Trascendiendo el miedo - Parte 2
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 30/07/2008 12:19:12
por Rex Thomas - [email protected]
Traducción de Silvana Partucci - [email protected]
Desde la infancia, la frase que más escucho a mi alrededor, de parientes, amigos, en la calle, TV, radio, en fin, en todos los lugares, es: “tengo miedo”. Raramente escucho personas expresando la frase “estoy amando” o “yo amo”. Parece que siempre estamos con miedo de todo y de todos.
Es posible medir el miedo? Yo diría que sí, ya que el miedo es la emoción opuesta del amor, como el día y la noche. Sabemos que es imposible estar en la oscuridad cuando el sol comienza a brillar, así como es imposible sentir miedo de alguien o algo y amarlo al mismo tiempo. Por lo tanto, las personas que sienten mucho miedo precisan buscar la única energía emocional que disipa y equilibra el miedo: la energía emocional del amor.
Principalmente del amor propio!
Muchos ya me preguntaron: “cual es el propósito del miedo?”. La respuesta es que el miedo existe para guiarnos y enseñarnos. El miedo está al servicio del amor. El miedo es el mecanismo cósmico que nos alerta cuando nos estamos distanciando del amor. Todo en la vida comienza a ponerse mas oscuro y confuso cuando te distancias de la luz. Cuando comienzas a distanciarte del amor, te aproximas al miedo. El miedo genera sufrimiento y el sufrimiento es la voz de la sabiduría, el llamado de vuelta hacia la luz.
La razón de tanto miedo en el mundo es que muchos olvidaron quien son y lo que son. La experiencia de ser humano está siendo difícil para todos porque, de hecho, no somos seres humanos. Somos seres esencialmente espirituales y la experiencia de ser temporalmente humanos es extraña y confusa, como si fuese un inmenso drama cósmico cuyas reglas son desconocidas. Y siempre tenemos miedo a lo desconocido.
Como he escrito anteriormente (en la primera parte de este artículo), siempre creemos que tenemos miedo de fantasmas, pero, en realidad, nuestro real miedo es de lo que el fantasma puede hacer con nosotros. El instinto de auto preservación nos pone siempre a la defensiva. Estamos siempre protegiéndonos del dolor físico y emocional. Siempre anticipando que seremos heridos, perjudicados o lastimados y, en reacción, haciendo lo mismo. Esto es el miedo!
Una vez que, entendemos que somos seres esencialmente espirituales, o sea, que somos eternos, inmortales e indestructibles, podemos trascender el miedo, no permitiéndonos más ser heridos, perjudicados o lastimados, ya que en nuestra esencia somos AMOR. Esto no significa que nunca sentiremos los dolores emocionales y físicos de los eventos de la vida, pero la diferencia es que
al revés de reaccionar con miedo, podemos elegir actuar con amor. La pregunta que debemos hacernos en momentos de miedo es: “que es lo que el amor haría en esta situación?”. A partir de ahí tu respuesta interna deberá ser tu acción externa!
Recuerda: tu vida no se trata de lo que está sucediendo o lo que estás sintiendo, sino de lo que estás haciendo con lo que estás sintiendo en cualquier situación!
Muchas personas están viciadas en la emoción del miedo y del sufrimiento. Ellas ya leyeron, estudiaron e hicieron muchos cursos, terapias, vivencias, pero parece que nada resuelve. Existen motivos para esto y uno de los principales es el apego emocional y la falta de comprensión del sentido de la vida.
Mi consejo es que debemos siempre ser, vivir y actuar como un guardián, al revés de ser, vivir y actuar como dueños de cualquier cosa en esta vida.
Te invito a respirar hondo, leer con atención, pensar, sentir y digerir estas próximas palabras: comienza hoy a tratar todo lo que tienes como regalos a ser agradecidos. No te enorgullezcas de tus bienes materiales y posición social porque ellos, en realidad, no te pertenecen.
Observa, todo lo que es físico es temporario y todo lo que es espiritual es permanente! Tu única pertenencia verdadera y permanente es tu espíritu, vida tras vida, para siempre tuyo. Tu existencia en este plano es temporaria e inmensamente significativa, y una de las innumeras maneras de tornar tu existencia física más feliz es vivir, no como un dueño de tus bienes materiales, sino como un guardián!
La actitud de un guardián es de servicio, humildad, simplicidad y cuidado, ya la actitud de un dueño es de posesividad, MIEDO y orgullo.
El guardián está siempre listo para desapegarse de sus pertenencias con amor y gratitud por la oportunidad de servir. Un dueño se agarra a sus pertenencias por orgullo y miedo de perder la ilusión de la seguridad. Todos nosotros vinimos a este plano sin bienes materiales, por lo tanto, desapégate de los valores antiguos y crea espacio para lo nuevo.
Cuando tu comiences a pensar en actuar como un guardián, comenzarás a vivenciar y compartir compasión, generosidad y un estado de libertad física, espiritual y mental, necesario para focalizarte en tu única, verdadera y permanente posesión: tu espíritu, vida tras vida, para siempre tuyo.
Entonces, recuerda siempre de preguntarte en los momentos de miedo: “que es lo que el amor haría en esta situación?”. A partir de ahí tu respuesta interna deberá ser siempre tu acción externa!
Muchos buscan paz en la vida y en el camino hacia la paz existe un desafío llamado miedo, pero en nuestros corazones y también en nuestras manos existe la mayor herramienta para trascender todos los miedos: el Amor, que es la verdadera esencia divina!
Con amor,
