¡Traumas en la infancia y enfermedad en la edad adulta!
por Rosemeire Zago em STUM WORLDAtualizado em 21/03/2015 10:12:44
Traducción de Teresa - [email protected]
"Nuestros cerebros son esculpidos por nuestras experiencias de la infancia. El maltrato es un cincel que modela el cerebro para enfrentarse con la adversidad, a costa, sin embargo, de heridas profundas y permanentes”
Martin Teicher, Doctor en Medicina
(Profesor de Psiquiatría en Harvard)
Siempre escribo sobre los abusos sufridos por los niños, y la importancia de que nosotros, los adultos, tengamos el coraje de contemplar nuestros primeros años de vida en busca de la verdad de lo que hemos vivido, sentido, y las más de las veces, reprimido. Cuando esto ocurre, no hemos olvidado lo pasado y sentido, sólo ha quedado encubierto en nuestro inconsciente. Por eso, contrariamente al refrán popular, que dice que el tiempo lo cura todo, el tiempo por sí sólo no cura traumas de infancia. Precisamente por el hecho de que todo continúa registrado en nuestro inconsciente, y principalmente porque un trauma precoz afecta a ciertas áreas del cerebro. Cuando se vive algún tipo de abuso, físico, emocional, sexual y/o falta de cuidados, el trauma queda configurado. El trauma psicológico es un daño emocional que se produce como resultado de algún acontecimiento. Presupone una experiencia de dolor y sufrimiento emocional o físico. Como experiencia dolorosa que es, el trauma acarrea una exacerbación del miedo, lo cual puede conducir al estrés, implicando cambios físicos en el cerebro y afectando al comportamiento y al pensamiento de la persona, que todo hará por evitar revivir el acontecimiento que la traumatizó. Entre tanto, personas diferentes reaccionan de maneras diferentes en acontecimientos similares. Una persona puede sentir como traumático algo que otra persona puede no sentir así, y no todas las personas que pasan por experiencias traumáticas quedan psicológicamente traumatizadas.
Pero ¿cuál es la relación entre los traumas de infancia y la salud en la vida adulta?
Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades y Salud Clínica de Evaluación del Kaiser Permanente, en San Diego, están llevando a cabo un estudio de las experiencias adversas en la infancia – ACE (experiencia adversa en la infancia, por sus siglas en inglés, es un evento traumático o abuso prolongado, sucedido antes de alcanzar la edad de 18 años), y está considerado como una de las mayores investigaciones realizadas para evaluar la asociación entre maltratos en la infancia y salud en la vida adulta.
Los maltratos en la infancia tienen un efecto negativo sobre la salud, pues aparte de los maltratos, se origina un estrés que puede entorpecer tempranamente el desarrollo del cerebro. Y ese estrés extremo puede perjudicar el desarrollo de los sistemas nervioso e inmunológico. Como resultado, los niños víctimas de abusos corren mayor riesgo de tener problemas de salud cuando sean adultos. Estos problemas incluyen alcoholismo, depresión, abuso de drogas, trastornos alimentarios, obesidad, comportamientos sexuales de alto riesgo, tabaquismo, suicidio y dolencias crónicas.
Estudios sobre niños que sufrieron abuso emocional temprano o privación grave, indican que tales maltratos pueden modificar permanentemente la capacidad del cerebro de utilizar la serotonina, que ayuda a producir sentimientos de bienestar y estabilidad emocional, y la modificación del equilibrio neuroquímico del cerebro altera la capacidad del niño de interaccionar positivamente con los demás.
Otros estudios publicados han identificado cierta asociación entre traumas en la infancia y depresión en la vida adulta. Vivencias traumáticas en la infancia, como la pérdida de vínculos afectivos debida a la muerte de padres o hermanos, o incluso la privación de uno o de ambos padres por separación o abandono, constituyen importantes factores asociados a la depresión en la vida adulta.
Aquellos que han pasado por abuso sexual, falta de cuidados, o disfunción familiar presentan índices más elevados de dolencias cardíacas y diabetes. Asimismo tienden a sufrir más dolencias pulmonares (un 390%), más depresión (un 460%), hepatitis (un 240%) y mayor tendencia al suicidio (un 1.220%).
En 2014 tuvo lugar el 10º Congreso Internacional del Cerebro, Comportamiento y Emociones, en Montreal, y reunió las principales referencias de la neurología y la psiquiatría de diferentes centros de investigación del mundo. Los mejores neurocientíficos presentan nuevos estudios sobre Alzheimer, depresión y trastorno bipolar, traumas precoces en la infancia – y su impacto en la fase adulta.
Una de las atracciones del evento fue el WebMeeting que la organización realizó con la prensa. El presidente del congreso, André Palmini, destacó que algunos de los trabajos presentados abren un nuevo prisma sobre la relación entre traumas de infancia y desarrollo de patologías en la fase adulta.
Escucha la entrevista:
Al pinchar en ese enlace aparecerá una ficha para tu inscripción y seguidamente tendrás acceso al audio, con una duración de 1:03 minutos.
Según pesquisas, todos los abusos afectan seriamente al desarrollo del cerebro del niño, tanto en su arquitectura anatómica como en su pauta de funcionamiento químico. Para saber más sobre el tema, lee el libro: La suprema cobardía: abuso y negligencia del niño (y su impacto en el cerebro en desarrollo) - São Paulo: Vivali, 2004. Galeotti, Sandra
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Si has sufrido algún abuso cuando eras niño o conoces a alguien que haya pasado por eso, sabrás que el Análisis Junguiano puede ayudar mucho en ese doloroso proceso de ruptura del silencio del sufrimiento en la infancia.
