Guardamos en nuestro inconsciente una serie de conflictos emocionales y sentimientos negativos que nos llevan a hacer la mayor parte de nuestras elecciones. Pensamos que estamos decidiendo por nosotros mismos, en sana consciencia, cuando, en realidad, somos impulsados a actuar por la negatividad presente en nuestro inconsciente.
Estamos tan acostumbrados a arrastrar esa carga negativa que nos confundimos con ésta y creemos que somos nosotros quienes estamos en el comando de las decisiones. Voy a dar varios ejemplos de como funciona esto.
En una sesión, una paciente relató que había decidido pedir pensión alimenticia al padre de su hijo. Alegaba que él podía enojarse y rechazar más aún al niño. Sentía miedo de que llegase a pegarle a su hijo, a pesar de que nunca hubiera tenido contacto con el niño. Eso era apenas una suposición suya.
Tratamos el miedo utilizando *EFT (técnica de auto limpieza emocional fíjate como recibir u manual gratuito al final del articulo) y éste fue disuelto. Después tratamos su miedo a la reprobación de sus padres, creía que jamás estarían de acuerdo con una pelea judicial. El resultado es que ella cambió su pensamiento y resolvió que iría a buscar jurídicamente los derechos de su hijo.
Antes de trabajar el miedo, este sentimiento era quien tomaba la decisión en su lugar. Ella, en el papel de madre cuidadosa, actuaba de esa forma para proteger al hijo. Pero era el miedo quien comandaba lo que debía hacerse. Una vez que ese sentimiento fue disuelto, su decisión cambió naturalmente.
Recuerdo otro caso de una paciente que estaba muy insatisfecha en una relación. Pero ella no conseguía decidirse si quería continuar o acabar el noviazgo. Solo de pensar en terminar todo, sentía mucha pena y culpa. Después de que esas emociones fueron disueltas a través del trabajo de EFT, sintió con mucha claridad que lo mejor que tenia por hacer era romper y fue lo que hizo.
El peso de la culpa y de los sentimientos de pena lleva a muchos padres y madres a volverse rehenes de los hijos, haciendo todo lo que ellos quieren. No consiguen decir que no e imponer limites. Dicen si, cuando en el fondo querían decir no.
Cuando les hago preguntas durante las consultas a los pacientes con respecto a lo que están pensando y ellos están llenos de emociones en conflicto, quien responde las preguntas no es el ser humano que está allí. Si, el paciente abre la boca y habla, realmente parece que es él que está manifestándose. El propio paciente jura que es él mismo que está emitiendo esa opinión. Pero quien responde las preguntas son las emociones negativas. Ellas rigen los pensamientos de aquella persona. Es una energía que se apodera de la mente e interfiere en las opiniones y decisiones.
Mi trabajo como terapeuta es traer de vuelta al Ser lo que está siendo encubierto por el conflicto emocional. Y eso solo es posible después de que la emoción negativa es disuelta con la utilización de la EFT. Las opiniones y acciones acaban cambiando. Es como si la persona real despertase. Después de eso, puedo preguntar las mismas cosas de antes y es el ser humano quien va a responder y no la energía negativa de las emociones en conflicto.
La emoción funciona como un velo, un filtro que entorpece a la mente, distorsiona la realidad y crea una serie de pensamientos que dan origen a varias acciones y elecciones. Cuanto más lleno esté nuestro inconsciente con conflictos y emociones negativas, más nuestros pensamientos y comportamientos serán influenciados de una forma no saludable.
Hay mujeres que solo eligen hombres que las hacen sufrir. Hay personas que siempre eligen amistades con personas destructivas. Otros siempre entran en negocios que salen mal. Muchos llegan a pensar que eso es fruto del azar. La fuerza negativa inconsciente es sutil, actúa en un nivel profundo influenciando todo aquello que elegimos. Es todo tan silencioso que solo nos puede parecer que es falta de suerte.
En el caso de las emociones intensas, es fácil percibir el poder que tienen sobre lo que hablamos y sobre nuestro comportamiento. En un momento de gran enojo, podemos decir cosas que jamás diríamos si estuviésemos en paz, puede hasta ocurrir un acto de agresión verbal o violencia física.
Pero todas las emociones negativas, aún las más sutiles e inconscientes, moldean nuestro comportamiento. Una culpa o sentimiento de rechazo que podemos arrastrar desde que estábamos siendo gestados también influencian nuestras elecciones. La rabia que el adulto guarda por sus padres desde la infancia es proyectada en el marido o en la esposa generando peleas.
No tomar una decisión también es una elección que puede ser influenciada por el inconsciente. Es eso lo que sucede cuando procrastinamos, o sea, cuando dejamos de hacer algo que sabemos que tenemos que hacer para beneficiarnos o para evitar algún daño.
Atendí a un empresario que necesitaba llamar a un cliente para resolver una cuestión de insatisfacción. Puso esa tarea en la agenda para hacerla el mismo día. Pasaron tres días y no llamaba. Miedo de la reacción del cliente, sentimiento de culpa por haber acusado un problema, vergüenza. todo eso era lo que estaba comandando su falta de acción.
Muchas personas permiten, sin percibir, que sus emociones negativas moldeen la elección de la profesión: miedo de seguir el propio camino y ser reprobado por los padres, miedo de no conseguir ser exitoso en su verdadera vocación, miedo de falta de estabilidad.
A veces, le pregunto a las personas en lo que les gustaría trabajar y ellas dicen que querían pasar en un concurso público. Pero ¿quién está respondiendo esta pregunta? Normalmente, no es aquella persona que responde, y si, sus miedos e inseguridades. Buena parte de esas personas no tiene la menor vocación para ser funcionario publico. En el fondo, les gustaría abrir un negocio, seguir una carrera artística, enseñar, dar conferencias, etc.
Cuanto más descubrimos y limpiamos la carga emocional que acumulamos, más entramos en contacto con nuestra esencia, nuestra misión de vida y sabiduría más profunda. Nuestras decisiones se vuelven cada vez más verdaderas y acertadas, llevando una vida de plenitud y satisfacción.
Beber en exceso, fumar, drogarse, destruirse a si mismo.nadie elige nada de eso. La fuerza inconsciente contenida dentro del ser humano es lo que lo lleva por esos caminos. Felizmente, esa negatividad no es parte de la esencia, pues esta puede ser completamente curada.
Y, en tu caso, ¿qué elecciones han sido hechas por la fuerza negativa inconsciente?André Lima - EFT Practitioner. *EFT - Emotional Freedom Techniques
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