¡Sólo le pasa a quien le tiene que pasar!
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 08/04/2020 11:34:19
por SPAÇO NATUREZA & TERAPIAS
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Por Silvio Farranha Filho, psicoanalista
Traducción de Teresa
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Una cosa me ha llamado la atención en una noticia sobre el comercio de la zona de la Calle 25 de Marzo, en el centro de la capital paulista, a finales de 2008, informando la frecuencia de un millón de consumidores al día, que generaron unos ingresos de 17,6 billones de reales. Otra noticia fue la preocupación de la policía militar por mejorar la seguridad pública, teniendo en cuenta que en el año anterior las operaciones policiales apresaron 1.269 carteristas en dicha zona.
Hagamos un cálculo grosero, consideremos que esos malhechores asaltaron a 10 personas cada uno y que cada víctima tuviese 100 reales. Como resultado tendríamos 12.690 personas agredidas representando el 0,01269% del total de personas/día. Perdieron R$1.269.000,00 lo cual representa 0,000.% de 17 billones. Por muchas personas que los malhechores hayan asaltado, los perjuicios no llegan a arañar la facturación total. Entonces ¿quiénes son esas personas atacadas? ¿Por qué exactamente ellas?
Porque esas personas portan en sí el estigma para el atraco, o sea, ellas traen internamente una marca que genera la necesidad de aprender a través de esta experiencia. Los cacos existen por y para estas marcas, ellos son atraídos y sólo a esas personas pueden y deben asaltar. Cacos y víctimas ligados por culpa de sus elecciones y de sus verdades, de sus marcas internas, que a menudo vienen arrastrando de otras vidas.
Del total restante, los otros novecientos y tantos mil, de entre ellos, ¿cuántas otras personas desavisadas de los criterios de seguridad, incluso abusaron de los descuidos, se expusieron a riesgos innecesarios, y aún así nada les ha pasado? Las personas atracadas, de alguna forma, actúan de esa manera consigo mismas.
Hurtan, ya sea a sí mismas o a otras personas el tiempo, la energía, la emoción, la amistad, la creatividad, la vitalidad física, la alegría, el apoyo de los amigos, el dinero. Practican pequeños delitos con los impuestos o se quedan con el cambio que recibieron de más, omiten el gasto que les han cobrado de menos, mantienen habladurías internas de que en este país no se debe ser persona honrada, regatean los precios más de lo necesario, minan la energía de sus colaboradores, imponen condiciones a sus allegados, vampirizan energías, hacen apropiaciones indebidas, etc.
Aparentan que son personas normales, políticamente correctas y aceptadas en la sociedad. Entonces, los asaltantes hacen con ellas igual que ellas hacen consigo mismas.
Si ya fuiste víctima de algún atraco, ¿cuáles fueron las lecciones de vida aprendidas con la experiencia? ¿Aprendiste a la primera o te han hecho falta repeticiones? Aun así ¿has aprendido? ¿Podrías haber aprendido de alguna otra forma? ¿Te has fijado en las señales? Psicológicamente, robo está asociado a carencia, necesidad, juzgamiento. Pregúntate: ¿qué tengo miedo de no poder tener o de no merecer, o qué tengo miedo de perder?
Haz una evaluación honrada: ¿Cómo estás "birlando" tu propia cartera? Nada pasa por casualidad, pues sólo le pasa a quien le tiene que pasar.