Siempre que el tema protección espiritual y energética está en cuestión, fácilmente encontramos algunos errores, y para sacar mejor provecho de este material hemos de aclarar algunos conceptos. Entre esos errores destacamos algunos que consideramos los más relevantes.
Son los siguientes:
1. Considerar que la protección energética es algo obtenido externamente, como un escudo, un muro o una fuerza más allá de las fronteras del ser humano, que ha de adquirirse por medio de técnicas especiales.
2. Considerar que podemos encargar a terceros o transferir a otras personas la tarea de obtener protección energética.
3. Considerar que la culpa es siempre del mal, del demonio, villano, obsesor, brujo, enemigo, y que somos víctimas.
Estos tres errores figuran entre los más evidentes de nuestra sociedad.
Nos estamos equivocando, estamos desviándonos de la comprensión de las principales causas responsables por la construcción de la tan anhelada y tan comentada protección espiritual. Protección ésta que puede ser obtenida en un hogar, en un automóvil, en una moto, en un comercio, en una relación o situación específica.
Podemos, y tenemos cómo, construir diques de contención, que temporalmente pueden protegernos contra efectos nocivos externos o ataques energéticos de todo tipo hacia nosotros. Es posible servirse de rituales, talismanes, amuletos, gráficos radiestésicos, orgonites, escapularios, cristales, baños de hierbas y otros muchos elementos popularmente conocidos y benéficos, aunque de efectos temporales.
Y ¿cuál es el motivo de que el efecto de todos estos elementos sea temporal?
Porque no son alimentados por el corazón de quienes los utilizan. Podemos beneficiarnos de elementos de protección, pero estos serán siempre temporales, o mejor dicho, no permanentes.
La única forma de conquistar la verdadera y permanente protección espiritual es conociendo el camino hacia dentro de uno mismo. Si quieres momentos o pequeños instantes de protección energética y espiritual, puedes aprender claves muy eficientes que existen actualmente y que marcarán la diferencia en tu vida, en situaciones de dificultad y de sufrimiento. Esas claves realmente “valen oro” y pueden ser empleadas con un mínimo de disciplina y atención. Pero si deseas lograr un Estado de Protección, esto es posible. Es mucho más difícil de aprender y de obtener, pero sus beneficios no serán únicamente para instantes de dificultad, sino para toda la eternidad.
Sumérgete en el estudio de los principales elementos implicados en el proceso que determina las influencias negativas, así como la formación de la protección espiritual y energética, y reflexiona sobre ellos. Y así estarás en condiciones de, a lo largo de tu vida, decidir si dedicarás tus acciones a los momentos temporales de protección, conseguidos a partir de claves sencillas, o si explorarás profundamente un procedimiento que te hará definitivamente construir tu Estado de Protección permanente.
Para saber más accede a: Autodefesa Psíquica e Proteção Espiritual
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