Un regalo que me tocó el corazón
por Rubia A. Dantés em STUM WORLDAtualizado em 24/04/2009 12:16:30
Traducción de Teresa - [email protected]
Uno de estos días estaba armando una tienda allá en las montañas, con tejidos finitos en una estructura de bambú. Conté con la ayuda de Chico, un muchacho que trabaja allí y que es muy sensible.
Hablábamos muy bajito… solo lo necesario… porque el grupo de mujeres ya estaba trabajando allí cerca con la Mujer de la Montaña.
La tienda poco a poco iba ganando forma, y los colores suaves se mezclaban en la superposición de los tejidos con el blanco, que hacía de fondo… y el trabajo fluía al ritmo de quien no necesita tener prisa… y la mayor parte del tiempo en silencio.
No sé cuánto tiempo transcurrió hasta que los tejidos envolvieron todo el espacio alrededor…
Chico se fue a almorzar y me quedé sola haciendo unos retoques aquí y allí… y en aquel vacío me sentí inspirada a hacer, una vez más, una profunda entrega de mis caminos al Gran Misterio… en una inmersión profunda hacia dentro.
Fue cuando… mi atención se dirigió hacia el rumor de un agitar de alas de un colibrí, y hacia la pequeña figura que vislumbré por detrás del tejido blando, que se acercaba a la tienda.
Y para estar allí dentro fue un salto, él pasó por debajo de los tejidos que no llegaban hasta el suelo.
Todo sucedió tan rápido que ni siquiera tuve tiempo de no creer que estaba allí en una pequeña tienda toda cerrada alrededor, con un colibrí que ahora estaba muy cerca de mí… y acercándose más y más.
El rumor de las alitas agitándose rápidamente llenaba todos los espacios, dando la sensación de venir de todas partes… y mi corazón empezó a palpitar tan rápido que me parecía oír el pequeño corazoncito del colibrí.
Por un momento tuve la convicción de que nuestro corazón palpitaba al mismo ritmo y no sé describir la alegría que sentí con esa visita inesperada.
Fue cuando mi mente interfirió y me di cuenta de lo preciosa que era aquella presencia allí en aquel lugar, para aquel grupo…
Pensé en llamar a las personas para que también pudiesen disfrutar de aquel regalo… cuando el colibrí empezó a buscar la salida…
En ese movimiento él recorría las orillas de la tienda buscando una abertura para salir y me daba la sensación de que él estaba bendiciendo aquel espacio… volviéndolo más Sagrado, para recibir a aquellas mujeres.
En ese vaivén me decidí finalmente a llamar al grupo, pero volví, porque pensé que podría interferir en el trabajo y porque el colibrí podría sentirse afligido por estar preso…
Empecé a charlar con él bajito e intentaba indicarle la salida… pero al fin él encontró una abertura en el lateral oeste y me dejó allí parada con el corazón palpitando fuertemente de emoción y alegría por reconocer la bendición que había sido aquella visita.
Reconocí allí una confirmación del Gran Misterio a la Entrega que le había hecho… y un regalo para el grupo.
Lo conté a las mujeres… y después en la tienda, lloré un poco porque sentí que aquella pequeña visita representaba mucho más de lo que yo podía imaginar.
Por la noche, en un tipo de sueño que volvía muchas veces, me he visto nuevamente en la tienda con el colibrí y allí era como si él hubiese pasado mucho más tiempo delante de mí… allí Él era un Maestro en la forma de un Colibrí… y me transmitió algunas cosas.
Desperté sintiéndome diferente y a medida que recordaba la noche, las fichas empezaban a caer… recordé que la semana anterior me vi así frente a frente con un Ser de mucha Luz y comprendí que ese encuentro había sido anunciado y me trajo una cura profunda.
Hay cosas que no pueden ser compartidas con palabras… pero la gratitud y el Amor que despiertan sí pueden… y eso quiero compartirlo con vosotros…
