Cuando un astrólogo examina el Mapa de una persona, extrae de él todas las informaciones sobre su vida: su carácter, su estructura mental, emocional y física, su comportamiento frente a los acontecimientos que habrán de permear su vida. El signo solar está determinado por el signo en el cual se halla el Sol en el momento del nacimiento. Como el Sol recorre un grado por día, permanece 30 días en un signo, aproximadamente. Es muy fácil, por tanto, determinar el signo Solar de la persona y casi todos (aun los que menos creen) conocen el suyo.
Pero la Luna, nuestro satélite, recorre su revolución en torno a la Tierra en 28 días; así, pasa aproximadamente dos días y medio en cada signo. Es por tanto muy difícil saber dónde se encuentra la Luna en nuestro Mapa Natal, a no ser que se lleven a cabo aquellos cálculos complicados que hace el astrólogo para elaborar el Mapa. Pero en fin, ¿cuál es la importancia de la Luna en nuestro Mapa?
Si el Sol es el principio masculino o ÁNIMUS, la Luna es el principio femenino o ÁNIMA. La Luna, reflejo de la luz solar, representa nuestra niñez, nuestro hogar materno y nuestra madre. Es en la niñez cuando se forma y plasma nuestra auto-imagen. El bebé se acurruca en el útero materno, que está representado astrológicamente por la Luna, y de esa Luna depende él para su desarrollo emocional y sentimental. Es el elemento agua, leche, alimento, lo que está representado en la Luna. En cuanto nace el bebé, va para el regazo de la madre a fin de recibir calor, alimento y amparo. Si esta madre lo rechazase, si ella le faltase, si ella no lo alimentase, el bebé tendría serios problemas psicológicos en la fase adulta, aun sin darse cuenta conscientemente. De hecho, la Luna representa la parte psíquica inferior – el EGO – y forma parte de la personalidad. ¡Los psicólogos saben muy bien que los traumas de la niñez permanecen ocultos en nuestro subconsciente para siempre!
La Luna representa el ambiente que acogió al bebé en los primeros años de su vida. Por medio del signo lunar el astrólogo puede concluir qué tipo de madre, qué infancia tuvo el cliente y dónde pasó los primeros años de vida, qué ambiente lo rodeó y cómo se formó la parte emocional de su personalidad. Frecuentemente el signo donde la Luna se encuentra representa el propio signo solar de la madre, o el Ascendente de esta madre (y entonces el bebé se parecerá físicamente a ella), y algunas veces el MC (Medio del Cielo) de la madre. Muchas veces ninguno de estos factores está presente, y entonces debemos concluir que el signo lunar representa la forma en cómo el bebé vio o sintió a su madre. De hecho, no todos los hermanos tienen la Luna en el mismo signo. ¿Cómo se explica esto? Cada bebé nace en períodos diferentes de la vida de la madre y tendrá un ambiente familiar distinto. Así, cada uno tendrá la Luna en signo diferente. Es raro encontrar la misma Luna en dos o más hermanos, pero esto también sucede. La relación entre madre e hijo es única y no se repite.
La Luna es responsable asimismo por nuestra receptividad, por nuestra imaginación, por nuestra sensibilidad, por nuestras reacciones, costumbres y recuerdos, por la forma de adaptarnos al medioambiente y de expresar nuestras emociones. El signo tradicionalmente ligado a la Luna es Cáncer, que indica el sentimiento de protección y nutrición. En los Mapas masculinos, la Luna, representando a la madre o ánima, refleja a menudo el tipo de esposa que el hombre buscará en la fase adulta para sustituir la propia figura materna. En los Mapas femeninos, en cambio, la Luna asume una mayor importancia. De hecho, siendo la mujer un ser dual, necesitará identificarse, bien con su lado solar o bien con su lado lunar. Esto explica por qué muchas mujeres no consiguen identificarse con su signo solar.
De hecho, la posición de la Luna frecuentemente acaba siendo factor predominante de la personalidad femenina. La mujer, en su fase adulta, va a representar el papel de la madre, papel que la naturaleza le ha impuesto. ¿Cuántas mujeres conocen el conflicto de elegir entre la vida profesional (esencialmente masculina en nuestra sociedad) y su papel de madre? En el Mapa de la mujer, la Luna va a representar también su fertilidad (útero, ovarios y senos) y el tipo de madre que ella será, es decir, cómo se comportará cuando ella misma se convierta en madre. Una Luna con aspectos tensos mostrará una posible dificultad de esta mujer en asumir el papel de madre, ocasionada en la primera infancia y en la relación con su propia madre. El ciclo de desarrollo lunar se completa de siete en siete años, y no es casual que en nuestra sociedad el niño va para la escuela a los siete años, entra en la adolescencia a los catorce y pasa a edad adulta a los veintiuno. Estos ciclos representan las fases recorridas por el bebé en su camino para tornarse adulto, donde pasará de la fase lunar a la fase solar de su personalidad, recorriendo todas las casas de su Mapa, en una espiral ascendente.
La Luna representa también, en nuestro cuerpo físico, el estómago o proceso digestivo, la linfa, los fluidos del cuerpo y la vista (el ojo izquierdo) y, como hemos dicho más arriba, los órganos femeninos reproductores internos. Aparte de eso, es la responsable por los procesos imaginativos y por las funciones naturales del subconsciente.
Así, el equilibrio psíquico de una persona podrá ser analizado también por la posición y aspectos de la Luna. Ya hemos dicho en otros artículos, que los planetas son como actores y que el signo donde se encuentran es el escenario donde se tiene lugar la acción. Los aspectos entre los planetas corresponden a la pieza que está siendo representada. Así, al imaginar este Teatro/Mapa, podemos comprender lo que pasa en la personalidad de alguien y cómo se representa su vida.
Puede analizarse mucho más a partir del signo lunar de la persona, y este análisis psicológico del desarrollo está en la raíz de nuestra personalidad.
Publicado por Graziella Marraccini
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