¿Te sientes realizado?
por Graziella Marraccini em STUM WORLDAtualizado em 09/04/2012 12:23:57
Traducción de Teresa - [email protected]
¿Te sientes realizado? ¡Cuántas veces nos hacemos esta pregunta y no conseguimos contestarla! Para contestar a esta pregunta es preciso reconocer primeramente qué significa ‘realización’ para cada uno de nosotros. Desde pequeñitos tenemos objetivos y cuando los alcanzamos sentimos dentro de nosotros una satisfacción inmensa, una emoción que identificamos como realización y que nos hace mucho bien. La realización, por tanto, tendría relación con alcanzar nuestros objetivos, que a decir verdad, van cambiando a lo largo de la vida. Cuando somos pequeñitos, el biberón, el regazo de la madre y el confort de una camita calentita es lo suficiente para nuestra realización. Pese a todo, crecemos y sentimos la necesidad de socializarnos, explorar el mundo, buscar pareja, amar, casarnos, tener hijos, etc. Y también existe la realización material, la comodidad proporcionada por el dinero y por los bienes materiales que puedan provenir de nuestra profesión. La realización profesional. Y después, los bienes materiales no nos bastan y vamos en busca de otra cosa. La auto-realización se convierte entonces en un objetivo apremiante.
La Astrología, especialmente la cabalística, nos enseña que en una primera parte de la vida buscamos realizaciones más materiales, relacionadas con nuestro Ego (Luna) y con sus necesidades. Como ya he explicado en artículos anteriores, la Luna, que representa nuestro condicionamiento familiar, cultural y social, funciona como el cochero de un carruaje cuyo pasajero es el Sol (nuestro patrón de identificación), el cual lleva ese carruaje a lo largo de un camino (de la vida) en busca de su objetivo postrero: la meta de evolución del espíritu.
Para conseguir recorrer ese camino y realizar los objetivos del Sol, la Luna ha de saber conducir los ‘caballos’, o sea, los elementos animales e instintivos de nuestro cuerpo físico. Por esta razón, es preciso primeramente conocer y dominar nuestros instintos básicos para que ellos nos ayuden y no estorben nuestro camino. Los elementos animales e instintivos de nuestro cuerpo se relacionan con los cuatro elementos y también con cuatro planetas principales: Mercurio – aprendizaje y comunicación; Venus – búsqueda del placer y la satisfacción; Marte – instinto sexual y espíritu de iniciativa; Júpiter – socialización y evolución moral. En la base por tanto, esos instintos nos ayudan a progresar en los primeros años de la vida, y esto es necesario. Creo que todos conocemos aquella frase que dice: ¡pensamos, tal como pensamos procedemos y tal como procedemos forjamos nuestro destino! Pues esa es, por tanto, la forma de pensamiento que está en el origen de todas nuestras decisiones. Podemos decir entonces, que difícilmente antes del primer retorno de Saturno (que se produce en torno a los 28 años) sentimos la necesidad de preguntarnos qué hemos venido a hacer aquí, a dónde vamos y cuáles son nuestros objetivos de vida. Vivimos al ritmo de la Luna, como ya expliqué en otro artículo publicado en el STUM. La Luna, nuestro cochero, ¿lleva los caballos o es llevada por ellos? Si nuestros instintos y necesidades físicas comandan nuestros actos, entonces somos rehenes de la parte vegeto-animal de nuestro ser. Esto ocurre principalmente durante los primeros años de la vida, también hasta los 28 años aproximadamente, pues la satisfacción emocional es la primera necesidad básica de todo ser humano. Buscamos confort, alimento, seguridad, placer, y realización de deseos, todo muy natural, o sea, de nuestra naturaleza animal.
¡No obstante, a medida que evolucionamos espiritualmente, la realización de los deseos físicos no es suficiente para nosotros! Esos son placeres efímeros y no satisfacen a nuestro Yo Interior. Al fin y al cabo, por más necesarias que sean esas realizaciones, no significan nuestra ‘verdadera realización’. Nuestra verdadera realización es la que conseguimos tras reconocer nuestra meta espiritual, aquella que fue elegida por nuestro Espíritu/Sol, que se encarna con una meta bien definida, aunque no siempre reconocida. Por tanto, solo conociendo profundamente nuestra verdadera identidad podremos alcanzar nuestra meta y entonces sí, nos sentiremos completamente realizados. Elegimos una profesión en un período de nuestra vida en el cual nuestras ideas sobre el Yo Espiritual aún no están muy claras. Podemos entonces recorrer senderos que nos fueron indicados por la familia, por la sociedad, o incluso por la conveniencia monetaria. Pero pasados algunos años, cuando la parte material y física de nuestra vida ya está siendo colmada, nos encontramos con un enorme vacuo interior, un vacío indefinido que produce inquietud e insatisfacción. Entonces empezamos la búsqueda de nuestra auto-realización. Esa búsqueda puede ser corta o larga, dependiendo de nuestra mayor o menor dependencia respecto de nuestros caballos/instintos. ¡Pero al final, nuestro carruaje no irá a ninguna parte si no conseguimos conocer y dominar la naturaleza de nuestros caballos! Y nuestro Yo/Sol tendrá que dar órdenes a la Luna, comprendiendo sus necesidades (emocionales y sentimentales), pero sin perder de vista sus objetivos. Solamente con ese autoconocimiento y con el dominio del espíritu sobre la materia podremos alcanzar la realización. ¡Y reconoceremos cuáles son los reales objetivos de nuestra existencia en la Tierra, que auxiliarán la evolución de nuestro espíritu!
No afirmo que eso sea fácil, ni tampoco rápido. Pero garantizo que hay varias herramientas para conseguir ese objetivo. El conocimiento de nuestro Mapa astral Natal, el seguimiento anual de los ciclos planetarios (progresiones anuales y revoluciones solares) representan una herramienta poderosa, rápida y clara para ese fin. En una sola consulta (presencial o no) con un astrólogo competente, podrás obtener esclarecimientos acerca de muchos puntos oscuros de tu personalidad y, por consiguiente, de tu destino. Ese es el verdadero papel de la Astrología: proporcionarte un análisis claro, rápido y seguro de tu mapa natal, que no es otra cosa que tu ‘ecuación personal’, o sea, algo único que muestra como en una ‘radiografía’ cuál será tu destino y cómo alcanzarás la realización de tus objetivos. Entonces, apreciado lector, ¿has hecho ya tu mapa astral? ¿Has hecho tu progresión anual? ¡Aprovecha la promoción actual que incluye la lectura del mapa natal + la progresión anual (tránsitos planetarios) y avanza por el camino de la auto-realización! Mira en mi Web personal (www.astrosirius.com.br ) cómo pedir cita para tu consulta y aprovecha para leer más artículos sobre esa ciencia de auto-conocimiento llamada Astrología.Apreciados lectores, estaré atendiendo en Río de Janeiro y en Niterói del 18 al 26 de abril, pero desgraciadamente ya no tengo más horas disponibles. ¡Aunque tengo pensado volver y también podré disponer visitas en otras ciudades! ¡Escribid y manifestad vuestro interés, para que yo pueda programar una visita a vuestra ciudad! Y no olvidéis que atiendo a distancia, por Skype o enviando la interpretación en mp3.
Agradezco inmensamente las contribuciones que recibo por medio de los correos electrónicos, y también lo que me comunican de retorno los clientes (¿o pacientes?) que ya han confiado en mis interpretaciones. ¡Deseo a todos una semana llena de Luz, Armonía y Paz Interior!
São Paulo, 4 de abril de 2012