Sueño Nuestro de Cada Día
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 30/10/2014 12:14:10
por Zantina - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
De la misma forma que pedimos el “Pan Nuestro de Cada Día” debíamos también pedir los sueños, o mejor, el recordar lo que hemos soñado durante la noche. Porque a través de los sueños recibimos la orientación necesaria para vivir mejor y desarrollar nuestras habilidades.
El sueño es el canal directo con lo Divino y por eso mismo algunas religiones han demonizado esos mensajes. Lo importante para esas religiones era hacer que nos convirtiésemos en seguidores suyos. SUS mensajes era lo que debían ser importantes para nosotros.
Y así hemos ido, a lo largo de los siglos, dejando de creer en los mensajes que recibimos durante el sueño, y hemos dejado también de orientarnos por el Guía Interno Divino, como si sólo algunos “elegidos” pudiesen recibir mensajes Divinas. También desaprendimos la comprensión de los significados de esos mensajes, lo cual ha llevado a muchos a buscar en los libros el “Significado de los Sueños”, ¡¡como si Dios hablase a toda la humanidad de la misma manera!!
Dios habla a cada uno de forma personal. Él hablará de la Edelwaiss a un austríaco, por ser una flor que es corriente encontrar en los Alpes, pero ella no tendría sentido alguno para un hindú (por ejemplo).
Las flores tendrán un significado diferente para un florista, para un romántico o para un pescador de Alaska.
Lo que necesitamos es aprender otra vez a utilizar los sueños que recibimos para convertirlos nuevamente en un diálogo, abriendo con ellos un canal de comunicación con lo Divino.
Los sueños nos indican caminos y orientan nuestras actitudes para que podamos vencer los pequeños y grandes desafíos a que nos enfrentamos, y también a vivir de forma mucho más placentera.
El primer paso es anotar en un cuaderno todo lo que se ha soñado, incluso aunque no se comprendan los mensajes. Al percibir que empezamos a prestar atención a lo que se nos envía, el Guía Interno Divino empieza a enseñarnos y a promover sueños cada vez más perfeccionados, conforme a nuestro desarrollo.
El segundo paso es hacer algo en relación con los sueños, así es como el sueño pasa a ser un diálogo con lo Divino.
En el próximo texto traeré claves sobre cómo participar en esa conversación iniciada por los sueños.
Y ruega a tu Guía Interno Divino que te ayude a acordarte de sus mensajes.