Si no aguanta, ¿por que vino?
por Rosana Braga em STUM WORLDAtualizado em 22/08/2006 11:07:46
Traducido por Melissa Park [email protected]
Esto es parte de la introducción del nuevo libro de Rosana Braga – HAGA QUE EL AMOR VALGA LA PENA – de la Editora Gente. (FAÇA O AMOR VALER A PENA – da Editora Gente). Quien desea adquirirlo, puede encontrarlo en las grandes librerías, tales como Siciliano, Saraiva, Submarino, Cultura, Laselva, entre otras.
Si alguien no tiene condiciones para amar, para dar todo de sí y hasta de superarse si fuera preciso, entonces ¿para qué comenzar una relación? Si no tiene coraje de arriesgar, de intentar una vez más, de apostar todas sus fichas y descubrir en la práctica que amar vale la pena ¿para que insistir en esa manía de empatarse con el corazón ajeno?
Muchas personas han vivido en una contradicción terrible: al mismo tiempo que reclaman que nadie quiere compromiso, insisten en repetir que experto es quien no entra de cabeza en una relación para no lastimarse.
Resultado: ¡nunca hubo tanta gente lastimada en el mundo! Personas que se sienten huecas, vacías, llenas de ecos interiores porque no se zambullen en sus sentimientos, no arriesgan, no tienen coraje de envolverse y de apostar al amor.
¿Sabe por qué? Porque las personas piensan demasiado. Es óptimo pensar, sí; pero el mundo está careciendo de sentimientos. Es necesario sentir para dar significado a esta elección: amar. Porque sin significados no hay enfoque, no hay compromiso.
Ahí las personas entran por la mitad. Van, pero no van. Quieren, pero fingen que no quieren. Algunas, aún peor: no quieren, pero fingen que quieren, porque creen que es mejor estar en una relación mala que solas.
Mira... ¿sinceramente? Todo eso es una gran estupidez y nos está costando muy caro. Números asustadores revelan depresión, tristeza, ansiedad, soledad, entre otros trastornos afectivos avasalladores.
Cosa que yo defino como “gente pequeña”, a quien muere de miedo de sufrir y no se da cuenta de que ya está sufriendo horrores. Y después habrá quien diga que no entiende porque es que, aunque la mayoría de las personas desee la felicidad y el placer de las relaciones amorosas, es tan difícil sintonizar los deseos de los hombres y mujeres y ¡hacer que las relaciones den ciertas!
Es preciso madurar, y sólo hay una manera de tornar eso posible: teniendo el coraje suficiente para comprometerse. Nosotros precisamos crecer, convertirnos en “gente grande” en el amor. Y eso pasa por la sinceridad, honestidad con nosotros y después con el otro.
Al final, este es el mayor objetivo de las relaciones: facilitar el proceso de madurez personal recorriendo el camino de la evolución, con el fin de mostrar que es posible salir del lugar de gente inmadura para conquistar el amor de gente grande.
A través de dinámicas y eficientes prácticas, este libro le ayudará a sentir cuán bueno puede ser crear vínculos, a pesar de todos los engaños cometidos a o largo del camino. Le enseñará que el compromiso es la esencia del amor. Por encima de todo, le mostrará que existe un camino que va a dar directo en el amor... ¡es sólo tener coraje de recorrerlo!
Usted percibirá, a lo largo de esas páginas, que puede ser “pequeño en el amor” ahora y “grande” mañana; o viceversa. El tamaño del corazón está determinado por su profundidad y también por su ética en el ejercicio de amar. Y el grado de madurez para relacionarse, a su vez, es medido por la capacidad que hombres y mujeres tienen de vincularse, de crear lazos.
Terminar y comenzar relaciones indefinidamente, sin procurar aprender con los errores y reconocer los aciertos, sin comprender que son nuestras actitudes que provocan los resultados y las condiciones en que vivimos, no tiene sentido. No nos conduce a la tan deseada felicidad en el amor.
La vida no nos brinda solamente situaciones fáciles, hasta que podamos percibir que son los extremos de cada sentimiento que nos dan la verdadera noción de quien somos. Es el modo como rematamos cada experiencia y cada sentimiento vividos que delinea nuestro proceso de madurez.
Y es exactamente por eso que una relación es siempre una posibilidad de aprendizaje. Cada vez que usted se permite experimentar, que se predispone al otro, amándolo con todo lo que usted es, con toda la grandeza que le cabe, estará creciendo.
Eso es madurar: ¡estar ¡inserido en la vida! ¡Sentir y vivir con intensidad los sentimientos! Porque definitivamente no hay proceso ni camino sin decepciones, desilusiones, desencuentros y frustraciones. Así como no hay posibilidad de evolución si no tenemos la capacidad de sentirnos satisfechos, privilegiados, esperanzados y amados.
Y más: definitivamente no da para ser feliz si usted está siempre con un pie fuera de la relación, si está siempre analizando cada momento para ver si vale la pena invertir o no. “Todo vale la pena si el alma no es pequeña”, ya dijo el poeta Fernando Pessoa.
Ésta es la propuesta: una zambullida de cabeza. Un viaje de cuerpo y alma en el amor, acogiendo sus dificultades, respetando su ritmo, admitiendo que usted tiene limitaciones y, sobretodo, comprendiendo que el otro también las tiene.
Que haya en sus actitudes, siempre que sea posible, la conducta de quien desea abandonar la manera inmaturo como está relacionándose. Que haya la disposición necesaria para ocupar su verdadero lugar: el de gente grande en el amor, tan grande cuanto usted pueda.
Quiere saber más sobre como ama la gente grande y cuales con las diferencias entre Gente Pequeña (GP) y Gente Grande (GG)?!? Adquiera ya su ejemplar de “FAÇA O AMOR VALER A PENA”!!!