Decime, sinceramente, ¿nunca pensaste de esa manera?
¿Nunca dudaste que por detrás de todo lo que sucede con la humanidad existe realmente una Orden Divina?
Yo ya. Si. Ya dudé. Cuantas veces delante de acontecimientos que parecían no tener sentido y que me angustiaban o me dejaban infeliz casi perdí mi fe! Y si, hasta pensé en el suicidio. Más de una vez. Pero la fe siempre me sostuvo. En el fondo en el fondo, aún en los momentos de mayor dolor y desesperación, sentía dentro de mi una fuerza interior, una voz que me ayudaba a salir adelante y, entonces, me secaba las lágrimas, alejaba los pensamientos negativos y seguía delante. Con dolor en el corazón, angustia o desesperación, siempre conseguí una fuerza interior para conectarme con Él.
Siento pena de las personas que no tienen fe. Pero la fe no es algo que se enseñe, o se explique. Existen personas más inclinadas a sentir que están conectadas con el Todo. Otras no. Generalmente el misticismo y la espiritualidad son atributos del planeta Neptuno, cuando emana energía positiva, o sea, cuando está bien aspectado en tu Carta Natal. Cuando está con aspectos positivos con otros planetas o mejor aún con el Sol y con la Luna, o cundo se posiciona en casas de destaque, como el Ascendente, el Medio Cielo, puede ser uno de los desencadenantes de aquello que llamamos fe, misticismo, esoterismo y espiritualidad.
Parece que los piscianos tienen ese don de forma innata, pero no siempre lo expresan adecuadamente. Ya hablé de esta energía neptuniana en otros artículos que pueden ser encontrados en el STUM. Sin embargo, todos nosotros tenemos ese planeta en nuestra Carta Natal, y eso quiere decir que todos nosotros tendremos más inclinación para expresar su energía en el área (Casa Astrológica) donde este se encuentra. Debemos recordar que la Casa Astrológica es un área de experiencia donde el planeta irá a actuar, como un actor que estría participando en una pieza de teatro. Éste irá a interactuar con los otros planetas en aspectos favorables (sextil y trígonos) o desfavorables (cuadraturas y oposiciones) y esa actuación irá a determinar nuestras reacciones "neptunianas" delante de las dificultades que encontramos en nuestro camino. Actuar con fe o con desesperación dependerá de esos aspectos. Ser confiando o depresivo, dependerá de esos aspectos. ¡Con-fiado quiere decir, con fe!
Ese fenómeno positivo o negativo sucede con cualquier planeta. Por ejemplo, Plutón indica donde tendremos más capacidad de usar el control o la estrategia para superar los obstáculos. Actitudes autoritarias y drásticas son atributos de Plutón cuando negativo. Urano, por ejemplo, indica donde tendremos posibilidad de ejercitar actitudes independientes, involucrándonos en problema sociales con una visión diferente y creativa. Pero Urano negativo nos volverá rebeldes y anarquistas y podrá crear rupturas y alejamientos definitivos ante los desafíos.
Esos tres planetas, que cité, son planetas que poseen una circunvolución muy lenta alrededor del sol. Por esa razón, permanecen largos años en cada signo y acaban influenciando una o dos generaciones.
He notado que la generación que nació con el planeta Neptuno en el signo de Sagitario, por ejemplo, nacida en los años 70 es una generación extremamente religiosa y optimista, con fe y religiosidad profunda, pero muchas veces fanática. Es también una generación muy ligada a la música, especialmente al estilo rock pesado. Ya la generación que posee Neptuno en Capricornio (nacida en los años 80) tiene una fe más tradicional, le gusta frecuentar templos y, creo, debe tener gustos más tradicionales también en la música.
Bien, queridos lectores, podrían continuar explicando las particularidades de cada planeta, pero este no es mi objetivo. Cuando inicié este artículo y, a pesar de que el Sol esté en el signo de Toro, tuve ganas de hablar de ese que es planeta de la espiritualidad porque he notado, en las consultas en mi consultorio, una cierta desesperación de los consultores delante de las dificultades de la vida material, cada vez más urgentes.
Desde que las palabras escritas en el libro Las Cartas de Cristo resonaron en mi mente y en mi corazón, sentí una renovación muy grande en mi fe que andaba medio debilitada debido a los innumerables percances que la vida me presentaba. Si, queridos lectores, esas Cartas renovaron mi Fe y en la medida que las palabras de Cristo me alimentaban, (como una levadura que hace crecer una torta) llegué a la conclusión de que, aún cuando la vida parecía estar patas para arriba, Todo Estaba en Orden Divina*.
Aunque no siempre sepamos comprender que Orden es ese que nos maltrata y nos hace sufrir, debemos continuar confiando, desarrollando nuestra conexión espiritual y, entonces así, ¡todo fluirá para que seamos felices, plenos y prósperos como merecemos!
*Esa expresión es siempre usada por el querido amigo y co-fundador del STUM, Sergio, ¡que aprovecho para agradecer!
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¡Una semana repleta de Paz, Alegría y Prosperidad!
Publicado por Graziella Marraccini
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