¿Tienes tiempo para ti?
por Maria Isabel Carapinha em STUM WORLDAtualizado em 02/07/2010 12:04:10
Traducción de Teresa - [email protected]
¿Tienes tiempo para ti?
Descanso del primer tiempo del partido Brasil – Chile. ¡Uf! Dos cero – ese es el marcador, favorable a Brasil por el momento.
El país se ha parado, nadie por las calles, ¡todas las atenciones dirigidas al partido!
Durante el primer tiempo mientras miraba el partido, empecé a pensar en el texto que debía escribir esta semana y decidí hacer un análisis del tiempo que gastamos con nosotros mismos.
Si dijésemos: “voy a tomarme la tarde para mí”, todos quedarían pasmados.
¿Cómo vas a abandonar todo para ponerte a no hacer nada? Ese es nuestro enfoque cuando pensamos en invertir el tiempo en nosotros mismos.
Observa, el país se ha parado y todo mañana continúa igual; las empresas de alguna forma recuperan el tiempo perdido, los bancos siguen girando por los sistemas implantados, o sea, cuando queremos, encontramos el tiempo necesario para hacer lo que deseamos y eso nos deja colmados.
Lo que ocurre en la correría de nuestro día a día es que nunca tenemos tiempo para nada, principalmente si es para nosotros mismos, tenemos que trabajar, cuidar de la casa, del marido, de los hijos, tenemos que ganar dinero y ¿dónde nos situamos en esa lista de prioridades? ¿Sabes qué es lo que nos aporta esa falta de tiempo? Un enorme vacío interior, una necesidad de búsqueda continua que, a decir verdad, no es más que una falta de equilibrio en nuestra vida; significa, en otras palabras, no tener paz de espíritu.
Muchas veces nos preguntamos ¿dónde está es paz de espíritu, ese equilibrio que tanto deseamos? ¿Quién o qué puede proporcionármelo?
El secreto está en cambiar tu patrón vibracional, está en cuidar de ti olvidando momentáneamente el mundo a tu alrededor.
Estando bien y feliz, lo transmitirás a otros, haciendo que patrones vibracionales semejantes entren en tu vida. Incluso tu compañía pasará a ser más agradable y disputada por los demás.
Todos nosotros somos seres únicos, con energías propias que son fruto de nuestras vivencias a lo largo de los años. Las experiencias positivas y negativas son las responsables por nuestra forma energética hoy.
Lo que sienten las personas, cuando están a nuestro lado, es la energía que emitimos.
He aquí el momento para que te pares a pensar en ti…
¿Cómo son tus días? No será que tú esperas a que la vida pase y al final del día dices: ¡uf! un día más que he vivido, qué lucha.
Sería bastante mejor poder decir: yo vivo y disfruto intensamente cada momento de mi vida y ¿por qué no vivir así?
Tratando de tu equilibrio personal y deshaciendo los bloqueos energéticos de tu vida, todas las conquistas se vuelven posibles, pues pasarás a vibrar en frecuencia de equilibrio, acercando a tu vida todo lo que está en sintonía contigo.
Cuidar de tu energía significa volverte hacia ti mismo, significa estar absolutamente seguro de que la persona más importante en el mundo eres tú ¡y requieres toda atención ahora!
Al hacer atendimientos con la mesa radiónica, siempre verifico que cuando eliminamos bloqueos energéticos, éstos están directamente ligados a los sentimientos vividos por la persona en su día a día, entonces ¿por qué no librarse de ellos? Hago siempre que la persona identifique los patrones repetitivos de su comportamiento, o sea, es un tiempo en que te detienes y analizas tu vida. ¡Es un tiempo solo tuyo!
La rutina intensa, en la gran mayoría de los casos, no te permite pararte y escuchar lo que hay dentro de ti, cuáles son tus sueños, tus deseos, ¿estás permitiéndote vivirlos? Si no vives como deseas, ya sea en la parte de las relaciones, en la parte del trabajo o en cualquier otro aspecto de tu vida, estoy segura de que te encuentras fuera de tu patrón vibracional.
La Radiestesia evalúa y cuida de las energías en torno a ti, incluyendo la parte de ambiente y la personal pero tú eres el autor principal en ese escenario de la vida, has de decidir cuidar de ti en primer lugar.
Algunas sencillas cosas marcan la diferencia:
- Despiértate más temprano para cuidar de tu apariencia;
- Cuida de tu equilibrio diario, con ejercicios de energización propios;
- Modifica tu rutina, deja las cosas que haces diariamente y pon otras en su lugar, aunque parezca locura, esto te hará bien;
- Ve a sitios donde nunca has estado, vive experiencias enriquecedoras, esto te hará sentir pleno de energía.
