Utopías Espiritualistas y sus fundamentos
por Acid em STUM WORLDAtualizado em 18/04/2005 13:01:32
Traducción de Iván Lavilla - [email protected]
Algunas Palabras Sobre Jesús, Ángeles, Almas Gemelas, Extraterrestres, "Dios" - y sus distorsiones. por Lázaro Freire
El mito de Jesús es un tanto equivocado, así como el "Jesús" que las religiones construyeron. Entre tantas cosas sobre Él, de tantas iglesias, investigaciones, mitos, evangelios, películas, simbolismos, psicografías, fundamentalismos y versiones, cada uno comenzó a ver a este "Jesús" con los colores de los anteojos oscuros que usó. Todos juzgándose correctos según su propia óptica y agrediendo - o ignorando - la óptica de su hermano.
Y así, de tanto ver distorsiones y descubrir tantas veces que Él no es lo que dijeron que era aquí, o allá, vimos que ninguna de las descripciones se mostraba acertada. Y muchas veces descreemos hasta de lo que ya habíamos experimentado, en Su Nombre, en otros tiempos.
Sin embargo, más allá de credos y distorsiones, hay una Conciencia de Luz, que actúa en esta frecuencia. Y no marca diferencia ser o no el mismo de la historia, o el de la religión, o el de los mitos.
O una egregora, materializada o no, actuando en nombre de todo lo que ya fue hecho en esta vibración. Poco importa. Él, o "él", aún así, es pura columna luminosa de amor y compasión.
Tal vez no haya un Jesús, como imaginábamos. Tal vez, quien sabe, nuestro maestro no sea uno solo. Poco importa. Pero hay algo bien real, invisible a los ojos, pero visible al corazón, que justifica, como elemento común, el porqué de que tantos elementos diferentes, distorsionados o no, se coloquen en este "concepto" un ideal de amor. Y ante la falta de nombre, ya que todos serían imprecisos, yo lo llamo Jesús. Pero es lo mismo.
Hay también mitos sobre ángeles. Cada uno modificado con el condimento religioso - o esquizoterico - de quien los "ve". Devas, santos, ángeles de la guarda, príncipes, potestades, orixás, ultraterrenos, mentores, amparadores, seres del plano mental, Extraterrestres, comandantes estelares, conciencias "de la" quinta dimension (sic).
Tantos nombres, velas, cuadros, credos - y tan poco discernimiento...
De tanto ver este concepto distorsionado, justificando los más extraños sistemas, comenzamos a investigarlo, a partir de nuestra referencia, de la cual es imposible comprender Algo Mayor. Y así, "inteligentes", miramos hacia el espacio a partir de nuestra óptica reducida, con la intención de "averiguar y probar" lo que nos transciende, a partir de descripciones equivocadas. Y viendo que las descripciones distorsionadas no correspondían a lo verosímil, comenzamos, por la mente, a descreer - incluso de lo que ya habíamos experimentado en nuestro corazón.
Sin embargo, más allá de credos y distorsiones, todavía hay seres - o algo mayor que eso - de elevado nivel de conciencia. Algunos translúcidos, otros sin forma humana, otros simplemente sin forma alguna. Algunos ligados a los elementos y al equilibrio del planeta, otros a la evolución colectiva. Otros, simplemente, al Amor.
Seres - o algo mayor que eso - que no necesitan de palabras y son la pura expresión del "Amor Que Genera la Vida". Perdemos nuestra vía de comunicación, y a veces no los sentimos, aliados, junto a nosotros. Pero estos seres - o algo mayor que eso, sean lo que sean - existen en puro Amor.
Tal vez no haya "ángeles", o "devas", como imaginábamos. Tal vez, quien sabe, nuestro protector espiritual no sea uno solo. Poco importa. Pero hay algo bien real invisible a los ojos, pero visible al corazón, que justifica, como elemento común, el porqué de que tantos elementos diferentes, distorsionados o no, se coloquen en este "concepto" como un ideal de Amor. Y ante la falta de nombre, ya que todos serían imprecisos, yo los llamo Ángeles. Lo mismo da.
