Siete actitudes óptimas para lidiar con personas difíciles
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 24/05/2015 09:36:20
por Maria Silvia Orlovas - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
¿Quién nunca ha tenido que lidiar con personas difíciles?
Me parece que nadie en el mundo va a responder que nunca se las ha tenido que ver con alguien complicado. Por cierto, la dificultad en las relaciones es el mayor impulso evolutivo aquí en nuestro amado planeta Tierra, recordando que hay mil facetas a nivel de la personalidad que pueden estar o no en sintonía con nuestro mundo; siendo así, la dificultad varía de persona a persona. Pero hay personas difíciles, que son complicadas para todos: maleducadas, ingratas, agresivas, irresponsables, y algunos casos más enrevesados pueden ser incluso patológicos. En este artículo voy a abordar una forma consciente de lidiar con ese reto.
Vale recordar que la sintonía de facilidad o de dificultad empieza vibrando en ti, entonces, si convives con alguien difícil, puedes estar seguro de que, aun no queriendo verlo, ¡tú también eres difícil!
1. Que no te saquen de quicio
Cuando convivimos con alguien estresado, airado, pendenciero o excesivamente callado, arrogante, en fin, sea cual fuere el “defecto” de esa persona, que no te saque de quicio. La convivencia es una invitación a obrar mal, porque constantemente somos puestos a prueba...
2. No entres en discusiones innecesarias
Existe una energía vibrando a nuestro alrededor a todo momento, y cuando hay muchas riñas y discusiones, la energía se va cargando con esas impresiones, se forman miasmas de ira, dolor, etc., entonces evita las discusiones frecuentes. El silencio puede ser muy sanador.
3. El otro puede despertar lo peor de ti...
Pero si mantienes conscientemente la máxima que dice 'cuando uno no quiere dos no riñen' podrás evitar el enfrentamiento. Y observa bien que no estoy sugiriendo que guardes el resentimiento y el rencor para estallar más tarde. Trabaja en tu sanación, e invierte en tu transformación, liberación y cambio. Tú puedes cuidar lindamente de ti.
4. Respeta la elección del otro
Observa que a menudo en la convivencia, adquirimos el vicio de “saber, o esperar” todo del otro. Parece que cuando la persona abre la boca ya sabemos lo que vamos a oír. Eso es pésimo. Resguarda el derecho del otro a cambiar, aunque parezca muy improbable que eso llegue a suceder. Las personas, cuando desean un cambio, pueden llevarlo a cabo en cualquier momento. Pero si el otro no quiere cambiar, entonces, si tú eres más consciente, o te sientes dolido o irritado, pon límites a la relación y a ti mismo, y aprende a respetar a esa persona. No hay casualidades, todo tiene una función en nuestra vida; siendo así, esa persona tiene algo que enseñarte.
5. No busques aprobación o aceptación
El mayor motivo de tristeza y dolor en las relaciones con personas difíciles viene de nuestra expectativa en tener una relación buena con el otro. Buscamos aprobación, amor, cariño, intercambio. En fin, sentimos grandes deseos de estar en armonía con el otro, y cuando eso no es posible, casi siempre sufrimos. Si la persona no es alguien demasiado importante podemos marcharnos, pero si es alguien con quien debes convivir, como puede ser tu padre, tu madre, hermanos o incluso tu jefe, tienes que tratar de alinear tus expectativas con la realidad. Cuanto menos esperemos del otro, más libres seremos. Trabaja tu autoestima y observa si te sientes dependiente de esa otra persona. Si te es posible partir, sigue tu camino, si no, trata de fortalecer tu espiritualidad y busca tu luz.
6. Crea un espacio sólo tuyo
En cualquier lugar en que estemos podemos tener un espacio sólo nuestro. En tu casa, e incluso en tu trabajo, porque no se trata de un espacio externo, sino de un espacio interno. Medita. Verás que pequeñas pausas de meditación, oración, mantras, pueden hacer verdaderos milagros en la vida de una persona. El espacio está en tu mente, y más tarde puede llegar a ser un espacio en el mundo material. Hemos de ser libres en la mente para manifestar esa libertad en el mundo objetivo.
7. Perdónate por tener que convivir con alguien así...
Si todavía no lo conoces, es el momento de procurar aprender más sobre el Ho'oponopono, que es una linda técnica de perdón que enseña que debemos, en primer lugar, perdonarnos por tener que vivir las experiencias amargas que vivimos, y que, perdonándonos, limpiaremos las energías y vibraciones del ambiente, modificando todo nuestro entorno. Habla contigo mismo, pensando en la situación, y en la persona del conflicto, emanando sanación, luz, amor universal, purificación:Te pido perdón, lo siento mucho, te amo, muchas gracias.
Recuerda, la vida es tuya, y cuanto antes asumas la responsabilidad por tus conflictos, más pronto comandarás tu propia felicidad.