Superando Tragedias
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 25/11/2010 15:28:56
por Oliveira Fidelis Filho - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Los momentos difíciles pueden y deben ser utilizados como instrumento de maduración, transformación, perfeccionamiento, evolución y de otros tantos provechos; esto ocurre si quien los pasa está dotado de resiliencia, puesto que los mismos momentos difíciles son también capaces de producir desilusión, indignación, desánimo, postración e incontables perjuicios. En este aspecto, es bienvenida la sabiduría popular cuando declara que “el mismo Sol que endurece el barro derrite la cera”.
Los beneficios o perjuicios de una dificultad, sea en el área que fuere, dependerán siempre de la actitud adoptada, de la postura proactiva o reactiva en relación a la misma. Por más aparentemente perjudicial que sea un acontecimiento, seguirá en nuestras manos elegir la actitud a asumir de cara a lo ocurrido. Algunas tragedias escapan totalmente al control; en cambio, el juicio de valor, el sentimiento albergado y las acciones resultantes, serán siempre fruto de lo que se elija.
Por tanto, hay victorias que empobrecen y hay derrotas que enriquecen. Hay pérdidas que son verdaderas ganancias y hay ganancias que son grandes pérdidas. En este aspecto, es posible afirmar que Marina, la candidata del PV a la presidencia de la república, salió “enriquecida por su prometedora derrota”.
Mientras acompañaba el exitoso rescate de los treinta y tres mineros en Chile, me acordé de la vergonzosa tragedia de la que fueron víctimas ciento dieciocho marinos a bordo del submarino nuclear ruso Kursk. En lo que concierne al episodio ruso, es posible decir que el viejo régimen se hundió con el submarino; por otra parte, en lo que atañe a Chile, el gobierno y el pueblo salieron fortalecidos, los mineros fueron salvados y el país ha ganado en visibilidad y respetabilidad.
Aún en relación con la tragedia de los marinos rusos, en su mayoría jóvenes, sigue resonando en el recuerdo de muchos el cuestionamiento de Valentina Avliene, madre del cocinero del Kursk, un chaval de 20 años, cuando dijo “antiguamente el pueblo ruso era castigado por traicionar al Estado. Pero ¿por qué no pasa nada cuando el Estado traiciona al pueblo?” Entiendo que tal declaración no tiene plazo de caducidad ni se aplica a un único régimen político.
En cuanto a Chile, la prontitud en admitir el accidente, la eficiencia y agilidad de la acción, la búsqueda de ayuda en países competentes, la libertad de prensa, la transparencia de los procedimientos, la valoración de la vida humana y la capacidad de vislumbrar en un desmoronamiento una oportunidad de redención, protagonizan un reality showque emocionó al mundo, con derecho a final feliz.
Chile es un país vecino que gratuitamente siempre he admirado y que ahora, aparte del pueblo, geografía y topografía que tanto me encantan, posee además esa historia de superación, que difícilmente será olvidada.
En cuanto a los mineros rescatados, algunos aprovecharán al máximo el acontecimiento y expandirán sus horizontes. Otros quedarán ligados al pasado y, aunque físicamente libertos del subsuelo, permanecerán presos a los acontecimientos de los días de confinamiento. Otros, aún, simplemente retornarán al trabajo, dando continuidad a la vida, con poca o ninguna alteración. Algunos aprovecharán al máximo la repentina fama, mientras que otros tendrán mucha dificultad para convivir con ella. Creo que puede ser un gran proyecto acompañar la secuencia de acontecimientos en la vida de cada uno.
Con independencia de la forma en cómo aprovecharán el acontecimiento, es posible beneficiarnos con algunas lecciones valiosas, pues, de manera semejante a la presidenciable Marina, a los marinos rusos y a los mineros chilenos, también nos enfrentamos a naufragios, derrotas y desmoronamientos. Imposible pasar por la Tierra sin confrontarnos con estas realidades. En sí, ellas están destituidas de juicio de valor, de importancia, de significado; revestirlas de significado, de importancia, es opción y tarea personal.
Ante todo, para superar los obstáculos es necesario buscar sobrevivir de la mejor forma posible, mientras dura la adversidad. Buscar el cuidado de la salud psíquica, física, emocional, espiritual, es fundamental. Es preciso sobrevivir para continuar viviendo y, cuanto más saludable sea esta sobrevivencia, mejor.
Es preciso tener en mente que el sufrimiento tiene la buena costumbre de traer consigo el germen de la evolución. Por eso es fundamental entenderlo como preciosa oportunidad de reciclaje existencial, de aprendizaje y de expansión.
Los “desmoronamientos” tienen el poder de sacarnos de la zona de confort. Es común mantener una situación por acomodación, y por miedo a los cambios permanecer aferrados a circunstancias desgastantes, generadoras de sufrimientos y perjuicios. Por miedo a enfrentarnos a las creencias personales, a los juicios de la familia, de la religión y de la sociedad, se ahogan los gemidos y se tragan las lágrimas. En estas circunstancias, los desmoronamientosson dádivas de los cielos que prestan el coraje necesario para la decisión, para el cambio, para la liberación y para nuevos comienzos.
En los “naufragios” y “desmoronamientos” es importante tener humildad para buscar o aceptar ayuda especializada. Grosso modo es posible decir que el orgullo y la truculencia rusa hicieron perecer a ciento dieciocho marinos, mientras que la humildad del gobierno chileno, que lo llevó a buscar ayuda, salvó preciosas vidas. Siempre habrá alguien especializado para ayudarnos a salir del fondo del pozo;pero es preciso buscar la ayuda y dejarse ayudar.
Finalizando, cabe aquí aún una pregunta: ¿qué es lo que ha hecho tan distinto el episodio de los mineros chilenos? Es evidente que no fue el hecho en sí, pues los desmoronamientos de minas ocurren con frecuencia, con rescate o no de mineros. Tampoco se debe al hecho de que los mineros chilenos sean superiores o inferiores intelectualmente, profesionalmente o en cualquier otro ítem. La diferencia recae en el uso positivo de lo que se presenta de forma negativa, o sea, la capacidad de transformar pérdidas en ganancias.
Se cuenta que uno de los mayores yacimientos de diamantes en África se mostró a partir de desmoronamientos provocados por una violenta tempestad. Quizá el gobierno chileno conozca esta historia, pues también supo transformar una tragedia en una fuente de riqueza.
El poder de la alquimia continúa disponible para quienes creen y lo saben usar.