Hay también bastante fantasía romántica sobre las almas gemelas, afines y duplas de evolución. Adecuadas a la comodidad de cada uno, el bello concepto adquiere colores esquisotéricas, romanticoides y popularescas de los más diversos. Justifica uniones carmicas. Se disculpa para justificar el mero deseo (que podría ser bienvenido, sin necesidad de fantasías). Endosa la emoción grosera, sufocando al sentimiento sutil.
Después, la decepción - siempre medida por la misma regla de la expectativa. Lo que parecía una salida fácil para nuestra falta de voluntad de actuar y perseverar por el Amor, se torna desilusión. Nos cansamos, desistimos, no queremos estar más con esa persona, cambiamos nuestras oportunidades de Amor por un nuevo "presente bajado del cielo" - que nunca viene. Y así, entre velos de Maya, las innumerables (?) almas gemelas de ayer se van tornando las angustias - o pensiones alimenticias - de mañana.
Poco a poco, vamos desistiendo de un Amor Mayor, evolutivo, de a dos; y cambiando de parejas evolutivas por relaciones rasas, breves, cómodas o sin sintonía - como si el Amor tuviera la culpa de nuestros caprichos románticos y expectativas. Al mismo tiempo que nuevas recetas y libros enseñan a encontrar las tales "almas" a las cuales habíamos acabado de renunciar.
En medio de tantos equívocos y fugas, es difícil creer. Cómo no negar todo? Miramos desconfiados las películas, sabiendo distinguir y condenar (?) la pasión como no-amor. Pero no por eso encontramos y vivimos el verdadero Amor.
Sin embargo, más allá de credos y distorsiones, aún hay duplas evolutivas - que se complementan, se ayudan y se aman, entre vidas. Si no para siempre, por lo menos por mucho tiempo. Aunque no vivan siempre este Amor, de forma romántica, en la Tierra. Pero, también, por afinidad, nada tengo contra el poder (y el saber) vivirlo aquí, también.
Hay seres que, de tan afines, pueden unirse, de forma complementaria, formando un sistema, Dharma, o Amor mayor - así como hombre y mujer, juntos, pueden dar a luz. Las almas afines, con planificación interrumpida, que nos permiten en algún momento dar y recibir amor, de forma especial - y crecer con él, para que nunca lo confundamos con mera pasión. O que nos permita simplemente estar estables, en Amor, para el cumplimiento de un dharma mayor. Amparadores vivos, compañeros evolutivos, exhortándonos, día a día - aún cuando no es fácil o "romántico" - para nuestro bien.
Aunque no haya una promesa romántica en el contrato reencarnatorio, hay también espacio para los reencuentros de Amor - lo cual, manifestado en todos los niveles, no excluye el de a dos. Y si serán vividos en una vida, pueden ser vividos en esta vida, aunque por un tiempo, entre los que buscan sintonía, amor y evolución. Y así, los más productivos se tornan más uno y se repiten, reforzando la unión que dio origen al concepto, independientemente de sus monadas y posibles orígenes o destinos comunes.
Pueden no ser deterministas como las expectativas de algunos. Pueden ser menos apasionados, a los ojos de quien los juzga, que las relaciones transitorias. Tal vez ni siquiera sean reconocibles, por terceros, como tan especiales. Tal vez se olvida uno del otro, después de separarse, una vez que no se "poseen", a no ser por la voluntad. Tal vez sólo se encuentren en un breve período crítico, en que sólo alguien tan afín podría ayudarnos. Probablemente no escapen de la transitoriedad de lo que se manifiesta en la Tierra, y "desaparezcan" poco después.
Pero no hay diferencia. Cambian para siempre nuestras vidas, aunque, en Maya, nos olvidemos cuándo, o quién. Son expresión del Amor, incluso así, y este, al contrario de la pasión, es siempre eterno - aún cuando no puede ser eterna su manifestación.
