Atendí a un hombre que trabajaba en la oficina de la esposa. Deseaba buscar algo afuera para que la familia pudiese tener dos entradas. Se sentía incómodo por no tener independencia. Temía que si la relación terminase un día, se quedaría sin rumbo profesional y en una situación difícil. De vez en cuando, iba en busca de un empleo, pero nunca resultaba y volvía a trabajar con la esposa.
A pesar de vivir en esa incomodidad, en el fondo, no hacia todo lo que estaba a su alcance para tener su independencia. Una parte de él deseaba ir en busca de su camino profesional, pero otra parte deseaba estar donde estaba. Por varias razones y miedos, su incomodidad era "cómoda" de alguna manera.
Durante un curso online que dicté de *EFT (técnica de auto limpieza emocional, fíjate como conseguir un manual gratuito al final del artículo) hablando sobre el tema del auto sabotaje, pasé el audio de esa sesión para que los alumnos oyesen y una alumna comentó: "que bueno saber que no soy apenas yo que me mantengo en una incomoda zona de confort".
¡Eso mismo! Eso es más común de lo que imaginamos.
Nuestra zona de confort puede ser tranquila y sin sufrimiento. En esos casos, muchas personas se acomodan y no arriesgan cosas nuevas para cambiar, por el miedo de perder lo que ya tienen al intentar algo nuevo que puede salir mal. Una persona puede estar en una relación más o menos, o en aquel empleo que no es nada del otro mundo, pero también no es tan malo. Puede estar con una situación financiera más o menos, que paga las cuentas, pero que no le permite la realización de otros planes. En esas situaciones es más fácil entender lo que nos lleva a quedar en la inercia y no ir en busca de una mejora. A pesar de que esa persona quiera mejoras en su vida, el miedo de arriesgar y cambiar es mayor de que el interés en salir de la zona de confort, ya que éste no le causa ningún gran sufrimiento.
Pero hay otros casos en que la zona de confort es, en realidad, muy incómoda, conforme el ejemplo que cite anteriormente. Entonces, ¿por qué será que, aún en esos casos, hay personas que se quedan en la inercia y no hacen lo que pueden por un cambio más profundo?
Son varios los motivos. Vamos a ver a seguir.
Aunque la actual zona de confort traiga sufrimiento, de alguna forma nos adaptamos y nos acostumbramos a ese sufrimiento. Aprendemos a lidiar con la incomodidad y luego que eso sucede, puede suceder que surja una acomodación. Intentar salir de la zona de confort puede generar miedo y ansiedad de forma consciente o inconsciente. Tenemos miedo de arriesgar y volver nuestra vida aún más difícil que antes. Existe siempre una chance de que las cosas se pongan peores si resolvemos hacer algo para cambiar. Eso contribuye para dejarnos paralizados.
Tenemos también miedo a lo nuevo, miedo a lo desconocido. Nuestro sufrimiento actual, por más doloroso que sea, ya es nuestro viejo conocido. De alguna forma aprendemos a sobrevivir, a pesar de él. Cuando vamos en busca de una mejora no sabemos como es vivir de esa nueva forma. Eso despierta miedo y desconfianza. Una parte de nosotros prefiere quedarse en un sufrimiento que ya nos es conocido de que ir en busca de algo mejor pero que sea desconocido.
Existe además una identificación que creamos con nuestras situaciones de vida. Nos acostumbramos de tal forma con el sufrimiento a que estamos sometidos, que es como si fuese parte de nuestra vida y acabamos apegándonos. Cuando nuestra vida tiene mucho sufrimiento, nuestros pensamientos y actividades giran en torno de resolver ese sufrimiento y atenuar sus consecuencias. Eso acaba nos llenando de alguna manera. Resolver el problema de una vez por todas puede dar la sensación extraña de que la vida quedará vacía y sin objetivo. ¿Cómo voy a ocupar mi vida si tal problema es resuelto definitivamente? A veces, percibimos esa sensación saboteadora, pero en muchos casos, queda muy escondida actuando en el inconsciente.
Recuerdo que en un determinado período de mi vida, mientras estaba pasando por serios problemas financieros que se arrastraron por varios años, conseguí detectar en mi ese sentimiento de apego a la situación de sufrimiento. Un día, cuando imaginé mi vida sin aquellos problemas financieros constantes, percibí que surgieron pensamientos tipo: mi vida se quedará vacía y sin objetivo, ¿qué haré para llenarla? Intentar resolver esa situación era simplemente mi misión de vida. Me ocupaba 24 horas por día. Era una preocupación constante. ¿Y cómo sería mi vida después de eso?.
Es claro que, racionalmente, yo sabía que mi vida se volvería mejor y más placentera y que iría a ocuparla con cosas mejores y también con otros desafíos que irían a surgir a lo largo del camino. Pero, emocionalmente, existía ese miedo y apego que tiene una fuerza saboteadora muy poderosa, ya que una parte mía deseaba permanecer de la misma manera. Eso acaba afectando nuestra creatividad e influenciando negativamente nuestras acciones y pensamientos para que nos quedemos en el mismo estadio.
Además de todo lo que ya fue relatado, problemas de autoestima también nos llevan a no hacer nada para salir de la situación incómoda. Siempre que estamos acomodados a una situación de sufrimiento, existen varios sentimientos por detrás que nos sacan la fuerza de ir en busca de algo mejor. Son sentimientos de incapacidad, incompetencia, no merecimiento y mecanismos inconscientes de auto castigo. La baja autoestima nos lleva a crear situaciones de sufrimiento y después que las creamos, nos ayuda a perpetuarlas a través de actitudes saboteadoras o de la falta de actitudes.
En el caso de ese paciente que atendí, percibimos durante la sesión que todos los factores citados en este texto estaban contribuyendo para que él se mantuviese en su incómoda zona de confort.
Utilizando la EFT, podemos también disolver los miedos de salir de la zona de confort. Es necesario aplicar la técnica para todos los miedos secundarios que componen el miedo mayor de salir de la zona de confort: miedo de que quede un vacío, miedo de quedarnos sin objetivo, miedo de arriesgar y que se vuelva peor que antes, miedo de dejar atrás una parte de la vida, miedo de lo nuevo, miedo de lo desconocido, miedo de dejar de sufrir.Es necesario tratar todo y cualquier otro miedo que pueda surgir por más irracional que parezca.
André Lima - EFT Practitioner. *EFT - Emotional Freedom Techniques
es la acupuntura emocional sin agujas. Enseña a desbloquear la energía estancada en los meridianos, de forma fácil, rápida y extremamente eficaz, proporcionando la cura para cuestiones físicas y emocionales. Tú mismo puedes auto aplicar el método. Para recibir un manual gratuito de esa técnica y comenzar ya a beneficiarte, haz clic aquí.
Consulte grátis
Avaliação: 5 | Votos: 1
Sobre o autor WebMaster é o Apelido que identifica os artigos traduzidos dos Associados ao Clube STUM, bem como outros textos de conteúdo relevante. Email: [email protected] Visite o Site do Autor