Todo lo que deseamos para el otro retorna a nosotros en doble
por Maria Isabel Carapinha em STUM WORLDAtualizado em 04/07/2012 14:22:49
Traducción de Teresa - [email protected]
Las situaciones que nos causan desgaste emocional, por lo regular vienen, en la secuencia, acompañadas de sentimientos que no deberían nunca pasar por nuestra mente, tales como odio, ira, envidia, rechazo e inseguridad. En el momento en que somos tomados por tales sentimientos, deseamos al otro, al que nos ha causado dicho sentimiento, la peor de las energías posibles y he aquí, entonces, nuestro gran error…
La energía que emitimos encaminada al otro retorna a nuestra vida como si fuese un bumerán. Los ejemplos que nos rodean son infinitos, pero solo tomamos conciencia cuando tales efectos forman parte de nuestra vida.
El término de una relación por ejemplo, puede generar en la persona que se encuentra herida y lastimada el inmenso deseo de que el otro no consiga prosperar ni desarrollarse en la vida, pues a fin de cuentas todo lo que él es hoy lo debe a su persona, según su forma de contemplar la situación. Lo que ocurre con el paso del tiempo es que la fuente que origina tal deseo ruin para el otro pasa a vivir esta energía íntegramente. Situaciones y preocupaciones por el aspecto monetario que nunca habían interferido en su vida pasan a formar parte de su día a día.
Si de alguna forma fuimos despedidos injustamente o perjudicados en nuestro honor, es probable que el sentimiento de rebelión venga a instalarse de inmediato y nuestro deseo es exterminar a quien ha causado tal sentimiento; esas emociones suscitadas no son nada nobles. El retorno de esa energía puede representar un serio problema de salud, que puede incluso impedirnos disfrutar el dinero que se habrá de recibir en el proceso, cuando se cumpla la justicia. Aquí cabe aquella noble frase que dice que el perdón es un acto de inteligencia; perdonar y desear al otro lo mejor hace que nuestra vida recobre su brillo y su armonía.
Para que tal proceso de perdón se instale de hecho en nuestro corazón, hace falta una transmutación energética de la situación dolorosa que se ha vivido y una conexión espiritual, y para ello empleamos dos herramientas fundamentales: la Mesa Radiónica, como instrumento de desbloqueo de dicha situación, y la Oración del Perdón Huna para la transmutación espiritual.
Estas dos herramientas en conjunto te llevarán a reducir de manera increíble tu sentimiento de tristeza y decepción, y te harán situarte en una nueva realidad, donde todo y todos se encajen en tu vida. Estar en armonía con el todo es de suma importancia para nuestro desarrollo personal, pues cuando nos encontrarnos en fases negativas y con el corazón repleto de energías tristes, perdemos un tiempo enorme de nuestra vida lamentándonos y creando energías negativas a nuestro alrededor.
En este preciso momento has de estar preguntándote ¿cómo podré desear todo lo mejor a quien tanto daño me hizo? De manera consciente, y solos, realmente no somos capaces de transmutar todo eso, pues somos seres humanos y estamos aquí en nueva oportunidad para aprender a traer el amor a nuestra vida. Este es, entonces, el motivo de emplear las herramientas necesarias para esta rápida e intensa transmutación energética.
Tener la mente sana significa admitir pensamientos positivos, espirituales y equilibrados. Al expulsar de tu mente los pensamientos negativos, tú les niegas energía. Al eliminar el pensamiento negativo y afirmar el pensamiento positivo, se forma un nuevo hábito en tu mente. En esta nueva fase de tu vida serás dueño de ella, y la presencia de tu poder personal hará que tus objetivos lleguen a concretizarse.
Levanta tu cabeza, abandona el papel de víctima y lucha, pues debes tener la absoluta certeza de que eres un ser único y especial, con una misión divina que cumplir.
La persona que agrede al otro, aunque sea en pensamientos o palabras, a decir verdad, vive en el miedo. El miedo indica falta de amor, falta de autoestima, falta de poder personal; y sin estas tres características, nuestra vida jamás será armónica.
Las dificultades relacionadas con la autoridad, por ejemplo, con el padre o un jefe, pueden causarnos problemas en la cabeza, como un derrame.
Dificultades relativas al apego pueden causarnos problemas cardíacos.
Algún rechazo en las relaciones puede causar a las mujeres problemas en los senos o el útero.
Estos problemas son siempre originados por nosotros mismos, en forma de emisión de energía negativa hacia quien nos hizo daño; por tanto, es momento de pararnos a reflexionar, a fin de crear una nueva realidad para nuestra vida.
Hace algún tiempo atendí en mi consultorio a una ingeniera que decía no comprender cómo de la noche a mañana su vida se había vuelto patas arriba. Le pedí que describiese detalladamente lo que le pasaba y ella me dijo que estaba triunfando en su profesión con estupenda remuneración, pero sin que tuviese ni idea de cómo, el dinero se esfumaba de sus manos y en el momento presente se encontraba con deudas en la tarjeta de crédito y con préstamos, cosa que nunca le había sucedido. Le pregunté acerca de la relación familiar y afirmó estar distante, pero tranquila. Sobre la parte afectiva, me confidenció que había roto con el novio hacía unos cuatro meses, pero esta no era la razón de su preocupación actual. De manera contundente, además me dijo que nunca había tenido dificultades en esa área y muy pronto estaría con otra persona. Advertí una entonación de rabia y una notable necesidad de cambiar de asunto.
Insistí entonces en la cuestión de la ruptura del noviazgo y ella empezó a contarlo, demostrando sentimientos velados de rabia, odio y decepción. Me confidenció haber ayudado a su ex novio a colocarse profesionalmente, incluso simulando sus estudios, y tras haber conseguido el cargo que tanto deseaba en la empresa, él pasó a salir todas las noches volviendo de madrugada, diciendo tener compromisos profesionales; pero lo que en realidad sucedió fue un deslumbramiento con la nueva condición financiera, que le hizo perderse en la diversión.
Ella llegó a decirme con todas las letras: le tengo mucha rabia y quiero que pierda todo cuanto ha logrado. Solo estaré tranquila cuando lo vea en la misma condición en que un día lo encontré, en la ruina… ¡y debiendo dinero a varias personas!Con mi práctica y la reiteración de historias en mi consultorio, la identificación era clara: energía emitida, energía recibida. Ella estaba recibiendo en su vida todo lo que de peor deseaba para su ex novio.
Sin comentar nada, inicié el tratamiento en la Mesa Radiónica e identifiqué un bloqueo generado hacía seis meses y ella me dijo: esa fue la época en que él fue ascendido, el exacto momento en que todo se transformó en nuestra vida. Deshice en la Mesa Radiónica tal bloqueo a fin de que cuando ella se conectase con tal recuerdo, la energía fuese otra. Le pedí que hiciese la Oración del Perdón Huna durante 21 días y que, entonces, regresase para una nueva consulta. En esta segunda consulta su energía era otra, la transmutación energética se había instalado en su vida, y entonces le expliqué sobre la energía emitida y recibida de vuelta.
Hoy, ella se encuentra con su vida financiera establecida nuevamente y en armonía con todo y todos.