Transformar la mediocridad en excelencia en nuestro lugar de trabajo
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 08/04/2020 11:34:26
por Isha - [email protected]
Traducción de Teresa
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Comodidad, falta de aprecio, queja constante, falta de confianza e incluso miedo al fracaso son aspectos que se pueden transformar cuando cambiamos interiormente. Todo lo que no nos gusta en nuestro entorno, todo lo que nos incomoda, son señales y reflejos de cosas internas que están en resonancia con eso. Pero no necesitamos romper la cabeza intentando analizar esas cosas porque, paso a paso, vamos descubriéndolo todo.
Un aspecto que hemos compartido en otros artículos y que podemos desarrollar para profundizar esta transformación es ser vulnerable, sentir, observar, observarnos a nosotros mismos. Tenemos la idea de que la vulnerabilidad es una flaqueza y eso no es verdad, todo lo contrario, en ella reside una gran fuerza.
Frecuentemente las personas me preguntan cómo siendo vulnerable y enfocando en el amor-consciencia podríamos vivir en un mundo altamente competitivo como el de una empresa, donde esa cualidad puede ser vista como flaqueza. Pero las personas que son transparentes e íntegras inspiran confianza, y cuando inspiras confianza, creas a tu alrededor un grupo de personas en las cuales también puedes confiar. Así todo empieza a florecer a partir de una base sólida: la solidez conferida por la verdad.
La conciencia está permeando todos los aspectos de la vida y las personas con las cuales trabajamos y pasamos la mayor parte de nuestro día, son uno de los principales aspectos. Tenemos que ser excelentes y conscientes, hemos de tener como objetivo dar en vez de tomar, tenemos que servir a la totalidad, y como resultado, todo evoluciona. Y si todo está fluyendo en evolución, las empresas y los negocios también fluyen. Tenemos que dejar marchar la idea de que compartir la verdad o decir lo que sentimos no será bien recibido por los demás. Tenemos todos que cambiar esta idea, especialmente los que desempeñan cargos de jefatura, pues la comunicación franca marca una gran diferencia. En mi experiencia con mi equipo, fluimos y actuamos como una unidad ¡y esto nos permite siempre alcanzar hasta lo que parece imposible! Y este es un modelo a aplicar en cualquier área.
Hagamos una evaluación aquí: Hablábamos sobre mediocridad, cuyos componentes son la falta de transparencia, la falta de integridad, la falta de verdad. Si nos enfocamos en decir nuestra verdad en cada momento, siendo transparentes e íntegros, ¿qué ocurrirá? El nivel de excelencia, de forma natural, aumentará.
Podemos añadir, para profundizar la transformación que nos permite esto, que la mediocridad y la corrupción están íntimamente ligadas, pues siempre que comprometemos y disimulamos la verdad, que tomamos un atajo por conveniencia, que no enfrentamos lo que sucediese, estamos alimentando la corrupción en esa área. La verdad, la transparencia y el compromiso estimulan el brillo de la excelencia, de lo mejor de sí mismo y, como consecuencia, lo opuesto se reduce. Estos son los aspectos que claramente no nos gustan en el lado de fuera, pero es importante que encontremos esos puntos en cada uno de nosotros. Cuando llegas a la oficina, en tu lugar de trabajo:
- ¿Te enfocas primero en todo lo que no te gusta allí? ¿Tu atención está centrada en criticar la apariencia de tus colegas y jefes, en sus formas de actuar y de relacionarse entre sí?
- ¿Utilizas esas historias montadas en tu imaginación para convertirlas en tema de conversación y así justificar el motivo de tus quejas?
- ¿Te enrollas durante el día y pierdes tiempo con lo que sea, porque trabajar te molesta?
- ¿Cuántas veces ocultas que estás participando en algún chat, para que otros no perciban que tienes la atención en otra parte?
- En pensamiento, ¿cuántas veces al día te dices a ti mismo que preferías estar en otra parte o con otra persona? ¿Cuántas veces divagas en tus fantasías?
Estas son únicamente algunas preguntas para evidenciar dónde está tu energía diariamente. Tu cuerpo puede estar en tu trabajo, pero tu mente y tus sentimientos no lo están. Eso quizá tenga como resultado que tú luchas con lo que ocurre ahí, que es donde tú estás realmente, pero el conflicto y la insatisfacción están creándose en tu cabeza. Si es así, párate y enfócate en el momento presente, aquí donde está tu cuerpo, aquí donde se está produciendo tu respiración, aquí donde tu vida pulsa. Transforma este momento integrando tu totalidad, aquí y ahora. De esta forma, la fatiga, el tedio, el aburrimiento y el cansancio desaparecen. La mente se vuelve clara y una nueva energía te envuelve. Esto es estar en el momento presente y es en el momento presente donde podemos descubrir y crear lo que realmente queremos.
. Cuando te solicitan ejecutar una tarea, ¿qué es lo primero que sientes?
- ¿Repudio por tener que seguir reglas?
- ¿Necesidad de buscar disculpas para aplazar la tarea?
- ¿Angustia por ser algo nuevo o algo que no sabes hacer y lo tratas de ocultar?
- ¿Pides que lo encarguen a otra persona porque tú estás ocupado en otra cosa, y aunque esto quizá no sea verdad, no quieres que te carguen con más tareas?
- ¿Eres celoso y compites con las personas que progresan en sus trabajos, criticando como si no hubiese mérito alguno en ello?
Mira sinceramente si estas acciones denotan las cualidades más elevadas de un ser humano, y sin juzgarlas severamente, sé consciente de esas limitaciones y ábrete a incorporar otras opciones para experimentar lo nuevo con una mayor apertura.
Si tú fueses tu supervisor, ¿te sentirías inspirado de admiración y confianza? Si te fijas en estos puntos, puedes encontrar pequeños caminos para refinar y mejorar todos tus aspectos. ¿Estás dispuesto a dar ese paso?