Uno de los mayores desafíos de la vida es mantener nuestra autenticidad.
El mundo nos exige, todo el tiempo, que nos adaptemos a sus reglas y exigencias. Sin embargo, cumplir esa expectativa significa, algunas veces, abandonar nuestra verdad interior.
¿Cómo, entonces, sobrevivir en esta selva, sin renunciar a nuestra espontaneidad? Este es un desafío que precisan enfrentar todos los que se vuelven, en algún momento de la vida, buscadores sedientos de conexión con su dimensión espiritual.
Seguir la dirección del corazón nos impone la necesidad de hacer elecciones, muchas veces difíciles. Pero, al mismo tiempo, sabemos que esto es imprescindible en la jornada evolutiva.
No hay salida, a no ser pagar el precio necesario para mantenernos fieles a nuestra identidad real. Si somos capaces de permanecer conscientes de este proceso, podremos evitar los retrocesos que insisten en querer imponerse.
A partir del momento en que decidimos vivir plenamente nuestro Yo auténtico, dejamos de identificarnos con las mentiras que intentan imponernos y una seguridad sólida pasa entonces a predominar.
Solamente así, confiando sobre todo en nuestros propios insights, es que seremos capaces de dejar fluir la fuente de sabiduría que todos llevamos en nuestro interior.
Esta se manifiesta abundantemente cuando nos permitimos relajarnos y dejar de lado la exigencia en corresponder a las expectativas ajenas. Al hacer esto, la tensión comienza a desaparecer, dando lugar a un estado de paz y felicidad.
"Cuando eras niño. te comprometieron, vendiste tu ser por nada. Lo que ganaste es simplemente nada, apenas basura. Por pequeñas cosas, perdiste tu alma. Aceptaste ser otra persona diferente de ti mismo y perdiste tu camino.
Tu madre quería que te volvieses alguien, tu padre quería que te volvieses alguien, la sociedad quería que te volvieses alguien. Y tú aceptaste. De a poco, decidiste no ser tú mismo. Y desde entonces, has estado fingiendo ser otra persona.
.No puedes madurar. si usas una máscara. La máscara no puede madurar. Es muerta. por detrás de la máscara escondite, no estás creciendo. Puedes crecer solamente si aceptas que estás siguiendo para ser tú mismo y nadie más.
.La mayor calamidad es aceptar ser otra persona: nunca puedes madurar.
Nunca puedes madurar como otra persona. Solo puedes madurar siendo tu mismo. El "deber" tiene que ser descartado. Tienes que abandonar toda preocupación sobre lo que las personas dicen: ¿Cuál es tu opinión? ¿Quiénes son ellas?
Estás aquí para ser tú mismo, no estás aquí para cumplir las expectativas de otra persona. Todo el mundo está intentando eso. Tu padre puede estar muerto pero aún estás intentando cumplir las promesas que le hiciste. Y él estaba tratando de cumplir la promesa de su propio padre y así sucesivamente. La locura está muy atrás, allá en el comienzo.
Intenta entender y tener coraje y toma tu vida en tus propias manos. De repente, vas a ver una onda de energía. En el momento que decidas 'Yo voy a ser yo mismo y nadie más, cueste lo que cueste, voy a ser yo mismo'. En aquel exacto momento, verás un gran cambio. Vas a sentirte vitalizado. Vas a sentir la energía fluyendo en ti, pulsando".