Tragedias colectivas, el retorno de las almas y los misterios de Dios
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 08/04/2020 11:35:27
Autor JOÃO LUIZ SPOSITO
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Traducción de Teresa
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Amados, este tema está en pauta en este momento en que los brasileños viven un gran dolor, la tragedia del pueblo de Brumadinho/MG, que trae un momento de inconformidad generalizado, principalmente por la pérdida de vidas causada por fallos humanos; pero este artículo no va a explorar las causas humanas, porque a ese nivel el tema ya está siendo debidamente tratado por las partes competentes.
La cuestión que abordaré aquí es la referente a las almas que partieron y también a las almas que han quedado en la condición de parientes, cónyuges y amigos de aquellos que volvieron a Dios.
La inteligencia suprema o Dios, en su infinita sabiduría, tiene para cada uno de nosotros una planificación precisa para nuestra permanencia en la Tierra, de nuestro nacimiento, vida y muerte del cuerpo físico.
En ocasiones y locales específicos ocurren lo que denominamos tragedias colectivas, o sea, un gran número de almas desencarnan retornando al mundo espiritual colectivamente y esto forma parte de la planificación divina; si bien no sea posible definir con claridad los motivos específicos para tal evento, aquellos que estudian y comprenden algo sobre espiritualidad saben que hay una fuerte razón para ello.
Sí, amados, los misterios de Dios, siempre para el bien mayor y la evolución de las almas se hacen cumplir y en muchos casos, como el mencionado, siempre por conexiones espirituales, por lo regular trascendentales entre esos espíritus.
En toda la historia humana encontramos sucesos de ese género, desde el comienzo del mundo; y en muchos casos las historias se repiten, pero esa repetición está ligada al grado de evolución de las almas, tanto las que quedan como las que se han ido, porque es preciso entender que el sufrimiento causado por la pérdida de los seres queridos también es aprendizaje, también es enseñanza y está íntimamente ligado a la ley del karma, tanto de los que partieron como de los que quedan.
Es preciso también aprender a leer entrelíneas qué es lo que un evento de esa naturaleza aporta a cada uno de los implicados que han quedado en la Tierra cumpliendo aún su etapa física. En la visión de este autor es una invitación a la espiritualización de la conciencia humana, a buscar el reconocimiento de la inmortalidad de sus seres queridos, aun admitiendo la mortalidad física; es aprender a valorar la vida como un todo, la vida del cuerpo y la vida del alma, cada cual en su proporción.
Amados, los sentimientos son siempre válidos y expresan quiénes somos nosotros y nuestras relaciones con nuestro seres queridos; pero es preciso que ese sentimiento esté cargado de comprensión y no de rebelión, que sea un sentimiento de gratitud, sí, de gratitud, no de gratitud por la pérdida del ser querido, sino de gratitud por haber él existido, por haber convivido con él y principalmente de gratitud por saber que el ser querido volvió a Dios, volvió a donde todos nosotros volveremos un día.
Por tanto, seamos comprensivos y hagamos que ese mensaje de gratitud acompañe a los seres queridos que partieron colectivamente cumpliendo los designios de la sabiduría de Dios, y entonces todos estarán bien, los que quedaron y los que se han ido.
Que la sabiduría del gran Dios esté en el corazón de todos y los bendiga con suavidad y dulzura para que comprendan que estar agradecidos es estar en sintonía con Dios y sus misterios.
Sed felices
João Sposito - Brasilia - DF
Enero 2019