¿Te enfadas mucho en casa?
por Silvia Malamud em STUM WORLDAtualizado em 21/06/2013 11:22:20
Traducción de Teresa - [email protected]
¿Formas parte del elenco de personas que ven gran parte de su vida envuelta en diversas disputas familiares de difícil solución? ¿A veces te parece que esa situación nunca se va a terminar y/o estallas o la pasas por alto, o sales de casa, o permaneces acorralado dentro de tu cuarto esperando a que todo pase?
Experimentar consecutivamente esa clase de vivencias puede ser más dañino para tu expresión en el mundo de lo que puedes suponer. Los sentimientos subliminales que provienen de las riñas crónicas, además de generar enorme malestar, llevan a reacciones emocionales defensivas indebidas para lidiar con ese estrés. El problema es que si tú notas que nunca eres escuchado, por ejemplo, como reacción puedes ir a lo largo de la vida con una creencia infundada del tipo de: Yo no valgo nada, o soy insignificante, y otras así por el estilo… Y como reacción emocional, reflejo de lo que has pasado o todavía pasas, puede que te conviertas en aquel tipo que intenta imponerse a toda costa, o que seas de aquellos que se aíslan por considerar que no vale la pena siquiera intentar exponer tu opinión. Si observas verás que, en las dos soluciones, el telón de fondo, lo que rige el movimiento, es la angustia.
Situaciones dañosas de esa clase sin duda originan reacciones indeseables por el mundo adelante, y lo peor, quedamos atados a ellas como robots. Como si un yo nuestro percibiese una parte de sí actuando, y sin estar satisfecho con esa pauta de funcionamiento, se sintiese impotente por no ser capaz de cambiar. Y en ese caso, si no haces nada al respecto, invariablemente repetirás el malestar que constantemente pasas o has pasado en casa.
Los escenarios cambian, pero nuestro sistema de sobrevivencia, nuestra máquina cerebral, si no se hace un buen trabajo de reprocesado, de nueva significación, sigue fijada en la pauta de funcionamiento aprendida. No es nada productivo pasar por experiencias diferentes de las que se han tenido en casa y contestar con la misma reacción aprendida. A menudo la persona percibe que las situaciones a lo largo de la vida pueden ser diferentes y que lo ocurrido en casa ya pasó, pero se le hace difícil ser de otro modo, lo cual sólo empeora las angustias, promoviendo incluso la baja autoestima. Y ¿qué hacer para cambiar este ciclo de repetición?
Incluso cuando se tienen secretos de familia mal resueltos. Difícil comunicación entre padres e hijos o entre hijos y padres. Cuando los padres tienen dificultades para imponerse, cuando sienten que han perdido la mano para con los hijos y que ya no tienen autoridad. Cuando los hijos, aun que ya sean adultos, se sienten descalificados por los padres y por la familia en general, y en cualquier vivencia complicada en ese ámbito, donde alguna angustia de difícil solución insiste en permanecer, el abordaje terapéutico EMDR ayuda a reprocesar el tema central y toda la red de informaciones emocionales implicadas.
Para saber más sobre EMDR y cómo funciona:
EMDR es un abordaje desarrollado por Francine Shapiro, EUA, hoy mundialmente conocido y divulgado. La terapia pasa por un movimiento ocular referido a ambos lados o algún otro movimiento bilateral para que el cerebro pueda reproducir la fase REM del sueño, que es cuando soñamos e intentamos resolver alguna cuestión emocional por medio de nuestros simbolismos emocionales, personales y a veces universales. El EMDR es neuropsicología y ayuda al cerebro a conducirse como si estuviese pasando por un sueño mientras está despierto.
A partir de una especie de campo quirúrgico creado por el terapeuta y el paciente, éste, totalmente consciente, reprocesa la situación perturbadora, donde escenas difíciles, sensaciones corporales, recuerdos y otros, van siendo reprocesados para la sanación y modificación definitiva de pautas de funcionamiento, a menudo de toda una vida.