Vivir nuevas circunstancias que nos desafíen en la vida es siempre algo asustador, que muchas personas evitan deliberadamente. La inseguridad viene, en la mayor parte de las veces, de una falta de confianza en la propia capacidad.
Por no creerse aptas a enfrentar y superar lo desconocido, acaban apegándose a la seguridad y la comodidad de lo que es familiar. Sin embargo, esa pseudo seguridad puede revelarse una trampa.
Teniendo en cuenta que la vida es imprevisible, muchas veces nos hace que las estructuras aparentemente seguras que el ser humano crea para si, sean repentinamente demolidas.
Es ahí, en ese momento, que la fuerza o la debilidad se revelan. Si no hay una autoestima solida y un poder interior plenamente despierto, la tendencia es que el miedo y la inseguridad se vuelvan predominantes.
Aceptar de corazón abierto los cambios que la vida nos presenta es la única manera de vivir de modo pleno. Pero esto exige dejar de lado las seguridades, las soluciones pre concebidas y entregarse de corazón abierto a lo que la intuición, la voz del corazón nos indica a cada momento.
Esta entrega trae como resultado una profunda confianza en si y una madurez interior que nada puede destruir. La victoria sobre el miedo es la mayor conquista que podemos emprender durante nuestra jornada evolutiva en este planeta.
"Con lo viejo las personas son eficientes, con lo nuevo son ineptas. Con lo viejo sabes que hacer, con lo nuevo vas a tener que aprender el abc. Con lo nuevo, comienzas a sentirte ignorante. Con lo viejo tienes conocimiento, haces algo repetidas veces, puedes hacerlo mecánicamente, no necesitas estar despierto. Con lo nuevo precisarás estar alerta, despierto, de otra forma algo puede salir mal.
.Apenas con lo nuevo hay vida.
Apenas con lo nuevo "es" vida. La vida tiene que ser fresca. Permanece aprendiz, nunca te vuelvas un conocedor. Permanece abierto, nunca te vuelvas cerrado. Permanece ignorante, ve adelante descartando el conocimiento que acumulas, automáticamente, naturalmente.
Cada día, cada momento, líbrate de todo lo que aprendiste y de nuevo vuélvete un niño. Volverse inocente como un niño es el camino para vivir y para vivir abundantemente".
OSHO, Tao, o caminho sem caminho