Tu energía me confunde
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 12/07/2011 14:25:45
por Maria Silvia Orlovas - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
¿Te has sentido alguna vez confuso con alguien?
A veces con solo acercarnos a una persona nos sentimos extraños; cuando es alguien que está de paso en nuestra vida, bueno, pero cuando convivimos con esa persona, esa confusión puede complicarnos la vida. Y, observa bien, no siempre la confusión es para mal. Por lo regular, la confusión crea una mezcla de sentimientos entre amor, aflicción y miedo, y mucha gente considera que esto es pasión. E incluso puede llegar a serlo, pues la relación está llena de magnetismo.
Edi acudió a mí para una sesión de Vidas Pasadas justamente por un sentimiento confuso que albergaba respecto de su jefe. Trabajando con él desde hacía 8 años, dijo haber progresado en la empresa, donde había entrado en prácticas. Como la oficina era pequeña y ella se iba destacando, acabó recibiendo una invitación para convertirse en socia y la aceptó, aunque después de esa promoción nada salió según lo esperado. Con el jefe, que siempre había sido una persona cuya energía era confusa, se hizo aún más difícil convivir.
La Sesión de Vidas Pasadas mostró a una muchacha que se casó muy joven siguiendo las costumbres de la época, en un matrimonio concertado. El marido era un buen hombre, sin embargo, siendo mayor que ella y lleno de hábitos y costumbres, esto hizo que ella no se encontrase a gusto en casa de él. Todo era de él y al modo de él. Durante un buen tiempo ella intentó acostumbrarse, incluso porque no había otra elección. Pero harta de no ser escuchada, sintiendo que se le faltaba al respeto, dejó de lado el esfuerzo y muy triste se entregó únicamente a ver pasar la vida.
En esa época se encantó con un mercader de tejidos y huyó con él, llevando consigo muchas pérdidas, porque en esa fuga dejó atrás a su hijo pequeño y a su familia, que se puso de parte del marido. Ella sabía que no podría volver, ni convivir con nadie más. Su sentimiento estaba entre víctima de un destino infeliz y verdugo por haber tomado una decisión egoísta, ya que cuando se marchó perdió parcialmente la razón.
Ella identificó en esta vida a su jefe con el que había sido su marido de aquella época, por eso sentía tantas cosas confusas estando con él.
Al principio pensó incluso que pudiesen permanecer juntos, hacerse novios, pero él estaba casado y el romance no sucedió; después ella agradeció a Dios por ello, ya que advirtió cuán exigente y perfeccionista era él. En fin, la convivencia trajo la comprensión del modo de ser de cada cual. Pero ella siempre se sintió presa a él. Y a menudo, cuando se sentía presionada, quería irse pero no lo conseguía. En esas ocasiones ellos dialogaban, él hacía elogios y propuestas profesionales que después no cumplía. Y lo peor de todo eso es que ella tenía que rebajarse, rogar, pedir que él pagase lo prometido, y se sentía como si estuviese recibiendo una limosna.
Exceptuando el hecho de que hay personas muy perturbadas con relación a la parte financiera, que no quieren pagar sino solamente recibir, esa muchacha estaba sufriendo mucho. Edi tenía ciertamente que liberarse del rescate de ese reencuentro, porque estamos en esta vida para aprender de nuestros errores, y a menudo tenemos de veras que rescatar lecciones incompletas, pero no hundirnos nuevamente. Cuando vivimos situaciones complicadas y cargadas de energías kármicas, normalmente perdemos el discernimiento y el buen sentido, y es la clareza mental lo que necesitamos rescatar. Cuando te sientas confuso con alguien permanece alerta, pues seguramente ahí hay un rescate y una necesidad de liberación.