Tiempo es Arte - la hora es ahora
por Sergio Scabia em STUM WORLDAtualizado em 08/04/2020 11:35:03
Traducción de Teresa - [email protected]
Mismo estaba esperando algo que me diera ocasión para volver a hablar sobre las Cartas de Cristo, después de haber completado su publicación íntegra en los Blogs y de enviar nada menos que diez boletines quincenales sobre ese tema, cuando fui informado de que habrá una meditación colectiva como la sugerida por el Maestro/Hermano en la carta 8 del libro, dentro de 30 días.
Es obvio que no me considero a la altura de introducir o comentar el maravilloso contenido que se nos ha transmitido, por la inmensa calidad y el alcance de la obra, que demanda una poco común sabiduría y una conciencia mucho más que despierta. Pese a todo, es preciso que alguien asuma esta responsabilidad, con respeto y humildad, llevando la visión correcta de la Verdad de la vida hasta tu monitor, para que puedas sentir tú también el vínculo, el lazo energético que a todos une, pulsando más fuertemente, creando un puente con la Conciencia Crística, elevándose, trascendiendo los límites de la materia, del espacio, vibrando Luz, compasión, sencillez y paz.
Cuántas personas no han logrado ya, por las Cartas, liberarse definitivamente de creencias obsoletas, de dogmas risibles, de la hipocresía y del control externo ejercido sin nuestro consenso y a menudo hiriendo profundamente nuestra Alma que nació libre, amorosa, absolutamente perfecta en su esencia. Hay muchos seres que, cada vez más maduros y confiados en sí mismos, se han vuelto buscadores eximios de la Verdad, convirtiéndose en brillante ejemplo para sus semejantes, lo mismo que un poderoso faro de Luz que orienta a los demás navegantes en el océano de la existencia. Incluso pienso que mi función principal respecto de este asunto ha sido mayormente la de golpear el tambor, lo más fuerte posible, de forma a continuar motivando a las gentes, tan frecuentemente cansadas, desanimadas, estresadas y con poca reserva de energía, recordándoles su misión, su propósito majestuoso, su Divinidad, su poder innato. Todos hemos venido aquí para hacer historia, no para escapar, buscando atajos y facilidades, a las pruebas que concertamos otrora en el astral.
Decididamente, los principales medios han guardado silencio, han omitido comentar, profundizar en el contenido del libro, entrevistando a lectores, a representantes de las principales religiones, o incluso organizando debates, mesas redondas, investigando a la canalizadora y el origen de todo. Tampoco es de hoy que lo que de hecho liberta al ser humano no interesa a las grandes empresas de comunicación, servidoras de un amo que suele utilizar su poder económico para manipular la realidad, los valores y las conciencias. Sabemos todos que la banalidad, la superficialidad y lo desechable forman parte hoy de lo cotidiano de las gentes, que están a años-luz de las Leyes de la Existencia, perdidas, adormecidas y viviendo - sin percibirlo - en el mundo de la ilusión. Una vez más reitero que es nuestra obligación tratar de proporcionar a esos hermanos y hermanas una ayuda energética inteligente, una información pertinente, enfocada y constante, actuando como aquella gota perseverante que es capaz de horadar la piedra más dura, más tenaz.
Somos Uno solo y es preciso - como nunca antes - hacer el bien a nuestro alrededor, siempre sin esperar nada a cambio.
Acompaño desde hace muchos años el Calendario Maya y la jornada de los llamados "Ingenieros del tiempo"; para ellos valía el concepto "Tiempo es Arte" en vez del bisoño aforismo actual que reza "tiempo es dinero". Echando las cuentas, faltan poco más de cien días para el fatídico 21 de diciembre, fecha en que termina el calendario. No tengo ni idea de lo que pueda llegar a ocurrir, pero mucha energía se ha encaminado ya a esa fecha/evento y sabemos que toda acción provoca una actuación contraria. Como vivimos en un Universo en perfecto equilibrio, que siempre tiende a recomponer las desarmonías que los reinos de la Naturaleza han sufrido por la acción predatoria del hombre, es posible que algo se presente con fuerza para curar a la Madre Tierra de sus heridas.
Quizá vengan a ser las grandes tormentas solares o la entrada de todo el sistema solar en eso que se dio en llamar cinturón de fotones, un campo de Luz tan concentrado que causaría una oscuridad temporal, pero que provocaría, según algunos estudiosos, una súbita expansión de la conciencia de la humanidad. Nada de destrucción apocalíptica. Solo transformación profunda. ¿Será el empujón que nos situará por fin en el proceso de cambio tan necesario, tan urgente?
Nada ocurre por casualidad. ¿No podría ser que el retorno de Cristo - con su libro, en realidad un indispensable manual para una vida emocional/mental/espiritual completa - coincida con este momento de la verdad planetaria, en una magnífica y tan aguardada sincronía?
Falta poco, y pronto lo sabremos. Pero siempre, del tiempo que tenemos, podemos hacer. ¡Arte! Hay mucha actividad para practicar y quienes acompañan regularmente el STUM bien saben cómo expandir el aura, la conciencia, el auto-conocimiento, la armonía interior.
Hay el evento en cuestión que me proporcionó el input, aparte del encuentro que tendrá lugar en Bragança Paulista, cerca de São Paulo: compruébalo en este enlace
Los efectos positivos de la meditación, en el plano físico y espiritual, en grupos o individualmente, en el mismo foco y en el mismo lapso de tiempo, no solo son notados por los participantes, que pasan a vibrar en sintonía sutil, formando una onda poderosa de Luz. Resultados extraordinarios se difunden en el ambiente circunstante, elevando el nivel consciencial de los habitantes de barrios enteros.
Únete a este grupo donde quiera que estés, haz que suceda para ti también este evento.
Vale la pena y el Universo lo agradece.
Sé muy feliz, como mereces y merecen tantos hermanos y hermanas en torno a ti.
Namastê (El Dios que existe en mí saluda al Dios que habita en Ti).
Agradezco aquí a los queridos y pacientes Guías y a toda la pandilla que permite que este Website exista: Rodolfo, Sandra, Teresa, Marcos, Anderson, Ian, Lidiane. ¡y Tú!