.
Para que se pueda comprender mejor aún lo que sucede en la depresión, hace falta algo de conocimiento sobre lo que significa el afecto. Éste es el aspecto de nuestro psiquismo responsable por cómo sentimos y percibimos la realidad. El significado sentimental que damos a todas nuestras experiencias, así como los valores que atribuimos a toda esta información.
Es por la calidad efectiva de nuestra percepción como el mundo externo llega hasta nosotros y también como vislumbramos emocionalmente nuestra realidad.
En el estado depresivo, por tanto, la persona percibe la realidad como si llevase gafas oscuras, todo se ve plomizo, nublado… observa el mundo a través de una lupa, que hace que las dimensiones aparezcan distorsionadas.
Como las lentes perceptivas de realidad son diferentes de persona a persona, algunos sufren más que otros frente al mismo problema.
Debido a la singularidad de cada uno, las percepciones de realidad son únicas.
Aquellos que se sienten amenazados, reaccionan de una manera.
Los que se perciben inseguros, de otra… Y así va.
Por tanto, nadie desea voluntariamente caer en un estado depresivo. Así como nadie consigue superar este estado sólo por escuchar un buen consejo, o una idea diferente.
En el cuadro depresivo los comportamientos se manifiestan igualmente según la singularidad de cada uno; en él: unos se callan, lloran o están apáticos, otros cuentan sus dificultades al mundo y otros muchos también se ponen violentos y agresivos sin motivo aparente.
Otro factor importante a saber es que toda la gama de sensaciones físicas comunes son valoradas de modo negativo. El aspecto depresivo lleva a la persona a percibir exageradamente todas la reacciones de su organismo.
En la depresión típica falta energía para tolerar la convivencia con el prójimo, falta tolerancia para aceptar el modo de ser de los demás, falta ánimo para resolver problemas de la vida, falta optimismo para creer que las cosas están bien.
La depresión típica se manifiesta con todos los síntomas emocionales típicos, tales como apatía, desinterés, tristeza, desánimo, etc. …
La persona presenta cansancio o inhibición de las actividades físicas y psíquicas, como si padeciese una pérdida de energía general.
Todas las actividades parecen más fatigosas, difíciles y aburridas. Hay un comprometimiento general del ánimo para todo, incluso para las actividades que deberían causar placer.
Puede haber angustia, acompañada o no de ansiedad, tristeza, desánimo, apatía, desinterés e irritabilidad.
Pereza del pensamiento, volviéndolo lento y trabajoso. Hay disminución de la memoria, que puede fallar y confundir las cosas, dificultad para resolver problemas antes considerados fáciles, y tendencia a pensamientos negativos o pesimistas.
Está presente la inseguridad y la autoestima está reducida.
Indisposición general, apatía.
Sensación de peso o presión en la cabeza, mareo, sensación de “bollo en la garganta”.
Es común también la impotencia sexual o la frigidez, debido al desinterés o incluso a la falta de energía para el sexo.
Trastornos en el sueño.
Todo el organismo se ve perjudicado, incluso podría haber cierta tendencia a infecciones virales o bacterianas (herpes, gripes, resfriados, etc.).