Siempre hay una salida...
por Rubia A. Dantés em STUM WORLDAtualizado em 28/02/2011 12:42:24
Traducción de Teresa - [email protected]
Tengo una amiga muy querida que es una soñadora… Ella tiene sueños increíbles que a veces se manifiestan en la realidad… otras veces traen pistas preciosas…
Esta semana ella me telefoneó y dijo que había tenido un sueño conmigo. Y en él yo decía: “No sé qué hacer…”
Entonces, ella me abrazaba cariñosamente; a continuación llegaban otras dos amigas y también me abrazaban y ella decía:
“Somos seis”.
Ella me dijo que en el sueño yo decía eso como si fuese una situación aparentemente complicada…
Cuando me contó ese sueño, yo me encontraba en un momento muy tranquilo y nada en mi realidad podría sugerir tal situación, en que yo no supiese qué hacer. Incluso le comenté que cuando yo decía “no sé qué hacer”, me parecía una forma de entregar el control a la Divinidad.
Sin embargo, como nada en la vida es permanente… al siguiente día toda la tranquilidad que me rodeaba quedó rota bruscamente por la palabra de una persona que, sin ninguna intención, accionó dentro de mí memorias de dolor que yo ni siquiera podía imaginar…
Pasé de la calma interior a emociones tan antiguas y tan fuertes que me he recogido… y me puse a hacer el Ho’oponopono… en medio de aquel torbellino de dolor yo parecía una criatura pequeña…
Pero dejé que todo saliese a la superficie siempre repitiendo las frases del Ho’oponopono… lloré lo que tenía que llorar… mientras mi mente intentaba encontrar solución para un problema que hasta aquella misma mañana… no existía.
Nada había cambiado en mi realidad, pero dentro de mí, las memorias equivocadas despertaban emociones que le crearon un problema sin solución a mi mente racional…
Hasta que… en determinado momento, me he visto completamente sin salida… y dije “Yo no sé qué hacer, pero el Gran Misterio sí lo sabe”… y entregué todas aquellas memorias a la Luz. Me imaginé entregando incluso aquel “problema” al Gran Misterio que se manifestó como una Luz que emitía tantos rayos que yo no lograba siquiera mirarla…
Pero he sentido que entregaba…
Algunas lágrimas más, y más opresiones en el corazón… mucho Ho’oponopono… y al anochecer todo se fue haciendo suave y el problema… tal como había surgido… dejó de existir…
Y quedó en su lugar una energía de Amor…
Al día siguiente, en conversación con una de las amigas que también me abrazaba en el sueño, me sorprendí porque ella me cuenta que pasó, el mismo día que yo, por una situación parecida, en el sentido de decir también “No sé qué hacer”… y entregar el control a la Divinidad… Y ella ni siquiera sabía del sueño…
Y ese mismo día, al anochecer… charlando con la amiga que tuvo el sueño… ella me cuenta de una situación que se configuró de repente, y me repite al teléfono… “no sé qué hacer”…
Su sueño me trajo otra confirmación ligada al número 6, pues yo ya venía recibiendo señales que tenían que ver con él… pero lo que más importa, y que yo creo, es el mensaje que el Universo quiere transmitirnos, el de la entrega del control… del ego a la Divinidad…
Recordando cómo me quedaba cuando estaba en contacto con memorias equivocadas y cómo, realmente no veía salida si la buscase siguiendo esas mismas memorias, he visto claramente cómo un problema que no existía fue creado, y más tarde se disolvió, demostrándome que era ciertamente una ilusión y que… cuando estamos subyugados por esas memorias, somos extremadamente limitados, tanto para encontrar soluciones como en la posibilidad de disfrutar de una vida más plena y suave.
Allí ciertamente me he visto en un callejón sin salida… un callejón de ilusión que yo misma había creado encerrándome en él…
Y cuando entregué al Gran Misterio… he podido ver claramente cómo las posibilidades que tenemos disponibles bajo el efecto de las memorias, no son más que un puntito extremadamente pequeño comparadas con todas las infinitas posibilidades a que solo podemos acceder a través de la conexión con la Divinidad que habita en nosotros y en Todo…
Sé que mi Alma pide cada vez más entrega… más desapego… pide buscar una conexión más limpia y más clara… para hacer frente a los días que llegan…
Sé que es hora de dejar ir de una vez todo cuanto impide el paso de la Luz…
Pero sé que… siempre que no sepa qué hacer… El Gran Misterio sí lo sabe… y eso nos da la seguridad de que nunca estamos solos y siempre hay una salida…