Autoestima. El papel del niño buenito

Publicado por WebMaster em STUM WORLD

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por Andre Lima - [email protected]

Traducción de Silvana Partucci - [email protected]

De vez en cuando, al atender algún paciente, sale a la luz el patrón emocional del niño buenito. Voy a describir como ese patrón es formado, por qué es formado y las consecuencias que trae.

Conforme explique en otros artículos, el niño tiene una profunda necesidad de reconocimiento y aprobación de los padres para sentir que él tiene importancia. Es a partir de ese reconocimiento que el niño va madurando y aprendiendo a reconocerse y amarse, hasta que se vuelve un adulto independiente emocionalmente. Eso, es claro, solo sucede cuando sus padres son personas emocionalmente saludables que supieron como suplir esa carencia del niño.

La avidez que el niño tiene por reconocimiento es enorme, y va a desarrollar estrategias para obtenerlo, conforme la reacción de los adultos. Una de las maneras de obtener esa aprobación que tanto busca es a través del papel del buenito.

"¡Qué niño educado! - ¡Qué niño obediente, hace todo lo que le pedimos! - ¡Cómo no da trabajo, no reclama de nada!". Para obtener ese tipo de aprobación, algunos niños comienzan a pasar por encima de sus verdaderos deseos y opiniones para encajarse con las expectativas de sus padres.

Elogios son muy bienvenidos en la educación de los niños para que ellos puedan fortalecer su autoestima. Sin embargo, cuando los padres tienen baja autoestima, ellos pueden usar el elogio y la aprobación como un medio de manipular el comportamiento del niño, y no como una forma de demostrar amor incondicional. Aún más cuando son padres que tienen patrones emocionales tales como querer controlar la vida y los gustos de los hijos.

En ese tipo de familia, el niño desde pequeño no tiene permiso de tener su propia voluntad y opinión, a no ser que esa voluntad y opinión coincidan con la de los padres. Cuando existe esa coincidencia, el niño recibe reconocimiento y atención. Sin embargo, cuando demuestra querer algo diferente o pensar de forma divergente de los padres, enseguida es castigado y criticado. El niño se siente culpado, parece que tener su propia voluntad es algo que está mal y aprende a ir dejando de lado sus verdaderos pensamientos y sentimientos.

Voy a dar un ejemplo. Un cierto día, el niño prefiere quedarse en casa en vez de hacer determinado programa familiar, o prefiere divertirse con sus amigos. Algunos padres se resienten con el hijo cuando tiene este tipo de deseo, llegando a criticar, pelear y a veces obligar al niño a hacer lo que ellos quieren. Ese niño comienza a internalizar que no es correcto tener su propia voluntad, que es mejor que sea "buenito" para no causar tristeza, sufrimiento o enojo a sus padres. Pasa a sentirse responsable por la forma en que se sienten los padres.

En el caso de los padres emocionalmente equilibrados, ellos se sienten felices en ver que su hijo está comenzando a hacer sus elecciones. Son padres que van a conversar con el niño, preocupándose con lo que él realmente siente y darán la opción de elegir que programa hacer en muchas ocasiones. Estarán verdaderamente felices en ver la felicidad de los hijos, aunque ellos quieran seguir un camino diferente. No habrá ningún tipo de castigo en forma de críticas o falta de reconocimiento por el hecho de que el niño tenga diferentes ganas.

Así, el niño crece libre y no precisa asumir el papel del niño buenito para ganar el reconocimiento y la aprobación. Él siente que es amado independiente de las elecciones que hace. Crece entonces con más confianza en si mismo y se vuelve un adulto con una buena autoestima.

Al pasar por encima de sus propios deseos y atender a sus padres, el niño tiene una ganancia inmediata que es el reconocimiento y la aprobación. Sin embargo, cada vez que deja de seguir su propio camino, va guardando sentimientos de frustración e insatisfacción. Inconscientemente se va volviendo resentido consigo mismo y también con sus padres. Es común también que se sienta sofocado y preso.

Algunas familias no tienen un patrón intenso de control y manipulación, pero aún así, sutilmente influencian y manipulan la elección de sus hijos. Son padres que no van a criticar ni pelear, o obligar al niño a hacer determinadas cosas cuando ellos quieren, pero pueden tratarlo con indiferencia. Al punto de que, cuando ese hijo toma la decisión que los padres creen correcta, gana algún tipo de reconocimiento. El niño es también extremamente sensible a la indiferencia y, por eso, en buena parte de las veces será llevado a actuar de la forma que sus padres desean, pasando por encima de sus propios sentimientos.

Veo un ejemplo común de manipulación de los padres, que es la influencia en la elección de profesión de los hijos. Si el hijo elige la carrera de los sueños de los padres, es premiado con elogios, regalos y con orgullo. Pero cuando elige seguir otro camino, ese hijo es criticado, no le dan apoyo o es tratado con indiferencia.

En una consulta de *EFT ( técnica de auto limpieza emocional, fíjate como conseguir un manual gratuito al final del artículo) que tuve recientemente con una paciente, ella relató que adoptó el patrón de la buenita cuando era muy pequeña después de la muerte del padre, para ser reconocida y aprobada por su madre. Se volvió una adulta insegura y que se sentía sofocada por la madre, pues se sentía en la obligación de hacer lo que ella quería. Como forma de huir de esa presión emocional acabó mudándose para otro estado. Cuando iba a visitar a la madre, se sentía presionada. Algunas cosas que parecían tonterías para quien está del lado de afuera, la incomodaban mucho. Por ejemplo, se sentía en la obligación de almorzar con la familia todos los días. Caso quisiese hacer algún programa diferente con amigos, la madre se quejaba y ella se sentía culpada. Por causa de ese juego, acababa evitando al máximo volver a su ciudad de origen.

El niño que crece con el patrón del buenito desarrolla una necesidad de reconocimiento y atención que bajan su autoestima, cargando esas dificultades en la vida adulta. Según ya expliqué anteriormente, ese adulto guardará dentro de si rencor, frustraciones y resentimientos contra si mismo, por no haber seguido su camino. Además, sentirá rabia con las personas por las cuales se sintió manipulado, generando alejamiento, peleas y problemas de relación.Cabe a los padres cuidar de su propia autoestima para que puedan dejar que sus hijos crezcan de forma independiente. Y, al adulto que creció en esas circunstancias negativas, cabe ahora a él buscar ayuda para mejorar su autoestima. De nada sirve culpar a sus padres. Quedarse preso en el rencor y el resentimiento con los padres es una forma infantil de castigarlos y de no asumir la responsabilidad por el propio crecimiento y felicidad, lo que es bastante común en casos de autoestima baja. Es también una manera inconsciente de perpetuar el propio sufrimiento.

André Lima - EFT Practitioner. *EFT - Emotional Freedom Techniques
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