¡Venus es el planeta del amor! Pero ¿de veras lo es?
por Graziella Marraccini em STUM WORLDAtualizado em 12/10/2013 11:11:27
Traducción de Teresa - [email protected]
El Sol transita actualmente en el signo de Libra, signo do elemento Aire, regido por el planeta Venus. Libra, también llamado Balanza, corresponde a la Casa VII del Zodiaco. Cuando hablamos de Venus, estamos entendiendo la idea abstracta del placer y no sólo del amor que la figura mitológica de la Diosa Afrodita (para los griegos) y Venus (para los romanos) representan en el arquetipo. Si el Mapa del Nacimiento representa la descripción de la naturaleza interior de un individuo, la posición de los planetas representa, en ese mismo mapa, la propia trama de su vida, que estará entretejida de emociones, conductas, deseos, fantasías, sueños, conflictos, amores, odios y talentos! Esta interacción planetaria tendrá resonancia en la personalidad del individuo como un diapasón que al vibrar atraerá los acontecimientos, los hechos, pero también a personas y relaciones que estarán en esa misma sintonía y que serán necesarios para su experiencia terrena. ‘Conócete a ti mismo, o te devoraré’ estaba escrito en el oráculo de Delfos. ¡Gran verdad! ¡Incómoda verdad! Nos confiere la responsabilidad sobre nuestra vida.
Conocer nuestras inclinaciones nos hace responsables respecto de nuestros actos. Cuanto más conscientes, cuanto más atentos estemos, más elecciones tendremos que hacer y también más responsabilidad sobre nuestro destino. No podemos ser ‘otra cosa’ que aquello que está en nuestra naturaleza, pero podemos elegir ser lo mejor posible dentro de esa nuestra naturaleza. Comencé este artículo hablando de Venus, ese planeta llamado ‘pequeño benéfico’ en astrología. Podemos imaginar, por tanto, que las personas que nacen con buen aspecto de Venus en su mapa serán afortunadas, bellas y talentosas y atraerán hacia sí el beneficio anunciado por ese planeta. Verdad. Será difícil encontrar una nativa de Libra fea, desangelada, agresiva, o incluso un nativo de Libra que no tenga finura y buenos modales. No obstante, ese mismo planeta Venus puede ser nocivo si su energía se canaliza y encamina de forma inadecuada. Y si atraemos aquello que está en sintonía con nuestra energía, entonces, debemos emplear nuestra energía venusina de forma adecuada, o en otro caso caeremos en los vicios de Venus, por ejemplo: ¡el gusto desmesurado por la vida social en que imperan la lujuria y la vanidad! “Espejo, espejo mío”…
En astrología hablamos del efecto sombra de cada planeta, o de cada signo. Podemos hablar también de vicios y virtudes, puntos opuestos de una misma energía manifestada. Hay un punto importante que ha de ser objeto de reflexión: si no somos capaces de reconocer algo (una inclinación) en nosotros, tendemos a creer que lo observamos (ese algo) en los demás. Ese es el motivo de amar u odiar en los demás ciertas inclinaciones. Sentimos antipatías o simpatías que no sabemos explicar. Las relaciones son fruto de esas inclinaciones naturales que tiene cada cual, pero que no siempre conoce. En astrología hablamos de signos, elementos o planetas compatibles, que facilitan las relaciones.
El romancista cubano Alejo Carpentier escribió: “Nadie ama a nadie. ¡Las personas se aman a través de los demás!” Puede no ser fácil aceptar esa afirmación, pero ella es real. Reflexionad: ¿por qué hay relaciones que al comienzo son ardientes como la furia de un volcán y después se apagan de pronto, cuando el ‘otro’ cambia de repente? No, estimados lectores, el ‘otro’ no ha cambiado, sino que la imagen (el espejo) que hicimos de él ha dejado lugar al ser real. Como consecuencia, procuramos culpar al otro por el fracaso de la relación, cuando deberíamos comprender que nuestra reacción es simplemente fruto de la imagen que proyectamos y que deberíamos ser capaces de aceptar, pues ella es un pedazo de nuestra propia psique. Este fenómeno se conoce en psicología como proyección. Siempre que hay luz, existe sombra. E incluso los planetas benéficos como Venus tienen su efecto sombra. Recuérdese que el planeta Venus de Libra pertenece al elemento Aire y por eso los nativos y nativas de ese signo lo racionalizan todo: ¡ellos ‘piensan’ y buscan explicaciones racionales incluso para amar! Todo tiene que ser perfecto, equilibrado, fino, estético, simétrico y armonioso. Este es un amor teórico, idealizado, es una idea proyectada del ‘amor perfecto’ y, como éste no existe en la realidad, ¡el nativo (y la nativa) de Libra acaba atrayendo hacia sí a personas que definitivamente van a decepcionarlo! ¿Sabías que el nativo de Libra es bastante más perfeccionista que el de Virgo, del que tanto se habla? Y si el de Libra tiene una necesidad innata de encontrar su ‘par ideal’, si busca el amor y la armonía en todo, también necesita aprender que los seres humanos son imperfectos y dignos de amor incluso en su imperfección. El odio, el enojo, los celos ¡también existen! Y Venus sí, puede ser un planeta negativo. Todo tiene dos polos. ¿Recordáis las Leyes Herméticas?
Una última palabra sobre la famosa indecisión de Libra: ¡no se trata de una indecisión real, del tipo de ‘no sé lo que quiero’! ¡No hay que engañarse! La indecisión de Libra es más del tipo de: ‘¡voy a consultar a todo el mundo, a escuchar todas las opiniones y después a imponer la mía!’ Él sabe muy bien lo que quiere, pero logra imponerse con tal diplomacia y amabilidad que nadie se da cuenta de que su lado sombra es… ¡de Aries! Su verdadera naturaleza, no obstante, no es discutir, pues no les gustan los extremos. Pero son decididos ¡sí, muy decididos!
Bueno, queridos lectores, esta semana estamos aún bajo esa energía de Libra y os invito a examinar vuestras actitudes en lo que atañe a las relaciones personales. Quien siembra amor, cosecha los frutos del amor. ¡Quien siembra vientos, recoge tempestades! ¡Procuremos controlar nuestro mal humor, nuestro enojo, procurando solucionar nuestros conflictos personales con el diálogo, con la diplomacia y con la amabilidad!
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¡Un abrazo cariñoso a mis lectores y una semana llena de Armonía y Amor!
São Paulo, 3 de octubre de 2013
