Un caso de obsesión espiritual por alcohol
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 02/10/2016 09:49:55
Autor Flávio Bastos - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
"Mantenga el individuo un saludable patrón mental y conductual superior, y en forma alguna los espíritus enfermos e ignorantes encontrarán campo para su desideratum pernicioso”.
(Joanna de Ângelis)
El título de este artículo podría ser “Casa encantada”. No obstante, vamos a considerarlo como subtítulo, ya que el principal aspecto del abordaje es enfocar un relato de experiencia.
El dependiente del alcohol, además de estar física y mentalmente perjudicado, trae innumerables problemas a sí mismo y a su familia, creando roces, riñas, y envolviéndose frecuentemente con amistades que lo llevan a ambientes donde el delito acecha.
Imaginemos a la persona que pasó la existencia a base de bebidas alcohólicas, o que bebía socialmente, haciendo de ello un hábito. Desencarnada, esa persona continuará con las sensaciones del vicio (o hábito), pero sin poder encontrar la bebida en el otro lado de la vida. Entonces va a influenciar a un encarnado que tenga el mismo vicio o costumbre para que éste beba, pues así el espíritu conseguirá libar las emanaciones fluídicas, energéticas, de la bebida. Eso es vampirismo, que forma parte de la llamada obsesión.
EL CASO
El caso, ocurrido recientemente, fue relatado por un amigo, escéptico en lo que concierne a la explicación espiritual de ciertos acontecimientos, y sucedió en una masía de alquiler, donde esa persona y su esposa fueron a pasar un fin de semana.
En crisis de relación, tras llegar al lugar la pareja sostuvo una breve discusión, que resultó en separación de cuerpos a la hora de la cena y en el momento de dormir. Sin embargo, antes de acostarse, el amigo relata que, alterado por la riña con su esposa, sintió la compulsión de beber y consumió litro y medio de vino. A continuación, cansado y anestesiado por el efecto del alcohol, se tumbó en la cama y se durmió.
Despertó repentinamente en medio de la madrugada; estaba acostado en decúbito supino y se sintió paralizado ante una energía que se encontraba encima de él, como succionando su propia energía. Intentó reaccionar frente a aquella situación, pero se demoró unos segundos que parecían una eternidad, hasta esbozar una reacción y librarse de la sensación de impotencia ante la experiencia de sentirse dominado por una fuerza que consideró “pesada”, densa, que lo envolvía.
Pasado el susto, se levantó, se lavó el rostro en el cuarto de baño y se sentó, pensativo sobre la situación que había pasado. ¡Precisamente él, un tipo escéptico, profesional del campo de la salud mental! ¿Qué explicación tendría al analizar una experiencia inédita en sus sesenta años de vida? El sol sale y el amigo permanece pensativo, intentando analizar desde el punto de vista racional la vivencia que acaba de experimentar.
El domingo, ya reconciliado con su compañera, durante la charla del desayuno, deciden encender la chimenea porque el frío es intenso y las primeras gotas de lluvia empiezan a caer de un cielo plomizo, donde la neblina se adueña del exuberante escenario serrano.
Tras el churrasco del almuerzo, regado con un buen vino, la pareja recibe la visita del chacarero responsable por el mantenimiento y la seguridad de la masía. Charla va, charla viene, el amigo queda informado de que solía frecuentar aquel lugar un familiar del propietario, que había sido asesinado en circunstancias misteriosas, en la capital del estado en que residía. Y que esa persona bebía mucho y solía andar armado.
Pasado un tiempo, el crimen fue archivado por la policía, considerándose la venganza como móvil para el acto, ya que a la víctima no se le había robado nada. Como no había testigos ni filmaciones del lugar del crimen, la investigación quedó cerrada por falta de pruebas.
CONSIDERACIONES
Según pesquisas del área interdimensional del comportamiento humano, la obsesión debida al alcohol corresponde a un caso grave de vampirismo en el plano espiritual. La medicina todavía siente cierta reluctancia, en sus sectores más vinculados a la cuestión que son los de la psicoterapia, en aceptar la tesis espírita de la obsesión. Pero las pesquisas parapsicológicas han revelado, en los mayores centros culturales del mundo, la realidad del proceso obsesivo. Desde Rhine, Wickland, Pratt, en los Estados Unidos, a Soal, Carington, Price, en Inglaterra, hasta otros parapsicólogos materialistas, el descubrimiento del vampirismo se va procesando en cadena. Todos los parapsicólogos de renombre científico proclaman hoy la realidad de las influencias mentales entre las criaturas humanas, y entre estas, las “mentes desencarnadas”.
Jean Ehrenwald, psicoanalista, llegó a publicar importante libro titulado "Novas Dimensões da Análise Profunda", corroborando las experiencias de Karl Wickland en “Trinta Anos entre os Mortos”. Koogan, en Europa, acompañado por varios investigadores, efectuó la experiencia de control remoto de la conducta humana por la telepatía, obteniendo resultados satisfactorios.
Por tanto, lo ocurrido con mi amigo, que yo aquí analizo bajo el enfoque de la Psicoterapia Interdimensional, asociado al conocimiento adquirido en cuanto coordinador de sesión mediúmnica espírita, fue un típico caso de obsesión espiritual por alcohol, a medida en que la situación sucedió después de que el obsedido hubiese bajado su sintonía vibratoria (riña de la pareja) y haber ingerido una cantidad considerable de vino. Condición ideal para que el espíritu de la persona asesinada – que se encuentra en la vivienda – se beneficiase de las emanaciones fluídicas a través del proceso obsesivo-espiritual.
Ciertas experiencias, que en realidad representan enseñanzas, sirven para que elaboremos aprendizajes en el sentido de ensanchar la visión de vida, proceso inherente a nuestra condición humana. En esta lógica de razonamiento, percibo que el amigo continúa reflexionando sobre su reciente e inédita experiencia, y esto es relevante, pues cuando bien elaborado, nos impulsa para vuelos más altos de la consciencia.