¿Tienes el deseo neurótico de cambiar a los demás?
por Maria Isabel Carapinha em STUM WORLDAtualizado em 08/04/2020 11:35:12
Traducción de Teresa
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Las diferencias entre las personas son oportunidades maravillosas de crecimiento personal, pero mientras no se establece la conciencia de este hecho, nos quejamos, insultamos, nos disgustamos, consideramos que nadie nos comprende e incluso llegamos a pensar que somos el único ser humano sobre la Tierra diferente de todo el mundo.
Injusticias, persecuciones y convivencia con personas que no tienen buena índole o buen carácter son cosas que ocurren, ¡pero la gran diferencia está en la forma que tenemos de reaccionar frente a ello!
El sentirse inadecuado en una o en diversas situaciones de la vida es un aviso claro de que un cambio se hace necesario. Pensar que todo el mundo se equivoca y tú estás en lo cierto es un grito de tu YO diciendo que necesitas ayuda.
El deseo neurótico de cambiar a los demás puede llevarte a enfermar o a quedarte solo. Ninguna de las dos situaciones está entre nuestros deseos, entonces ¿qué tal aceptar que el cambio se hace necesario?
Ten la absoluta seguridad de que toda situación negativa, toda desavenencia y sufrimiento son resultado de un comienzo erróneo que persiste el tiempo necesario para tu aprendizaje; según tu deseo, este tiempo puede acortarse o puede formar parte de tu vida por la eternidad.
Otra cosa muy interesante que podemos verificar es la repetición de situaciones. Si el aprendizaje no se concretiza en una determinada situación y tú simplemente saltas fuera de ella, a lo largo del tiempo vas a atraer muchas, muchas situaciones iguales con la necesidad de un final diferente; pero si el aprendizaje no se produce, el final será el mismo de la situación anterior.
Cuanto más divertida, leve, intensa, constructiva y placentera sea tu vida, más atributos creará como estos.
Para tener un cambio positivo, ¡en primer lugar has de desearlo! Ten la seguridad de que has venido a este mundo con la misión de progresar y crecer espiritualmente sirviéndote de cada situación buena o menos buena como medio para llegar a la plenitud de tu felicidad.
Despiértate cantando, ten buenos pensamientos y, sobre todo, ¡observa la vida! Qué cosa extraña esta de observar la vida, pero así es como funciona si algo te desagrada; si alguien te hace daño entiende el por qué de ocurrir eso, ¡busca ayuda para identificar lo que despierta en ti el deseo neurótico de cambiar al otro! Por detrás de todo eso habrá siempre un dolor o bloqueo originales que podrán ser tratados y eliminados por medio de la Mesa Radiónica.
La eliminación de un bloqueo hace atraer nuevas situaciones a tu vida en un nuevo nivel vibracional.
Hace algunos meses atendí a un señor que criticaba al mundo, su posición era la de considerar que todo y todos estaban equivocados, criticaba dentro y fuera de su casa, criticaba a amigos y a enemigos; en el trabajo no lograba entenderse con nadie y sólo permanecía en él porque era el dueño del negocio; creía de veras que no necesitaba cambiar su postura. Había venido a mi consulta a ruegos de su esposa e hija.
Yo escuché atentamente cada palabra; por muy negativo y desgastante que fuese su desahogo, era lo que él de hecho sentía.
Después de que hubo expuesto su forma de ver el mundo, le expliqué que la acción de la Mesa Radiónica tenía el único objetivo de situar su vibración en un nivel energético que le hiciese sentir placer en vivir. Fui lo más sutil que he podido, hasta con el fin de poder hacer la corrección de energía, y que él no me incluyese en la lista de personas que él tenía que hacer cambiar o abandonar. En lo que se refiere a la actuación energética de la Mesa Radiónica, no hace falta que la persona crea, pues la energía siempre será transformada para mejor y eso me ayuda mucho en la atención a los más incrédulos.
Llevé a cabo el equilibrado de todas sus frecuencias energéticas y empecé entonces la identificación del bloqueo que le hacía pensar que todo el mundo estaba equivocado y él inadecuado en todas las situaciones que vivía. Identifiqué, entonces, un momento cuando él estaba entre los tres y los tres años y medio de edad. De inmediato él me dijo en su posición contraria de siempre que era imposible recordar algo de hacía tanto tiempo. Le expliqué, entonces, que como estaba en tratamiento energético sí se acordaría, y que yo iba a ayudarle. En este exacto segundo en que terminé mi explicación, él me dijo: lo único que recuerdo es que en mi casa todos eran adultos y tenían sus vidas, pues yo fui un hijo que llegó a destiempo, después de quince años. ¡Uf! Pensé conmigo: he aquí la raíz de todo sentimiento de inadecuación y de querer llamar la atención para sí todo el tiempo con sus quejas. El deseo neurótico de cambiar a todo el mundo tenía su origen en el sentimiento de inadecuación en aquella familia, qué estaba haciendo él allí, si nadie le daba atención y el deseo de quejarse todo el tiempo tenía por objetivo llamar la atención sobre sí, aunque fuese de una manera negativa. Eliminé tal bloqueo y le expliqué que de ahora en adelante él se sentiría distinto ante cada situación vivida, pues su dolor original o bloqueo original, que le llevaban a la repetición de situaciones había sido eliminado.
Pasadas algunas semanas, oí de aquel hombre duro e incrédulo la confesión de que él de hecho tenía que haber cambiado, y cuán bueno era lo que estaba ocurriendo en su vida.
¡Esa es mi satisfacción en cada historia que puedo ayudar a cambiar y lo que me hace cada día amar más y más lo que hago!