Cuando estamos fuera de nuestro equilibrio vibracional, contemplamos la vida de una forma fantasiosa, o sea, esperamos siempre a que ocurra aquello que soñamos, y la realidad es otra. Las expectativas desenfrenadas te conducen a la frustración.
Agradece todos los días por lo que eres y por lo que tienes, ¡todo lo demás que venga aparte de esto, será puro placer!
Protestar por la vida significa mirar siempre hacia donde tú no quieres ir.
Dos son los sentimientos que nunca forman parte de tu vida al mismo tiempo, uno es el amor y el otro es el miedo, donde esté uno el otro se esfuma.
Hace algunos meses, fui requerida para hacer un atendimiento en una casa en el interior de S. Paulo. Cuando llegué allí, estaba toda la familia reunida, a la expectativa de cambios.
Habían oído hablar mucho sobre la Radiestesia.
Me encanta cuando esto ocurre, pues el empeño que ponen en cumplir lo que oriento es mucho mayor y los beneficios cosechados son más inmediatos.
El radiestesista tiene una función muy importante en el diagnóstico, pero lo que hará cambiar de veras las cosas es la participación de las personas implicadas en el proceso.
El tiempo que dedicarán a los cambios es fundamental para recoger beneficios a corto plazo.Comenzaron el relato de lo que estaba ocurriendo en la casa diciendo que después de haberse mudado para ella, algunos procesos depresivos se habían instalado y surgieron dolencias crónicas.
No hubo una descripción más detallada. Considero que es una forma de poner a prueba al radiestesista, pero en el fondo, me parece muy bien.
Empecé la medición por las habitaciones, como siempre hago, pues es el lugar donde pasamos más tiempo y mientras nuestras frecuencias están más bajas, por tanto, más susceptibles frente a interferencias energéticas.
Detecté, en el cuarto de la hija, la presencia de una energía de suelo justamente a la cabecera de la cama, añadida a un efecto Hartmann. En ese caso de sumatoria de energías, ni siquiera me planteo las curas, pido se cambie de sitio la cama.
La madre empezó, entonces, a describirme el actual momento de la hija, muy depresiva y sin autoestima, se sentía rechazada por todos y no tenía convivencia social. El proceso depresivo había llegado hasta tal punto que la niña incluso había abandonado los estudios, pues se sentía enferma, débil y sin energía.
Así, le expliqué que el proceso depresivo estaba relacionado con la energía a que la niña había estado expuesta, pero el proceso de rechazo debía ser evaluado en la mesa radiónica; le dije que atendería a una cosa cada vez.
Medí después el cuarto del hijo, una vena de agua pasaba por el lugar donde estaba la mesa del computador, en el cuarto del muchacho.
La pregunté si el chico permanecía mucho tiempo expuesto a esta energía. La madre me contó que él trabaja en casa como webdesigner y tenía una alergia que no se curaba en las palmas de las manos y en la juntura del brazo. Le dije entonces: vamos a curar esa energía y acompañar lo que ocurre.
En el resto de la casa no había nada.
Pasadas algunas semanas volví al lugar y verifiqué que la niña estaba bastante mejor, se sentía más alegre y con nuevos deseos de hacer cosas.
Lo que le molestaba aún era el proceso de rechazo intenso que sentía.
La llamé, entonces, para una consulta personal con la mesa radiónica. Identifiqué un bloqueo energético muy intenso cuando ella tenía la edad de tres años. Seguramente no se acordaba de nada. Eliminamos el bloqueo en la mesa y después de algunos días fui a charlar con la madre a fin de verificar lo que había pasado en aquella época.
La madre confesó que, en aquella época, tuvo que poner a la hija en la escuela en régimen de semi-internado, pues de modo algo inesperado había tenido que volver a trabajar, pues su marido entró en serios problemas económicos por la quiebra de una sociedad, y se habían quedado sin recursos.
Y añadió: Mi hija tuvo muchas dificultades para aceptar todo eso, recurrimos incluso a psicólogos; aparentemente, parecía que todo estaba resuelto, pero por lo que percibo ahora, ir a la escuela significó para ella el comienzo del proceso de rechazo en su vida. Le dije que lo más importante era que habíamos encontrado el origen del bloqueo y éste fue eliminado; vamos a acompañarlo.
Meses más tarde, la madre acudió a mí con una invitación en la mano, pues su hija estaba haciendo teatro y aquella sería la primera presentación. Tuve, en aquel momento, la absoluta certidumbre de que ella estaba curada y atendiendo a su vida.
El niño estaba curado también del proceso alérgico desarrollado.
Cuida de ti siempre. Comprende lo que hay por detrás de una emoción, busca el origen y elimínala. ¡El tiempo que gastas en ti es una inversión para tu futuro!
