Tu Curación eres Tú - II
por Saul Brandalise Jr. em STUM WORLDAtualizado em 14/04/2007 13:40:26
Traducción de Teresa - [email protected]
“Nuestra prostitución y contaminación mental son la cosa más seria que tenemos que aprender a manejar.”
Estoy llevando a cabo la revisión del texto de mi segundo libro publicado, titulado “Você é a Sua Cura” (“Tu Curación eres Tú”). La frase mencionada más arriba me ha llamado la atención y “coincidentemente” estoy estudiando acerca de los reflejos de nuestras acciones por sobre nuestros pensamientos.
Ayer, “coincidentemente” he procurado interpretar la película “The Secret”, que hemos adquirido por Internet y sin traducción al Portugués. En realidad el gran secreto es revelado cuando nosotros nos damos cuenta de que TODO comienza en nuestra forma de pensar. Nuestras acciones primeramente son procesadas en nuestro cerebro.
Como ya sé que en la vida no existen coincidencias y que todo lo que nos pasa, en realidad, lo convocamos nosotros, lo buscamos nosotros con nuestros pensamientos y después con nuestras actitudes, he decidido dedicarme un poco más a los reflejos en nuestra vida de nuestra materia gris, oculta en nuestro cráneo.
Seguramente ya te ha sucedido pensar en alguien y algunas horas – o días – más tarde has acabado cruzándote con esta persona. Puedo garantizarte que tú la “has llamado” por tu pensamiento.
¿Te has parado a pensar que nosotros los humanos sólo utilizamos del 6 al 8% de nuestro cerebro? Y que Einstein usó el 13%. Ahora bien, si un genio sólo utiliza el 13 por ciento de su capacidad de raciocinio ¿qué ocurre con los otros 87?
Así, es absolutamente verdadero que, si queremos modificar nuestra vida, en primer lugar tenemos que reaprender a pensar, a procesar y a crear nuestras futuras acciones.
No ha sido la religión lo que te ha salvado. Ha sido la fe y la forma de pensar lo que te ha permitido cosechar nuevos frutos. Han sido los cambios en la nueva manera de enfrentarte a la realidad, lo que te ha proporcionado otras realizaciones y conquistas.
Nadie que sólo se preocupe con los demás y con las actitudes ajenas a él mismo, conseguirá ser feliz.
Nuestra felicidad nace en nuestro pensamiento y no en el análisis de la vida de los otros, al fin y al cabo ¿quiénes somos para juzgar?
Que nadie diga: Yo no lo voy a conseguir.
Esto no va conmigo, voy a ser una persona exitosa.
Mi amigo Peretti, excelente en relaciones personales y, por consiguiente, gran vendedor, siempre dice: Mientras unos lloran, otros venden pañuelos...
Hay, por tanto, innegablemente, una conexión entre mi forma de pensar y lo que soy ahora. Soy pesimista, gris será mi vida. Soy cauteloso, nunca llegaré el primero.
Como consuelo, la persona se dice: no importa, lo importante es competir. Lo importante es competir, y un jamón. Lo importante es ganar. Sólo los débiles se conforman con eso. ¿Quiero cambiar?
Necesito, entonces, sepultar mis conceptos actuales y reprogramar mi forma de ver y de encarar la vida. Cambiar significa cambiar de verdad. Nadie altera su vida solamente deseando cambiar, pero sin ninguna nueva actitud.
Comencemos, entonces, por cambiar nuestros pensamientos y conceptos sociales, religiosos y familiares. ¿Fácil? Claro que no, pero, si fuese fácil, no sería para nosotros. Que lo diga el lirón...
Sé que nos veremos.
Beso en el alma.