¿Tienes dificultad para decidirte en la vida?
por Silvia Malamud em STUM WORLDAtualizado em 19/12/2015 11:31:38
Traducción de Teresa - [email protected]
Cuando una persona convive en un medio donde los padres o incluso la pareja suelen invertir todo cuanto puede significar verdad para ella misma, con el tiempo el propio psiquismo acaba haciendo esa clase de trabajo. O sea, las víctimas de esas vivencias, sistemáticamente, pasarán a dudar de sus propias percepciones, no necesitando que nadie del mundo externo les haga este daño. Esas son situaciones que pueden marcar la vida tan profundamente, que aun siendo fuerte y coherente, cualquiera que pase por tales injusticias difícilmente se sentirá suficientemente seguro como para modificar el rumbo del timón, si es que está pasando por situaciones dañosas en que impera el abuso emocional.
El conflicto entre lo hago o no lo hago, o eso está tan mal para mí, hasta el punto de tener que cambiar de rumbo o será que estoy exagerando, serán cuestiones contundentes que deben ser sanadas para poder superar una existencia de ese tipo.
Nuestra máquina biológica actúa por repetición y a una potencia inimaginablemente mayor que lo que podamos sospechar. Al elegir escuchar determinada música dentro de un coche, es casi seguro que al volver al vehículo esa misma música resonará en nuestros oídos como posibilidad de repetición del evento anterior. Cuando nos acostumbramos a tomar el famoso cafelito después del almuerzo, aunque conscientemente sepamos que eso nos produce acidez estomacal y que tenemos que dejar de tomarlo por el bien de nuestra propia salud, nuestros sistemas automáticos continuarán proporcionándonos, tras el almuerzo, el deseo condicionado por el café. Mirad cómo esto sucede frecuentemente en nuestras vidas, en los más variados temas.
No pocas veces, dejamos a un lado nuestros previos conocimientos sobre lo que puede ser dañino para nosotros en cualquier área de la vida y acabamos sucumbiendo a nuestros obsoletos y viciados programas cerebrales de respuestas automáticas que, por motivos distintos, en algún momento de nuestra vida fue lo mejor que hemos podido construir para nosotros mismos. Nosotros los hemos creado y sólo nosotros tenemos el poder y la capacidad para dejar de estar condicionados a ellos. Claro que hay una red neurológica implicada en todo ese movimiento.
Una de las soluciones que más me gustan, y que ha venido dando resultados impresionantes, es la vía de reprocesado cerebral que utilizo por medio de la terapia de EMDR y Brainspotting.
Con esas terapias, como si fuese una especie de cirugía cerebral, se enfoca la cuestión perturbadora, y con algunos procedimientos más, el evento repetitivo perturbador sigue una línea de reprocesado rápido, como si todos los contenidos que forman parte de esas respuestas automáticas fuesen totalmente digeridos y adquiriesen nuevo significado. Es una terapia impactante que trabaja con los hemisferios cerebrales y que vale la pena comprobar.
Y no pienses que sea sencilla, aunque en principio lo parezca, sólo un profesional habilitado puede tener la maestría de, al lado del paciente, prestarle auxilio en sus viajes a los subterráneos de su mente, dando nuevo significado a todo lo que no está bien, hasta el punto de cambiar mapas de difícil funcionamiento, para situaciones de logros mucho mejores, que las más de las veces son totalmente inusitados. Es una oportunidad de apuesta por lo nuevo y de experimentar en la práctica cuán fantásticas son nuestras máquinas biológicas y cómo, cuando están bien orientadas, siempre trabajan a nuestro favor. A menudo un comportamiento antiguo ya no nos sirve y sólo querer cambiar no es lo bastante. Hay que reprocesar el sistema de respuestas automáticas para que el cerebro pase a responder de modo diferente del anterior y mucho más satisfactorio.
¡Siempre vale la pena existir mejor, y cuánto más despiertos mejor!
2016: ¡hacia la Era de la Conciencia Lúcida!
