¡La vida exige cambios en cada momento! El cambio significa evolución y esto es inherente al ser humano, pero... debe haber mucho más.
El cambio puede significar sufrimiento, porque nos aferramos a situaciones del pasado, como si no existieran otras posibilidades.
Esta dificultad para aceptar el cambio está directamente relacionada con nuestro proceso interno de entrega y confianza. ¿Cómo creer y confiar en lo desconocido? Decimos con toda convicción que tenemos fe, que creemos en un Ser Superior que nos guía en cada momento o en una energía superior que siempre ilumina nuestros caminos, pero justo en el momento exacto en que la necesidad de cambio toca a nuestra puerta, nos desesperamos.
El cambio significa renunciar a la zona de confort, y por muy mal que pueda parecer en ese momento, ya la conocemos, sabemos todo sobre ella y eso nos consuela.
Si su alma anhela algo, asegúrese de que eso debe ser parte de su vida y que en esa nueva situación exista la necesidad de algo que se tiene que vivir.
Sin embargo, el cambio requiere equilibrio interior. Tenemos que estar en paz, porque sólo la paz nos va a dar la dirección correcta que debemos seguir.
En una situación desesperada la decisión equivocada es la primera que se presenta.
Veo que esto sucede en muchos aspectos en la vida de las personas. Puede ser en un matrimonio que ya no se satisfacen ni se sienten unidos, donde uno de los dos empieza a sentir que sin el otro su vida será maravillosa, y en ese momento, no toma en cuenta nada en consideración, incluso la estructura familiar. O puede ser el trabajo que lo absorbe y se enferma por exceso de presión y la falta de calidad de vida. También puede ser una mudanza de país sin ningún tipo de planificación.
Los problemas te acompañarán donde quiera que vayas, a menos que antes de tomar una decisión, usted tome el cuidado de sus frecuencias energéticas y elimine los bloqueos adquiriendo así el equilibrio y la intuición necesaria para ver si el problema es la propia situación en sí, o es Usted.
La Radiestesia, a través de la mesa Radiónica, restaura el equilibrio y elimina de su vida todas las posibilidades de repetición de la situación, además de desarrollar con plenitud su intuición.
Atendí a una joven que dijo que no lograba establecerse en nada, en las relaciones afectivas, en lo profesional, en lo financiero ni en las relaciones familiares. Nada permanecía en su vida a no ser que unos pocos meses. En su opinión, cuando había una señal de que algo iba bien, de repente se deshacía, terminaba quedándose sola y con muchos problemas .
Comencé a equilibrar sus energías y de inmediato noté que tenía una gran dificultad para confiar en la gente y esta era la razón por la que no lograba establecer relaciones duraderas.
Después del total restablecimiento de sus frecuencias energéticas, empecé la verificación de sus bloqueos e inmediatamente identifiqué un momento en que ella tenía entre ocho a ocho años y medio. Entonces le pedí que me contara lo que había sucedido en ese momento. Ella dijo que era el peor momento que había vivido. Su madre conoció a otra persona, conspiraron para sacarle todo el dinero a su padre y luego abandonó a la familia, dejando sólo una nota.
Eliminé el bloqueo que se había formado, porque la causa de aquello que se había establecido en aquel momento decía que si su propia madre le había hecho eso, que podía esperar de los extraños a lo largo de su vida. En cuestión de meses, ya había comenzado sólidas y duraderas relaciones profesionales y emocionales, comenzó a seguir su voz interior rumbo hacia su felicidad y descubrió su intuición.