Vidas sin sentido
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 10/05/2012 14:25:31
por Flávio Bastos - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
¿Basta una infancia para formar en el individuo un patrón cuyos vicios conductuales se manifiestan en lo cotidiano de la vida? ¿O el modelo conductual que interiorizamos es el resultado de nuestras decisiones durante las sucesivas vivencias del espíritu inmortal?
El caso abordado en este artículo es una prueba más de que la trayectoria humana está repleta de experiencias vitales que pueden o no determinar la alteración del paradigma conductual que nos acompaña vida tras vida. Es lo que veremos a continuación.
Sobre el trastorno obsesivo-compulsivo conocemos su efecto en el comportamiento del individuo, cuyo tratamiento se reduce a medicación química y psicoterapia. Sin embargo, desconocemos su causa, o sea, los orígenes de la inseguridad que acompaña a esas personas hasta el punto de hacerles repetir actos que tienen como objetivo minimizar los efectos del sufrimiento asociado al miedo.
Elena tiene la manía de coleccionar objetos en bolsas, mochilas o armarios. Lo hace diariamente, lo cual demuestra su dificultad para deshacerse de cosas que la gran mayoría de las personas tiraría a la basura.
Su vivienda tiene muchas bolsas repletas de papeles o quincallas consideradas sin utilidad o valor. Pero a pesar de conocer la inutilidad de lo que guarda, Elena no consigue controlar la repetición de sus actos.
Durante el proceso terapéutico, tras algunas sesiones de psicoterapia de orientación psicoanalítica que indicó la falta de referencia masculina en su infancia, fuimos en busca de posibles informaciones a través de la regresión de memoria.
En la experiencia regresiva, Elena accedió a varias vivencias pasadas. Había sido dama de la sociedad francesa que se refugió en una gruta tras la toma del poder por los revolucionarios. Fue lavandera en una aldea portuguesa, esposa de un rico propietario de tierras, esclava rebelde en el Brasil y cocinera negra de una rica familia blanca. En todas esas vidas desencarnó pronto, sin tener hijos y con la sensación de haber sido una persona orgullosa, egoísta e indiferente al sufrimiento ajeno.
Por tanto, ¿no estaría en la alteración de su patrón conductual, o sea, ser menos egoísta, menos orgullosa y más vuelta hacia el bienestar de otros, el inicio del proceso de auto-sanación interior traducido como sufrimiento psíquico relativo al TOC?
La compulsión revela cuán egocéntrica es todavía Elena, y cuán apegada materialmente hasta el punto de reunir inutilidades a su alrededor.
Por otra parte, las muchas vidas sin sentido de Elena muestran la característica paralizante de su trayectoria existencial, a medida en que ha sido una secuencia de reencarnaciones pobres en términos de aprendizajes necesarios para la evolución del espíritu.
A partir de ahora, su reto se refiere principalmente al ejercicio de la sensibilidad humana inserida en lo cotidiano de la vida. “Antídoto” contra el veneno de la indiferencia y del pragmatismo que caracterizan su comportamiento.
La compulsión de juntar basura a su alrededor es un indicativo del vacío de valores espirituales que son determinantes en las decisiones de las sucesivas vidas en el cuerpo físico. Experiencias pobres en calidad e intensidad en el sentido del amor observado en su forma abarcadora, toda vez que Elena no ha tenido relaciones afectivas intensas, hijos o amigos para compartir amenidades y profundidades. Tampoco ha buscado la felicidad posible y se ha acomodado en las gratificaciones proporcionadas por su aislamiento y alienación.
Pese a todo, en la vida actual Elena ha constituido familia: tiene marido e hijos, lo cual demuestra un avance en los ámbitos afectivo y social. Ha buscado ayuda en la Psicoterapia Interdimensional con el objetivo de liberarse de las ataduras que la encadenan al pasado, lo cual indica la voluntad de invertir en el conocimiento de sí misma para alcanzar un mejor nivel de discernimiento y lucidez en lo que respecta a su sufrimiento psíquico.
La verdad es que Elena busca un sentido para su vida. Sentido que está en la alteración de un modelo repleto de vicios conductuales asociados a las necesidades del ego. Cuando nuevos valores cualifiquen su vida, ella habrá tirado al basurero del tiempo todo cuanto es innecesario e inútil para sí y para otros. Actitud que significará su emancipación como ser inteligente dotado de fantástica capacidad de expansión de la conciencia.
OBSERVACIÓN: la verdadera identidad de la persona se ha preservado.
