¿Te sientes prisionero? I
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 08/04/2020 11:34:13
por Teresa Cristina Pascotto - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Siempre que buscamos cambios por medio del auto-conocimiento, inevitablemente obtenemos progresos y logros. Somos capaces de liberarnos de algunas ataduras y esto nos lleva a un nivel "superior" en nuestra trayectoria de vida. Alcanzado este punto, logramos vislumbrar nuevas posibilidades, la vida se hace más sencilla y es más fácil conseguir lo que nos proponemos; esto es maravilloso, pero al mismo tiempo, es perturbador para el Ego, ya que no está acostumbrado a esas facilidades y tampoco a estar en ese lugar donde la frecuencia vibratoria alcanzada nos mantiene en un estado algo más elevado, haciendo que lo que deseamos venga a nosotros de forma fácil y suave, sin grandes esfuerzos o sufrimientos. Las cosas empiezan a parecerle vacías y sin sentido, pues estaba acostumbrado a tener con qué ocuparse, a la desesperación de querer y temer no obtener; esto, pese a ser muy desagradable, le aportaba cierto movimiento y sensación de poder y de vida. Cuando las cosas sobrevienen a contento, él no se siente adecuado ni adaptado a esa nueva condición.
Frente a esa sensación de falta de poder, el Ego se desespera y echa mano de sus estrategias de supervivencia; y el recurso más poderoso que encuentra es "entregarnos como rehenes" a cualquier verdugo dispuesto a encerrarnos en su calabozo. El Ego considera que corre graves riesgos, y esa facilidad con que discurre la vida cuando estamos bajo el mando de nuestro Espíritu, le produce "pánico". Para lograr entregarnos como rehenes con facilidad, empieza a liberar contenidos del inconsciente, haciendo salir a la superficie miedos, dudas, dolores, sentimientos negativos. Esto nos desequilibra y nuestra frecuencia vibratoria "cae", haciéndonos sentir ten inseguros y débiles como para desear encontrar "abrigo en el primer sitio acogedor" (para atraernos, el verdugo nos hará sentir acogidos) que surja.
El Ego prefiere vernos prisioneros antes que tener que dejarse conducir por nuestro Espíritu. Al objeto de garantizar que estaremos a buen recaudo, buscará en su "catálogo de memorias" algún verdugo con el cual mantengamos cuestiones de vidas pasadas, alguien que tendrá mucho gusto, motivos y deseos de tenernos prisioneros, y hará de todo para drenar nuestras energías, empleándolas en beneficio suyo. Ese verdugo, para prestarse a esa clase de situación (inconsciente), es alguien que no confía en sí mismo, y considera que tiene necesidad de absorber o "robar" a los demás, para obtener lo que desea; por tanto, es astuto y peligroso, y como no soporta la idea de perder un prisionero, nos mantendrá muy bien vigilados, sin darnos la menor posibilidad de salir. Este calabozo es como una "central eléctrica" particular del verdugo, que se abastece de la energía de los prisioneros; así, él absorbe nuestra energía y la emplea como combustible para lograr sus intentos, y "roba" la energía-conciencia de todo lo que hayamos desarrollado en términos de potenciales y capacidades para hacer que nuestra vida adelante, utilizándola para "que adelante la suya".
Ahora el Ego se siente seguro. Pero pasado ese momento, empezamos a sentirnos presos, la sensación es la de que hay realmente algo que nos traba, nos sentimos confundidos y totalmente impotentes e incapaces de liberarnos. Solo tenemos la conciencia de que todo iba muy bien en nuestra vida y, de un momento a otro, todo empieza a perderse y nos sentimos prisioneros. Caemos en la desesperación, nos debatimos, intentamos emplear nuestros "poderes" para liberarnos, pero todo es en vano, pues aparte de no tener conciencia de lo que realmente está ocurriendo, estamos en una "prisión de máxima seguridad", de la cual el Ego no quiere salir. Prefiere permanecer preso en manos de ese verdugo a tener que habérselas en manos de nuestro Espíritu, pues considera que éste nos llevará por el camino de la perdición y que nuestro Espíritu es un "loco" al habernos puesto en ese camino.
Ante una situación como esta, si constatamos que algo así nos está ocurriendo, lo único que podemos hacer es ACEPTAR. Al fin y al cabo, lo que nos está pasando es eso, y no otra cosa. A partir de ahí, podremos hallar una salida.
Cuando nuestro Espíritu eligió las cuestiones que habríamos de resolver en esta vida, eligió incluso esa tendencia nuestra a mantenernos prisioneros, cuestión que viene de vidas pasadas. Trajo esa cuestión a fin de que podamos curarla, a fin de que podamos modificar las creencias y necesidades inconscientes que siempre nos llevan a considerar que estar prisioneros es un "buen mecanismo de defensa"; esta es una "estrategia de supervivencia" de otras vidas, que ha de ser desactivada y sustituida por una estrategia divina y pura.
Por tanto, nuestro Espíritu sabía que cuando empezase a manifestarse y a hacerse más presente en el comando de nuestra vida, el Ego se defendería y buscaría ese recurso para impedirlo.
De esa forma, nuestro Espíritu permitió que fuésemos hechos prisioneros en esa cárcel de máxima seguridad, porque en ella encontraríamos las condiciones ideales para equilibrar esa cuestión en nuestra vida. Eligió darnos esa oportunidad en esta vida en un momento en que es posible para todos los humanos tomar conciencia de verdades pasadas, para que pudiésemos resolver esa cuestión, llevándonos a ser conscientes de su existencia, al objeto de iluminarla. Por tanto, estamos ante una extraordinaria posibilidad de encontrar la curación de esa tendencia nuestra.
Continuará.