La vida nos brinda grandes oportunidades de aprendizaje y justo ahora, surge una oportunidad más en mi vida.
El domingo de carnaval, la ciudad vacía es una maravilla. Hasta las calles se ven mejor y logramos observar lo que normalmente pasa desapercibido.
Observo a una pareja sentada en una mesa de un restaurante, hablando sobre sus actividades; el hombre contando sobre sus planes y proyectos personales y la mujer escuchándolo... él opinaba sobre conceptos que deberían se modificados en el sistema educativo del país y ella lo escuchaba y se involucraba como si realmente aquel tema le interesara profundamente.
De repente, ella empieza a hacer mil cobranzas, como, nunca me prestas atención, tú sólo piensas en tus cosas, vives la vida como si yo no existiera, ni en mi cumpleaños me diste un detalle... y así, la discusión continuó por un buen tiempo y el hombre sólo escuchando. Ella, entonces, le preguntó si él no iria a decir nada, y él respondió que no. Permanecieron en silencio el resto del tiempo en un pésimo clima.
Cuántas relaciones no se desarrollan de esta manera, donde solamente uno es el que se involucra en la relación y el otro no entiende el porque se cobra tanto, ya que para él, involucrarse no existe y sólo se debe disfrutar de los buenos momentos esporádicos, es decir, el tan difundido tema de estar juntos sin compromiso, que en realidad significa el no involucrarse, se instala en la relación.
No hay ningún problema, vivir una relación del tipo -vivir juntos sin compromiso- desde que los dos creen armonía en la relación y piensen de la misma manera. Sin embargo, lo que percibo en mi consultorio y en las personas que pasan por mi vida, es que para uno de los dos lados el término vivir juntos sin compromiso, siempre crea expectativas futuras de involucrarse.
Usted es el responsable de haber creado esta situación en tu relación. Precisamente por la energía en la que te encontrabas en aquel momento, fue que se creó esa unión que ahora existe entre ustedes. Si te sentías perdido y sin rumbo, puedes observar, que es así que tu relación se desarrolla. No eres una víctima.
Todo lo que atraemos a nuestra vida es producto de nuestra energía emitida y de nuestros bloqueos.
La ilusión de que, entrar en otra relación resolverá lo que sentimos, es un verdadero engaño. La próxima relación será con seguridad, igual a la anterior y terminará en fracaso. Atraemos situaciones semejantes en el intento de corregir el error anterior, sólo nos olvidamos de un pequeño e importantísimo detalle: cuidar nuestra energía y eliminar los bloqueos que nos hemos formados.
Involucrarse significa arriesgarse totalmente y los bloqueos que nos formamos con el pasar del tiempo, no nos permiten involucrarnos por completo.
Hay muchos factores que no llevan a atraer personas que nos rechazan; entre ellos podemos destacar los problemas de infancia, la auto-aceptación y reconocimiento de nuestros valores y poder personal. Aquella vieja frase que no dice que en primer lugar debemos amar es realmente muy verdadera y la base para involucrarse en cualquier relación, es que exista equilibrio.
De hecho, sólo conseguirás amarte, deshaciéndote de todos los bloqueos que te has formado a lo largo de la vida, dejando tu mente libre y pura para que te sientas la mejor persona del mundo y la persona más importante para ti misma; solo así, la otra persona sentirá en ti esa energía y pasará entonces, a valorarte como tu te valoras.
En el proceso de atracción de otra persona a nuestra vida, una vez que ocurre la eliminación de los bloqueos y las frecuencias energéticas se ponen en equilibrio, existe la necesidad de una activación energética, es decir, el querer realmente compartir la vida con otra persona.
Debemos aprender a vernos como los causantes de todo lo que nos sucede, y si algo no está de acuerdo con lo que deseas, ten la seguridad que existe la posibilidad de modificar tu energía, eliminar tus bloqueos y seguir adelante rumbo a lo que anhelas.
Solamente una relación armoniosa y equilibrada, traen crecimiento mutuo y desarrollo personal, que nos llevarán, de esta manera, a la auto-revelación, donde las máscaras se caen y el amor permanece. En este tipo de relación, jamás necesitarás tener miedo de perder al ser amado; este miedo solo se justifica en aquellos que se abstienen de correr el riesgo de la auto-revelación.
Una vez, que restableces el equilibrio personal y eliminas los bloqueos, podrás atraer de forma intuitiva a una persona que en esencia tenga una energía similar y lo suficiente madura como para emprender una linda jornada a su lado.
Cuanto más inmadura sea la persona que esté a tu lado, la sexualidad estará más separada del amor y por lo tanto, más egoísta será en sus actitudes.
La mesa radiónica tiene la función, de equilibrar todas las frecuencias energéticas y eliminar los bloqueos de tu vida; creando así, que el primer paso rumbo a lo que deseas, debe ser el tuyo, y que de nada sirve querer cambiar al otro con tus propios deseos... será una lucha agotadora y no se producirá ningún fruto.
Cambia tu energía y todo a tu alrededor se transformará en lo que deseas, ya que de esta manera tu vida será colocada en Orden Divino.