Su creencia es su sentencia!
por Rosana Braga em STUM WORLDAtualizado em 19/09/2004 11:43:56
Traducción: Marta Susana Pacho – [email protected]
He insistido, hace bastante tiempo, en que atraemos para nuestras vidas a personas que se corresponden con nuestras creencias internas, aquellas más enraizadas en nuestro subconsciente, o sea, que no siempre nos damos cuenta fácilmente que alimentamos y, principalmente, que actuamos y hacemos elecciones basándonos en ellas.
Cada día estoy más segura de que la relaciones que establecemos en dada fase de nuestras vidas son atraídas y determinadas por nuestras “verdades personales”, por aquello que creemos que es más consistente, coherente y aceptable.
Hasta aquí pareciera ser que identificarnos fuera fácil en lo que determina nuestras relaciones. Por ello estoy segura de que nuestras creencias son nuestras sentencias. También estoy segura de que solamente con mucho autoconocimiento, valor y predisposición para determinar nuestros conceptos más profundos, podremos conocer nuestras creencias y transformarlas.
Generalmente, yo diría que la mayoría de las veces, conocemos poco o casi nada de las creencias que adquirimos, especialmente durante nuestros primeros 20 años de vida, porque es una etapa en que casi siempre las personas más cercanas a nosotros tienen siempre algo que darnos o enseñarnos como “verdades”, sea a través de la palabra o de sus propias acciones. De esta forma, recibimos y absorbemos de ellas muchas cosas que no necesariamente son verdades útiles para nosotros.
Solamente a partir del momento en que nos reconocemos como adultos y asumimos enteramente la responsabilidad de nuestras vidas (esto, sin culpar a nuestros padres, al destino, condición social, física o económica, o lo que sea, por nuestros fracasos) es que podemos encarar este cúmulo de creencias y comenzar el proceso no siempre fácil de deshacernos de aquellas que no nos convienen y asumir enteramente aquello en que creemos. Es sólo en este momento cuando podemos escoger consciente y responsablemente nuestras creencias y así, decidir nuestra sentencia.
Todo esto para decir que el amor que tú ofreces, la actitud con que lo recibes de tus relaciones, está absolutamente ligado a tus creencias acerca del afecto, enamoramiento, matrimonio, cariño, compañerismo, fidelidad, confianza, respeto y admiración.
No basta afirmar y reafirmar indiscriminadamente todo el tiempo que quieres encontrar una persona para compartir tu vida, que deseas que tu matrimonio sea feliz, que lo que más quieres es ser feliz en el amor, si de verdad, contundentemente, no crees en esta posibilidad.
Tal vez piensas que lo crees; tal vez quieres creerlo; pero más que pensar o querer, es preciso transformar sus creencias internas, descifrarlas, reconocerlas y admitirlas como tuyas y a través de un trabajo profundo y dedicado “vomitarlas” cual venenos y reabsorberlas como creencias positivas que te lleven al éxito, y a la seguridad absoluta de creer que es posible conquistar lo que deseas.
¿Cómo hacer esto?
Me gustaría mucho decirte que es fácil, pero no puedo; Estaría mintiendo. Puedo, decirte que es totalmente posible, o que acaso lo sea más fácil de lo que te imaginas.
Para lograrlo necesitas iniciar un proceso de auto-observación durante el mayor tiempo que te sea posible y con el corazón abierto, sin criticarte ni defenderte, no te culpes ni te absuelvas, sólo obsérvate.
Por ejemplo: ¿Qué es lo que realmente piensas en lo más profundo de ti cuando alguien te cuenta sobre una relación muy feliz? Piensas “Qué bueno, ojala que continúe así y que ellos sean cada día más felices...” O tal vez piensa... “Ninguna relación puede ser tan feliz, sólo debe estar exagerando o inventando”. O aun más... ¿Qué piensas cuando alguien te dice que muchos hombres quieren asumir un compromiso y que muchas mujeres no están interesadas? Piensas... “Que bueno que aun existen personas disponibles y bien intencionadas” o “Sí, como no; entonces yo soy Papá Noel”!
Este es un buen comienzo para que sepas lo que realmente crees, porque aquella voz que oyes bajito, con sonido ahogado, todo el tiempo hablando cosas dentro de ti, pero que generalmente maquillas, enmascaras, reformulas o expresas de otra forma, es la que mejor descifra tus verdaderas creencias... Por ello, presta atención, piensa en ello!
En algunas ocasiones podrás sentirte avergonzado o sorprendido ante este descubrimiento del que nunca antes tuviste conocimiento por no haberlo enfrentado ni admitido que estaba en ti, pero sólo una vez que hayas reconocido esto podrás aceptar tus creencias y sabrás donde dejarlas, sea dentro o fuera de ti.
Mi deseo es que comiences a creer que amar y ser amado es posible. Que el primer paso debes darlo tú y que a partir de ese instante sepas que el tipo de amor que atraes es el que mejor se complementa con tus creencias íntimas; o sea, el amor en el que crees es el amor que tendrás!
El título del texto fue inspirado en una frase de Losf, autor del libro “Clon Rico, Clon Pobre”.