Vengo de tantas tempestades que he perdido el miedo a la lluvia
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 18/01/2020 07:52:17
Autor JOÃO LUIZ SPOSITO
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Traducción de Teresa
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Esta es una frase de efecto que leí recientemente y que me ha inspirado a escribir este artículo, porque retrata bien mi propia historia y creo que también la historia de muchos de los queridos lectores.
De las enseñanzas que la vida nos proporciona, son los percances lo que más nos prepara, son los momentos en que nos enfrentamos a tener que esforzarnos para resolver aquello a que llamamos problemas.
De tanto enfrentarnos a esas situaciones, adquirimos experiencia; con más experiencia, pasamos a lidiar más fácilmente con las situaciones problemáticas de la vida.
Cuanta más experiencia vayamos adquiriendo, más nos iremos perfeccionando, mejorando nuestra comprensión de las causas y efectos, de los problemas de la vida, aprendiendo a no tener más miedo, aprendiendo a no acobardarnos ante las situaciones difíciles.
Aprendiendo a confiar en que para todo problema existe una solución equivalente y que cada uno de nosotros debe esforzarse en ejercitar su capacidad interna de percibir las soluciones que vienen aparejadas a los problemas, ya sean soluciones cimentadas en la fe para los que son de fe, soluciones racionales para quien es racional, o bien soluciones creativas para los que buscan creatividad.
Pues bien, muchos son los caminos que conducen a la liberación del miedo que inmoviliza a las personas y que a la luz de la experiencia consigue convertirse en coraje y en confianza para buscar y resolver los desafíos de la vida.
Hemos de comprender que la forma en cómo abordamos las situaciones llamadas difíciles marca toda la diferencia, empezando por modificar el concepto de la palabra "problema", entendiéndola no como un obstáculo, sino como una oportunidad de aprendizaje, crecimiento y evolución.
Otra ayuda importante en este aprendizaje es comprender que aquello que llamamos difícil significa que estamos perfeccionándonos, y muy pronto lo difícil se convertirá en fácil, porque cuando aprendemos la lección, la facilidad sustituye a la dificultad.
Estamos en esta vida temporal para aprender entre otras cosas la superación y la adaptación, porque mientras no aprendamos las lecciones tendremos la repetición de las dificultades encontradas.
Al hallarte en situaciones difíciles, respira hondo oxigenando tu cerebro, busca dentro de ti la fuerza y la convicción de que tú eres capaz de encontrar soluciones aceptables y adecuadas, y de adaptarlas a los retos que se presenten en tu camino.
Tu postura es determinante; desarrolla la confianza en ti mismo, la autoestima, la autodeterminación, y no des lugar al miedo, llénate con amor y paz de espíritu, y verás que sí eres capaz.
Haz de la tempestad una estupenda oportunidad para perfeccionarte; al avistar un cielo nublado guíate por tu experiencia, a fin de cuentas ya conoces los efectos de los vientos fuertes y de las lluvias torrenciales; sabes dónde y cómo abrigarte en estas situaciones, respira hondo y emplea tu capacidad; tal como se ha formado, la tempestad pasará, pues siempre pasa.
Días cálidos y claros vendrán, los pájaros volverán a cantar y la vida seguirá su curso, con muchos aprendizajes y oportunidades de crecimiento y evolución.
Sed felices, con mucho ánimo, paz de espíritu y mucha confianza en vosotros mismos.
João Sposito- Brasilia-DF