¿Somos superiores?
por Graziella Marraccini em STUM WORLDAtualizado em 26/07/2008 09:09:19
Traducción de Teresa - [email protected]
En el artículo de la semana pasada reflexioné sobre el hecho de considerarnos, nosotros los humanos, superiores a las otras especies animales. Comenté acerca de los cinco sentidos físicos que poseemos en común con los animales, pero que empleamos en grados diferentes, según la necesidad de nuestra especie, que se ha adaptado a los medios disponibles y al medioambiente y se ha desarrollado a lo largo de los milenios, en mayor o menor grado, en comparación con las diferentes eras. Al desarrollar nuestro cerebro, para analizar los conceptos abstractos y servirnos de ellos en nuestra vida diaria, estamos empleando, según la astrología, el lado más sutil del planeta Mercurio, o sea, estamos desarrollando el raciocinio a partir de los conceptos aprendidos, enseñados, recibidos a través del ambiente en que hemos crecido. Y esa es la razón por la cual los pediatras nos enseñan que el cerebro se desarrolla en los primeros años de vida y que el niño necesita de estímulo constante para poder emplear al máximo sus capacidades cognitivas.
Mercurio, según su posición en el mapa y los aspectos recibidos (incluso la retrogradación o la combustión – véase artículo ya publicado sobre Mercurio) puede indicar también si seremos o no ágiles en el pensamiento y en el aprendizaje y puede indicarnos si tendremos problemas de sordera, por ejemplo, o dificultades de locomoción, de comunicación, etc., etc.
La Cábala nos enseña que la raíz de todos nuestros males (incluso físicos) está en nuestro cerebro, en nuestra forma de pensar y de reaccionar con actos positivos o negativos ante los obstáculos a que nos enfrentamos. A diferencia de los animales, cuyo estímulo se basa en la supervivencia (o sea, alimentación, confort y reproducción, principalmente) nosotros pensamos ¡y esto nos causa muchos, muchos males! El pensamiento – Mercurio – queda interconectado con la Luna en el Árbol de la Vida (Véanse los artículos sobre la Cábala en este Web). La Luna representa el ambiente materno – útero, hogar, madre y familia – o sea, el condicionamiento recibido en la infancia. Por tanto, Mercurio – también llamado Lucifer por los cabalistas – habla directamente a la Luna (Ego) y ésta reacciona según lo aprendido. Para modificar este fenómeno natural hemos de aprender a desarrollar la intuición, o sea, tenemos que conectarnos directamente con la Luz, con Dios, con nuestro Yo Superior. Cuando nos encontramos en dificultades debemos clamar a Dios: “¡Socorro, mi Señor, ven a ayudarme! Ayúdame a superar esta prueba para mi propio bien”. La oración, la meditación y otras prácticas de conexión abren canales que modifican nuestras células ¡y pueden incluso conseguir curarnos de males considerados incurables por la medicina! Son los llamados ‘milagros’ que la medicina no explica. ¡En realidad, hemos de estar agradecidos a Dios por enviarnos tantas pruebas! Elige la gratitud, agradece a Dios y pide su ayuda para superar la dificultad y verás que, con el pensamiento positivo, todo se irá modificando poco a poco. ¡No te quejes, agradece!
No sé si el animal tiene intuición, pues no creo que los instintos sean, realmente, equivalentes a la intuición. El animal simplemente vive, ¡pero no sabe por qué vive! El impulso vital que provoca la multiplicación de las células no tiene una razón de ser no siendo la propia supervivencia. ¡Una ameba sobrevive aunque no piense! Nosotros, sin embargo, consideramos que conocemos la razón de la vida porque pensamos, pero nos confundimos en nuestras propias teorías, alejándonos del cierne de la cuestión. Queremos saber por qué vivimos, pero no logramos responder a la cuestión; entonces no quedamos ni a un lado ni al otro, sino en la incertidumbre, agarrándonos a explicaciones materiales ¡cuando la respuesta está dentro de nosotros! Ese error de evaluación es la causa del caos interior en que vivimos. Si tuviésemos más confianza en Dios y escuchásemos nuestra voz interior que se conecta directamente con Él, nos sentiríamos más integrados, más felices. Con nuestras dudas generamos pensamientos negativos que causan desequilibrio orgánico y, consiguientemente, dolor y sufrimiento.
Por medio de la meditación en los 72 nombres de Dios (los Genios cabalísticos o Ángeles) podemos entrar en el campo metafísico y modificar nuestros pensamientos. La semana pasada, entre la puesta de sol del día 18 y la del día 19, tuvo lugar el Día de Pinchas, día en que la energía provocó una regeneración energética en las células. Esa energía, sin embargo, permanece abierta todo el tiempo, durante todo el año, basta conectarnos con ella. Cada uno de nosotros nace bajo una energía específica, y tiene su propio Genio Cabalístico para ligarlo directamente con la Luz. Cuando conectamos con esa energía podemos superar SIEMPRE las dificultades de la vida. La energía de la Cura está en esa conexión y en el cambio de nuestros pensamientos “mercuriales” a una octava superior, generada por la energía de Urano, ligada directamente con nuestro Sol.
¡Venga, busquemos entonces esa conexión con nuestro Ángel Cabalístico y pidámosle ayuda para conectarnos con la Luz! ¡Encuentra el tuyo a través del test interactivo en el STUM!
¡Queda con la Luz en tu camino y te sentirás seguro!
Repitamos “¡Cállate, Lucifer! ¡Yo solamente escucho la voz de mi corazón!”
¡Buena semana para todos!
São Paulo, 15 de julio de 2008.