Tal vez no sean "almas-gemelas", y ni siquiera "almas afines", como imaginábamos. Tal vez, quien sabe, nuestra alma "única" no sea una sola. Poco importa. Pero hay algo bien real invisible a los ojos, pero visible al corazón, que justifica, como elemento común, el porqué de tantos elementos diferentes, distorsionados o no, se coloquen en este "concepto" un ideal de Amor. Y ante la falta de nombre, ya que todos serían imprecisos, yo los llamo Almas Afines. Lo mismo da.
Hay también mitos diversos sobre Extraterrestres, naves, misiones de rescate planetario, comandantes... Algunas coloridas con los más extraños aromas y sabores New-Age que producimos en los últimos años. Otras, resucitando credos apocalípticos, segregadores de escogidos, o fatalistas - herencia teológica de mucho más tiempo atrás. Distorsionados de mil formas, comenzamos a descreer.
Sin embargo, más allá de credos y distorsiones, todavía así hay conciencias que no se originaron en este planeta, usando varios niveles y cuerpos de manifestación. Además, sería sorpresa si nosotros fuéramos de aquí. Aunque no sean exactamente lo que los "adoradores de ETs" les gustaría encontrar. Aunque no "prueben" nuestra posición en el último debate. Pero muchos los ven, o sienten su presencia, cada uno a su modo, y no se lo puede negar más. No piden religiones, ni canales, ni congresos, ni comunidades aisladas del mundo, ni adoración, ni adhesivos. Simplemente conciencias de otra línea evolutiva, acompañando y ayudando a la humanidad a su modo, aunque no sea lo que comprendemos. Lo que no deja de ser Amor, aun así.
Tal vez no sean "Comandantes Estelares", ni siquiera "Maestros de Rayo", ni tampoco "invasores", como imaginábamos. Tal vez, quien sabe, no sean un pueblo solo. Poco importa. Pero hay algo bien real invisible a los ojos, pero visible al corazón e a la proyección extrafísica (viaje astral, proyección de la conciencia), que justifica, como elemento común, el porqué de tantos elementos diferentes, distorsionados o no, se mencionen en este "concepto" de acompañamiento extraterrestre. Y ante la falta de nombre, ya que todos serían imprecisos, yo los llamo Extraterrestres. Lo mismo da.
Además de todos estos conceptos, hay un Principio Inteligente, Mayor, que baña todo. No oso hablar sobre Él, ni contenerlo en mis expectativas, pero muchos ya lo intentaron. Y de tanto intentarlo, fragmentarlo, distorsionarlo y reducirlo, y presentarnos en Su nombre ideologías y fundamentalismos de lo más nocivos e irracionales, creemos, por sentido común (?), a no creer en Él.
Sin embargo, más allá de credos y distorsiones, más allá de las (des)creencias, en el origen del universo, en la cámara secreta del corazón, algo Es, y Está. Por detrás del Self, del Tao, de Dios, de Jehová, de GADU, del samadhi, de la individuaccion, del inconsciente colectivo, del akasha y de todo lo demás, hay todavía una Fuerza Mayor, Inteligente y Viva, conduciéndonos al centro. Religiones y nombres a parte, puede no ser lo que esperábamos de Ella, pero poco importa. En la terapia, en la religión, en la espiritualidad, en los sueños, en las escuelas místicas, dentro de nosotros o en la comunión, Ella es la fuerza central, y es Amor, conduciéndonos al centro del mismo.
Tal vez no sea "Dios" o "Tao", ni siquiera antropomórfico, como imaginamos un día. Tal vez, quien sabe, seamos todos, nosotros y Él, UNO solo! Poco importa. Pero hay algo bien real invisible a los ojos, pero visible al corazón, que justifica, como elemento común, el porqué de que tantos elementos diferentes, distorsionados o no, se mencionen en este "concepto" divino, Centrador, Mayor. Y ante la falta de nombre, Incognoscible, por incognoscible, ya que todos serían imprecisos, yo lo llamo DIOS.
Pero, pensándolo bien... Lo mismo da.
Somos todos uno solo!