Sueños y metas
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 17/06/2014 11:22:45
por Tom Coelho - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
"El futuro pertenece a aquellos que creen
en la belleza de sus sueños."
(Eleanor Roosevelt)
Parafraseando a Víctor Hugo, no hay nada como un sueño para crear el futuro. Todo esto puede parecer cursi, pero tú debes vigilar tus pasos en relación a tus sueños y nunca alejarte de ellos. Si prefieres ser más técnico y menos filosófico, sustituye la palabra “sueños” por “metas”. Pero avanza siempre confiado hacia el cumplimiento de tus planes, rectamente como una flecha, pues lo que convierte un sueño en irrealizable es la inercia de quien lo sueña. El hombre nunca puede dejar de soñar. Los sueños son el alimento del alma, como la comida lo es del cuerpo.
La mayoría de las personas toma los límites de su campo de visión como límites del mundo. Ellas ven las cosas y se preguntan por qué. En cambio, los vencedores responden: "¿Por qué no?". Pocos aceptan el fardo de la propia victoria; la mayoría desiste de sus sueños cuando se hacen posibles. El primer síntoma de que estamos matando nuestros sueños es la falta de tiempo. Las personas más ocupadas tienen tiempo para todo. Aquellas que no hacen nada están habitualmente cansadas. Nunca tenemos tiempo para hacerlo bien. Pero siempre tenemos tiempo para hacerlo nuevamente…
"Yo tuve un sueño de que mis cuatro hijos un día van a vivir en una nación donde no serán juzgados por el color de su piel, sino por el contenido de su carácter". Cuando Martin Luther King Jr. profirió estas palabras en su famoso discurso, encontró gran resistencia en el seno de una sociedad conservadora y racista que todavía hoy destaca por estar llena de prejuicios. Su pensamiento "subversivo", entretanto, encontró aliados. King no pudo vivir para presenciar el efecto de sus actos. Pero el tiempo se encargó de concretizar su sueño. Si no el de igualdad, al menos el de oportunidad.
CUANDO ENSEÑES, ENSEÑA TAMBIÉN A DUDAR DE LO QUE ENSEÑAS
No necesitamos saber ni "cómo", ni "dónde", pero hay una pregunta que todos debemos hacer cuando empezamos cualquier cosa: "¿Para qué tengo que hacer esto?". Entonces, ¿tú eres de los que conducen o de los que son conducidos? ¿Elegiste tú o has sido elegido por tu profesión, por tu empresa?
Entre lo acertado y lo equivocado hay siempre espacio para errores mayores. La vida no siempre está basada en las respuestas que recibimos, sino especialmente en las preguntas que hacemos. Yo, particularmente, al repasar mi vida, advierto que he estado en una carrera de obstáculos, habiendo sido yo mismo el más grande de todos. Según Tom Morris, “La gran clave para la satisfacción es algo en que no solemos fijarnos. No es conseguir lo que queremos, sino querer aquello que hemos conseguido”.
Toda gloria es fruto de la osadía. La osadía de intentar ser mejor. No es tarea fácil, pues hay siempre una monda de plátano al acecho de una tragedia. Y las sombras son siempre negras, aunque sea la de un cisne. Pero espero verte reflexionar sobre tus sueños y metas, corrigiendo tu derrotero y bañándote en las aguas permanentes del cambio.
Feliz el que comprende que hay que cambiar mucho para ser siempre el mismo.
P.D.: El texto hace uso, además, de frases de Arthur Schopenhauer, Jack Parr, Paulo Coelho y Tancredo Neves.