¿Y cuándo las personas no son agradecidas?
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 29/11/2011 14:54:07
por André Lima - [email protected]
Traducción de Silvana Partucci - [email protected]
De vez en cuando, surge ese tema en sesiones de *EFT e en e-mails que recibo. Personas heridas, disgustadas con su familia, empleados o con el mundo por considerar que el ser humano en general es ingrato. Son casos donde las personas relatan que están cansadas de ayudar a los otros y ver que no vale la pena, pues acaban, al fin de cuentas, no teniendo reconocimiento. Muchas veces acaban no siendo respetadas, traicionadas o abandonadas. ¿Y por qué será que eso sucede?
Bien, quien pasa por la experiencia va a decir que la culpa es del “ser humano”, algunos van a decir que la humanidad no sirve para nada y otros van a decir que la naturaleza de las personas es realmente ingrata. Vamos a analizar más atentamente la cuestión. Conozco muchas personas altruistas que no tienen esa sensación de que el mundo es ingrato, aún cuando intentan ayudar a los otros. Entonces, ciertamente hay una forma diferente de sentir, actuar e interpretar al mundo.
Diferentes tipos de sentimientos pueden impulsar a alguien a ayudar. Y dependiendo del tipo de sentimiento en el cual la persona se siente motivada a actuar, la ayuda va a generar mejora en las relaciones o irá a causar problemas. Existen formas equivocadas de ayudar a los otros. Voy a explicar mejor.
Primera forma equivocada: cuando ayudamos basados en nuestra necesidad de ayudar, sin que el otro realmente quiera o solicite la ayuda. Vemos a alguien pasando por una dificultad. Sabemos que hay un camino más fácil o tenemos condiciones de prestar o hacer algo que pueda facilitar la vida de la otra persona. Viendo esa situación, muchos van a tener el impulso de ofrecer las soluciones poniéndose a disposición, pues sienten que un buen ser humano debe ser útil. Algunos llegan a insistir en ayudar. El otro, que teóricamente precisa, nunca busca la ayuda ofrecida. El resultado es un sentimiento de frustración de aquel que se ofreció para ayudar.
Esa frustración ocurre porque el buen samaritano necesita de personas que precisan de él, para que él pueda sentirse importante. Es él quien tiene una necesidad emocional que precisa ser colmada y acaba intentando suplir esa carencia de una forma disfrazada, con una fachada de altruismo. El otro está negándole la oportunidad de sentirse bien. Siendo así muchos se quedarán frustrados o con rabia del tercero que no quiso ser ayudado.
Pero, ¿por qué será que el otro no quiso la ayuda? No podemos saberlo. Las personas tienen procesos inconscientes. No conseguimos entender nuestro propio comportamiento, imagina si conseguiremos entender el de otras personas. Saber la razón no importa. Lo que importa es reconocer que, intentar ayudar a otros basado en una necesidad propia de tener un vacío a ser llenado acaba en frustración.
Segunda forma equivocada: ayudar para ser reconocido, aún cuando el otro acepta la ayuda, si el sentimiento que te mueve ayudar es tu propia necesidad de ser reconocido, habrá una gran tendencia que el otro no aproveche como crees que debería y no demostrará gratitud como tú esperabas. Nuevamente el resultado es la frustración del buen samaritano. Eso ocurre en parte porque quien siente necesidad de ser reconocido irá a atraer más situaciones donde esa necesidad va a aparecer.
El argumento que oigo de muchos es que ellos ayudaron sin esperar nada a cambio, ni siquiera reconocimiento. Si eso fuese verdad, no estarían heridos ni tristes cuando el otro no actuase conforme a sus expectativas. Existe siempre en esos casos una necesidad oculta de ser reconocido de la cual ni siquiera la persona está consciente. Pero esa necesidad siempre irá a revelarse después en la relación.
Tercera forma equivocada: cuando ayudamos con el sentimiento de que el otro no consigue arreglárselas solo. Una vez más, es nuestra propia necesidad de ser importantes. Las personas siempre consiguen encontrar una manera de resolver sus vidas, aunque esa manera sea continuar con un sufrimiento por tiempo indeterminado. Pero ellas precisan de esas dificultades para su propio crecimiento.
Observa el siguiente mecanismo: un niño que está aprendiendo a comer solo. ¿Qué sucede cuándo la madre lo ayuda a alimentarse? El niño se enoja, no quiere ayuda. Él desea aprender solo con la dificultad. Y acabará aprendiendo, desde que la madre permita y no interfiera tanto. El niño se enoja porque la madre está sacándole la oportunidad de crecimiento.
Hijos de padres super protectores muchas veces demuestran rabia e ingratitud cuanto más son “ayudados” por sus padres. Eso sucede porque inconscientemente están sintiendo que sus padres les sacan las oportunidades de aprendizaje. Aunque el hijo acepte todas las ayudas ofrecidas, ese sentimiento de estar siendo perjudicado queda escondido y acaba manifestándose de forma negativa en la relación. Veo también ocurrir ese mismo proceso en relación a parientes y personas que no son de la familia.
Siempre que tu ayuda sirva para sacar las dificultades que el otro precisa para crecer el resultado será la falta de reconocimiento y la ingratitud. Aunque el otro aparentemente acepte la ayuda. Inconscientemente, él está sintiéndose perjudicado. La mayor ayuda que él precisa es que lo dejen pasar por las dificultades. Pero ni él mismo sabe eso. Por eso, se trata de un acto de amor para con el prójimo dejar que él enfrente sus desafíos. Aunque esa persona pida ayuda tenemos que preguntarnos: ¿estamos ayudando a que esa persona crezca con nuestra ayuda o estamos contribuyendo a que quede estancada? Hay una línea tenue. En el reino animal, las madres saben exactamente cuanto deben ayudar a sus crías y como ir gradualmente dejando que ellos se las arreglen solos.
Personas que consiguen ayudar en la medida correcta, sin perjudicar el crecimiento de terceros, y sin estar siendo guiadas por la propia carencia interior en ser reconocida, son siempre respetadas y reconocidas. Lo más interesante es que ellas no precisan del reconocimiento, pero este acaba viniendo aún así, pues las personas van a sentirse gratas en el fondo por haber sido ayudadas verdaderamente en su crecimiento personal.
Además de desvendar ese mecanismo, es importante limpiarnos con la *EFT (técnica de auto limpieza emocional, para recibir un manual gratuito y comenzar ya a beneficiarte haz clic aquí. los sentimientos de necesidad de reconocimiento y otras carencias. Disolviendo esa negatividad interior, nuestro comportamiento cambia y pasamos a sentir, sin precisar hacer esfuerzo, cual es la mejor forma de ayudar.
Bien, aún existen otros aspectos sobre este tema. Debo volver a escribir sobre este asunto.