¿Vas a quedarte ahí esperando un salvador?
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 19/02/2014 08:49:23
por Bruno J. Gimenes
Traducción de Teresa - [email protected]
Tenemos un problema instalado en el ADN humano: la idea del salvador.
¿Qué significa eso?
Que mantenemos la creencia de que somos víctimas, ya que, a fin de cuentas, ¿quién necesita de un salvador? Una persona indefensa, ¿no es cierto?
Quien necesita de un salvador es alguien que está en apuros… Es alguien dependiente… Es alguien que no es capaz de cumplir con todo…
Incluso puedes pensar que me estoy pasando y que eso no es verdad, pero continúa conmigo.
Conscientemente, hasta puedes considerar que no tienes necesidad de un salvador, no te hace falta nadie que logre una vida mejor para ti, y tampoco echas la culpa de tus problemas a nadie, pero en la práctica todo es diferente.
Primero, porque nuestra alma reserva secretos que no están manifestados en la mente consciente, o sea, nuestras mayores creencias negativas son inconscientes. En otras palabras, son nuestras carencias inconscientes lo que promueve ese modo de pensar.
Segundo, porque somos gente de poca fe y olvidamos que tenemos capacidad para crear nuestra realidad con base en lo que pensamos y sentimos. La ley de la atracción magnética nos dice que manifestamos en nuestra vida la esencia de nuestros pensamientos y sentimientos.
Para concluir podemos afirmar que, si tú mantienes esa postura frente a la vida, como consecuencia de la ley de la atracción siempre vas a atraer situaciones difíciles en las cuales realmente necesitarás de un salvador. El problema es que eso es un condicionamiento mental.
¿Pones demasiada esperanza en la elección del próximo concejal, alcalde, gobernador, diputado o presidente del gobierno?
¿Te parece que la culpa de los problemas económicos de tu vida es de los altos impuestos, de las tasas elevadas y del alto coste de la vida?
¿Te parece mal que aún no te hayas hecho rico porque el mercado está en un momento financiero muy malo?
¿Crees que aún no eres feliz, no tienes paz y no has encontrado la plenitud porque tu marido es una persona muy complicada?
¿O porque tu esposa constituye un reto en tu vida?
¿Consideras que tu vida es como es únicamente porque tuviste una niñez difícil?
¿Supones que tu vida personal va a mejorar cuando aquella situación se produzca?
¿Te parece que vas a hacerte rico y puedes tener fe en ti mismo y proceder de acuerdo a esto para Crear la Realidad de tus sueños?
Cuando consideras que alguien debe hacerte feliz, entonces, es que has cambiado la fe de lugar…
Cuando consideras que con el nuevo alcalde las cosas van a mejorar y te llenas de esperanza por eso, has retirado la fuerza a tu poder personal y la has pasado a alguien externo.
Cuando te parece que la responsabilidad de tus estudios es de tu profesor, permites que tu poder de aprender se vea debilitado.
Cuando crees que tu evolución espiritual es responsabilidad del cura, del pastor o del líder espiritual a quien sigues, entonces vas en regresión.
Cuando piensas que Jesús viene a salvarte, entonces date por condenado…
Tú necesitas vivir en sociedad y desarrollar cooperaciones sanas, pero has de saber que la única persona en quien puedes confiar al 100% eres tú.
No deposites las esperanzas de una vida mejor en un jefe, en un cónyuge, en un hijo o en cualquier persona que fuese. Simplemente porque, cuando haces eso, estás mandando una señal energética al universo abdicando de tu poder personal de Creador de tu Realidad.
Haz un análisis sincero de tu vida. ¿En qué áreas estás echando la culpa de tu infelicidad a otra persona? ¿En qué áreas estás depositando esperanzas en alguien que no eres tú?
Cuando esperas demasiado de cosas o personas externas, les haces sobrecargarse con proyecciones ilusorias y das inicio a procesos emocionales completamente tóxicos.
Vivimos entre nuestros hermanos, necesitando unos de otros para vivir mejor; no obstante, esto no significa que podemos ceder nuestro poder de ser quienes somos en esencia.
Cuando tú esperas que otros hagan por ti, simplemente no vives la misión de tu alma. Cuando no vives la misión de tu alma, tu aura se debilita, tu alegría de vivir se ve drenada y das entrada al vacío consciencial que corroe el alma humana. Pero cuando te acuerdas de que somos seres espirituales viviendo en cuerpos materiales, de que estamos todos interconectados y somos portadores de un poder de creación sin igual, en ese instante, tú te conviertes en líder de tu vida, en arquitecto de tu destino, o mejor, en El Creador de tu Realidad.
Deseo que te concentres en ver y sentir el poder que tienes de cambiar tu realidad, y que puedas dar increíbles saltos hacia tu evolución, prosperidad y plenitud. Pero entiende que para tener prosperidad, antes tendrás que comprender que todo es energía, todo es flujo, todo es amor. Una vez hayas logrado comprender tus papeles en la vida y también hacer lo que tu esencia quiere que hagas: conquistas tu prosperidad.
Recuerda: la prosperidad es la unión de la abundancia material y financiera sumada a la paz de espíritu y la plenitud. ¡Prosperidad es el sentimiento que te ofrece la libertad genuina!
