Tiempo de volar com alas de mariposa
por Rubia A. Dantés em STUM WORLDAtualizado em 28/11/2008 18:19:35
Traducción de Teresa - [email protected]
La vida sucede en ciclos mayores y menores de tiempo y esos ciclos pueden ser percibidos gracias al retorno de determinada energía. Cuando pasamos a observar el suceder de ese movimiento, podemos comprender lo que está llegando para ser liberado y contribuir voluntariamente a ese proceso. Los velos van siendo retirados poco a poco y con cada retorno de la misma energía liberamos una nueva capa de lo que nos impide Ser lo que verdaderamente somos.
Podemos identificar por dónde estamos pasando en un ciclo y trabajar en sintonía con esa energía para que las cosas tengan lugar más suavemente… observando los acontecimientos… los sueños, las situaciones que se presentan.
Observar la naturaleza nos hace percibir que también podemos fluir con la vida… y que la Divinidad nos da exactamente lo que necesitamos, cuando nos entregamos a ese movimiento natural, sin resistirnos… y sin intentar adaptar el tiempo y los acontecimientos a lo que nos dicta la mente racional.
Cuando estamos dispuestos a liberar los velos, tendremos toda la ayuda del Universo… y es sabio trabajar en aquello que nos llega naturalmente… Si forzamos alguna cosa sería como comer una fruta que aún está verde… cuando lo ideal es comer las frutas de la época en que ya están maduras.
Algunas veces a lo largo de la vida nos vemos frente a ritos de pasaje que se manifiestan muy claramente. Es aquel instante en que la mariposa sale del capullo y deja completamente atrás la fase de oruga…
Esos momentos no son los más fáciles, porque cuando el día va a clarear, la noche nos parece más oscura… pero si sabemos por lo que estamos pasando podremos facilitar el proceso, no resistiéndonos, comprendiendo que todo está siendo guiado por una Fuerza mayor. Está produciéndose un movimiento perfecto y armonioso y resistirnos a él sólo nos hace perder energía preciosa, dificultando lo que sería sencillo y natural…
Confiamos e hilamos… haciendo nuestra parte.
Tal como dar a luz un hijo… en esos ritos de pasaje, donde la muerte antecede al renacimiento, damos a Luz a nosotros mismos.
Sólo que ahora, en este nuevo tiempo, con la posibilidad de un nacimiento inmaculado… sin el concepto de las muchas creencias y patrones que querían inculcarnos un sentimiento de culpa por haber nacido ya con el peso de un supuesto pecado…
Aunque conscientemente esto ya no forme parte de nuestras creencias, en lo inconsciente ese registro nos hacía considerar que no éramos merecedores…
Pero sí lo somos… y mucho… Merecedores de todas las cosas buenas… sin esfuerzo.
Cuando fluimos en sintonía con el ciclo que está en marcha, las cosas suceden sin esfuerzo y eso es nuestro derecho Divino. Basta de esa creencia de que todo ha de venir con mucho esfuerzo y mucho luchar… esto ya no forma parte del nuevo Tiempo. Si no damos valor más que a lo que viene sólo con mucho esfuerzo, estamos enviando al Universo el mensaje de que queremos que las cosas sucedan siempre así.
Sé que ese es un patrón muy antiguo y está muy arraigado en nuestras memorias ancestrales… pero llega un tiempo en que comprendemos que somos seres de Pura Luz y es hora de aceptar nuestra verdadera identidad. Ya no se corresponden con quienes somos ciertos patrones que tanto limitan y sujetan.
Por eso… cuando siento que estoy a punto de renacer, agradezco y me entrego por entero porque sé que más allá de aquel lugar donde el túnel es más angosto y más difícil de pasar está esperándome la Luz de un nuevo amanecer… y allá no existen las limitaciones del capullo que me impedían volar con las alas azules de una mariposa que descubrió que era mucho más que una oruga…