Varios tipos que revisten corrupción son también una oportunidad de hacer tu parte.
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 03/09/2015 10:38:56
por Berenice Palma Ribeiro - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Esta semana al ir a almorzar, por casualidad me senté próxima a un grupo de abogados cuyo tema de conversación era “corrupción”; aun siendo una cuestión tan comentada, encontré una reflexión que me pareció muy importante, y que puede ayudar a cada cual a evaluar y realmente preocuparse de hacer lo mejor por su parte.
En medio de muchos planteamientos que ciertamente son tristes de oír o ver, uno de los abogados comentó que la “corrupción” también puede ocurrir por algunas formas y que cualquier persona, cuando se salta la cola, no devuelve el cambio, quiere de cualquier forma el lugar del otro, las cosas que no le pertenecen, todo esto ciertamente envuelve un derecho y una ética de alguna forma, pues todos podemos tener y luchar por las cosas, lugares o relaciones que deseamos, pero siempre es bueno recordar que todo, absolutamente todo, también tiene implícita una “ética”, tanto presente como espiritualmente, siempre.
A menudo pensamientos de envidia, enojo, apego, miedo y otros sentimientos menores pueden abrir un abanico de otros pensamientos y sentimientos que pueden llevar a actos mal pensados. Incluso cuando nos parece que nadie lo ha visto y nadie lo sabe, desde la más simple hasta la más compleja acción tiene una reacción, y un retorno proporcional a todo eso. Y principalmente va a quedar un ejemplo o una actitud que va a servir de lección para la familia, los hijos, amigos y descendencias, que lo van a tomar como enseñanza o ejemplo.
Entonces ¿valdrá realmente la pena? Por dónde podemos empezar… considero que siempre por “nosotros mismos”, pues cada uno tiene su camino y puede contribuir mucho y siempre, ya que cada “situación” mejorada o positiva puede llevar a otras varias y así contribuir mucho, mucho, para el todo y para todos.
Las situaciones vienen como “oportunidades” de crecimiento, donde podemos poner nuestra acción positiva o no, y así vamos aprendiendo, y muchas veces podemos enseñar también, contribuir y crecer en los retos y conquistas de la vida.
Entonces ¿cómo anda tu parte en casa, en la familia, en el trabajo, en los estudios, en las calles, en tus relaciones, en tu comunidad, en tu religión, en fin, en tu día a día? ¿Qué crees que puedes mejorar, qué fue importante y puedes compartir?
Me pareció relevante la reflexión y también traté de hacer mi evaluación personal; y decidí compartirla, pues todos podemos ver primeramente qué podemos hacer y mejorar siempre, para así poder contribuir a mejorar cada día más esas cuestiones tan significativas.
Recordando siempre que cada uno tiene su elección y su siembra, y ciertamente es lo que va a cosechar.
Mensajes tales como “no hagas a otro lo que no quieres que hagan contigo”, “tu derecho termina cuando empieza el del otro” o “el cambio empieza en nosotros” siempre van a ayudar a que pensemos nuestro modo de actuar.
¡Fuerte abrazo!
