Venciendo las Emociones Negativas
por Elisabeth Cavalcante em STUM WORLDAtualizado em 18/09/2004 17:16:53
Traducción de Sandra - [email protected]
Ejercer el control sobre las emociones negativas es un desafió permanente para quien busca equilibrio y serenidad. Los acontecimientos de nuestra vida muchas veces nos sacan del eje y hacen que nos sintamos débiles e incapaces de ejercer el dominio sobre nosotros mismos.
Siempre que esa sensación de impotencia nos invade, debemos recordar que las emociones son apenas una parte de nosotros, no nuestra totalidad.
En el tarot la carta El Diablo retrata ese lado oscuro nuestro: miedo, vergüenza, culpa, envidia, deseo de venganza, bloqueos de la sexualidad, y simboliza toda suerte de negatividad que somos capaces de cultivar.
El dicho popular nos dice “El diablo no es tan feo como lo pintan”. Esta frase resume, de manera muy simple, una gran verdad: nosotros somos los señores de nuestra vida. Solamente si permitimos que el diablo que habita en nosotros se vuelva el señor de nuestra voluntad. Decir que él no es tan aterrorizante como suponemos, significa que tenemos el poder de vencerlo.
Reconocer que el diablo constituye nuestro yo inferior, la antítesis de nuestro Ser de Luz, es fundamental para que venzamos en la lucha contra el desequilibrio.
Todos poseemos un Yo Superior, sabio, benevolente, armonioso y justo que puede guiarnos siempre que la vida y los problemas se vuelven insoportables.
¿Cómo permitir esto? A través del desenvolvimiento de la conciencia de que él está allí a la espera de que reconozcamos su existencia y le concedamos voz. La meditación es el medio más eficaz para traer a tono la energía divina que habita en nosotros.
Pero para eso, es necesario un trabajo interior a ser emprendido con esfuerzo y perseverancia. Ninguna victoria resulta del azar, y sí de una firme decisión es de una férrea disciplina para que sea alcanzada.
“Muchos psicólogos concuerdan con que esa desconsideración de nuestro lado diabólico es la causa principal de gran parte do pandemonio suelto en el mundo de hoy. Nuestras emociones, fanatismo, carácter vengativo, violencia y confusión individuales (no reconocidos ni manipulados en nuestra vida personal) ahora explotaran en escala mágica, en forma de guerras mundiales, tumultos, conflagración y destrucción general. Pues, según un truísmo de la vida, cuando los aspectos negativos de nosotros mismos no son reconocidos como nuestro interior, parecen actuar contra nosotros en el exterior.
En vista de los acontecimientos mundiales contemporáneos, se vuelva cada vez más imperativo que lleguemos a un acuerdo con esa fuerza satánica.
Dice Jung:
“Las execrables fuerzas instintivas del hombre civilizado son inmensamente más destructivas y, por tanto, más peligrosas que los instintos del hombre primitivo, el cual, en un grado modesto, vive constantemente instintos negativos. Por consiguiente, ninguna guerra del pasado histórico podrá rivalizar con una guerra entre naciones civilizadas en su escala colosal de horror”.
(Del libro “Jung y el Tarot”).