Venciendo la depresión, atrayendo felicidad
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 22/03/2015 12:31:48
por Maria Silvia Orlovas - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Esta semana atendí a una chica que estaba luchando contra la depresión, joven, trabajadora y relativamente exitosa, separada con un hijo, pero como ella misma dijo, contaba con todo el apoyo de sus padres y estaba en condiciones de cuidar del pequeño. Entonces la depresión, según ella, venía de la vida afectiva, en que no acertaba. Es comprensible ¿no? A fin de cuentas ¿quién no quiere un amor? ¿Compartir su vida con alguien querido? ¿O rehacer el matrimonio?
Son deseos naturales, pero que muchas veces pueden convertirse en verdaderos retos emocionales, y pesadas frustraciones cuando el sueño no se realiza; y desgraciadamente, a menudo nuestros sueños más sencillos no se cumplen. Y eso ocurre por muchos motivos, errores nuestros, errores de los demás, elecciones impensadas, karma...
Todo eso es real, y Vania, mi clienta, estaba aprisionada a ese tipo de vibración. Pensaba todo el tiempo en el pasado, en lo que debería haber hecho cuando descubrió la primera traición de su marido, cómo debería haber respondido a las provocaciones de la ex novia de él. Se cuestionaba si debería haber reñido, o si debería haber sido más amable, o más paciente. Pensaba también en karmas de vidas pasadas porque se sentía víctima de situaciones complicadas sin aparentes motivos.
Ahora más madura comprendió que en varios momentos había sido impulsiva, y que reaccionaba muy mal bajo presión, defendiéndose de forma pesada cuando era cuestionada. Atribuía ese comportamiento a cómo había sido criada, y a la ausencia del padre. Estaba en lo cierto y al mismo tiempo en un error, porque está claro que debemos pasar la vida a limpio, debemos intentar aprender con las experiencias, y podemos superar muchas cosas erróneas que hicimos en el pasado simplemente cambiando de actitud en el presente, pero si el auto-análisis se hace pesado, y la vibración mental no se trata con meditaciones, estudios espirituales, limpieza de las energías, o terapias, corremos el riesgo de quedarnos presos al dolor, y con ello empezaremos a repetir lecciones. Nos convertimos sin comprenderlo, en agentes potenciadores del mal, porque sufriendo amedrentados acabamos proyectando aquello que más tememos.
No es lo que queremos, pero la energía de la atracción no es algo sólo mental, es vibración. Lo bueno es que lo podemos sanar. No es preciso continuar presos al dolor, podemos cambiar todo eso.
Comienza limpiando, aliviando la auto-presión, revisa tus pensamientos, tus creencias. De hecho, todo comienza con el auto-análisis, sigue con el perdón, el auto-perdón, y concluye estando tú más feliz, atrayendo a tu vida todo lo bueno que está escrito en tu línea de la vida.
Tú puedes ser feliz y cambiar todo eso, así que, amigo, cree en tu luz, en tu bien. Y haz como Vania, invierte en tu camino de sanación, trabaja tus emociones, busca un grupo para participar y compartir, si es posible haz terapia, todo esto puede ayudar.