Una cuestión de consciencia
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 28/06/2009 13:10:42
por El Morya Luz da Consciência - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
“Aprended con la naturaleza, pues os decimos que una brizna de hierba jamás ha aspirado a ser una flor. Para Dios, no hay unas tareas más apreciadas que otras. Todas tienen igual valor, siempre que sean verdaderamente asumidas. Dando gloria al Increado, estáis aquí para servir. No os hablamos solo del trabajo aquí en el mundo tridimensional, os hablamos también de las tareas que tenéis en conjunto con vuestra familia interior, esa red de hilos de luz que ha sido creada por el amor y por el fuego ardiente de la aspiración. La energía es distribuida en la medida de la apertura de cada cual. Una vez recibida, actúa en el sentido de aumentar y reforzar la evolución de otros seres. En ese trabajo evolutivo, no puede haber nada que quede reducido al egoísmo. Cuando el propósito es servir, cada miembro se ve muy ayudado en su función. ¡Eso es colaboración! (Fragmento del Libro Puerta del Cosmos – Trigueirinho)
Este fragmento habla de un ser consciente que está aquí para servicio. Consciencia tienen todos, solo los niveles son diferentes. El Maestro DK dice: “desde los ángeles a los gusanos, todos están en evolución”. Arrogancia es creer que tenemos más consciencia que el otro; a eso podemos llamar “inconsciencia”. Tener consciencia es tener humildad y sabiduría, y sabio es aquel que sabe que nada sabe.
La consciencia es flexible, porque comprende que somos seres en diferentes niveles de aprendizaje, de experiencias y necesidades. Por tanto, es ilusión y pérdida de energía entrar en confrontación con alguien que dice tener más consciencia y que quiere demostrar sus opiniones. Una vez oí una discusión entre dos personas sobre la necesidad de la utilización de un tejido oscuro. Uno decía.
- Ese tejido no sirve, pues es rojo.
Y el otro replicaba: claro que sirve, puesto que es oscuro.
El primero dijo: ¿dónde se ha visto tanta ignorancia, es que no lo ves?
El segundo se ofendió y salió resentido.
¡Lo que los dos no sabían era que el que vio el tejido oscuro era daltónico!
Saber discernir es además tener flexibilidad, primeramente para respetar la opinión ajena y procurar ensanchar nuestra visión de las cosas, comprender y, principalmente, SENTIR como piensa el otro. Esto parece contradictorio, pero el pensamiento solo puede ensancharse y alcanzar la comprensión, que es el atributo principal de la consciencia, cuando está conectado al sentimiento. No conseguimos comprender lo que piensa el otro si no procuramos “sentir lo que él siente”, al igual que no sabemos qué sabor tiene un alimento sin haberlo probado.
Cuando decimos tener más consciencia que alguien, rotulamos a la persona sin conocer sus experiencias y necesidades. El pensamiento en sintonía con el corazón aporta cualidades sublimes y compasivas al ser humano, alejando de él los vicios de la arrogancia, del orgullo, de la vanidad y de la soberbia.
¡El mayor don del ser consciente es la humildad! Ella confiere tolerancia y pulidez para lidiar con las diferencias, sin colocarnos en posición de superioridad. Acatamos y respetamos las varias formas de pensar y proceder, sin entrar en confrontaciones innecesarias. La consciencia humilde también facilita la convivencia en grupos, pues salimos del enjuiciamiento, y no exponemos a nadie ante posiciones radicales.
La vida es fluídica, es sabia y solo nos coloca ante situaciones en que podemos experimentar aquello que necesitamos aprender y desarrollar; y como dice un sabio: ¡todo es una experiencia divina!
Nunca discutas ni te iguales… ¡deja al consciente tener razón y sé feliz!
VERA GODOY