Todos nacemos dotados de talentos y dones innatos. Expresarlos es el mejor modo de alcanzar el sentimiento de plenitud, también conocido como felicidad. Lamentablemente, muchos seres humanos pasan por la vida sin tener ningún tipo de consciencia sobre esto.
Algunos, intuitivamente, se dirigieron hacia lo que les indicaba su corazón y acabaron por descubrir en si cualidades que les permitieron actuar en el mundo y, de este modo, contribuir para enriquecerlo.
Cuantos potenciales son perdidos por miedo, inseguridad o una elección equivocada, que no les permite vivenciar la totalidad del ser. Cada un debe descubrir en si el camino que lo llevará a sentir alegría y la sensación de bienestar que solamente puede vivenciar un ser plenamente enraizado en la energía de la Fuente.
Y esto no significa perseguir metas fantásticas u objetivos grandiosos. La satisfacción que te proporciona la expresión pura y simple de tu propio ser no requiere ningún esfuerzo sobrenatural. Se trata apenas de percibirse como una expresión del divino poder creador y regocijarse en eso.
".Vienes a este mundo apenas como una potencialidad en abierto, una potencialidad multidimensional. Tienes que escribir tu destino, tienes que crear tu destino. Tienes que volverte tu mismo.
No naciste con un "yo" listo. Naciste apenas como una semilla --y también puedes morir como una semilla-- pero también puedes volverte una flor, puedes volverte un árbol. La vida se compone de pequeñas cosas. Entonces, si pasas a interesarte por las llamadas grandes cosas, estarás dejando la vida escapar.
La vida consiste en beber una taza de té, chismorrear con los amigos, salir por la mañana a hacer una caminata --sin ningún destino en particular, solo para caminar, sin rumbo, sin finalidad, pudiendo en cualquier instante dar media vuelta--, cocinar para alguien que amas, cocinar para ti mismo -porque amas tu cuerpo también--, lavar ropa, limpiar el piso, regar el jardín.
Esas cosas pequeñas, muy pequeñas. Decir hola a un extraño, lo que no sería absolutamente necesario, ya que no habría ningún tipo de interés sobre él. La persona que puede decir hola a un extraño también puede decir hola a una flor, también puede decir hola a un árbol, también puede cantarle una canción a los pajaritos".
Osho